Ingredientes

• Para las albóndigas:

» 1 taza de quinoa
» 2 tazas de agua
» 1 huevo grande
» 1/4 taza de queso parmesano rallado
» 2 cucharadas de perejil picado
» 2 dientes de ajo picados
» 1 cucharadita de orégano seco
» 1/2 cucharadita de sal
» 1/4 cucharadita de pimienta negra molida
» 1 cucharada de aceite de oliva

• Para la salsa:

» 2 Yogur naturales
» 40 g rúcula
» 1 limón
» 1 diente de ajo
» Pimienta al gusto

Precio Total:  7,90€

Pasos

1. Lava bien la quinoa bajo agua corriente en un colador fino para eliminar el sabor amargo.

2. En una olla mediana, agrega la quinoa y el agua. Lleva a ebullición a fuego medio-alto. Reduce el fuego, tapa y cocina durante 15-20 minutos, o hasta que la quinoa esté tierna y todo el agua se haya absorbido. Retira del fuego y deja enfriar unos minutos.

3. Precalienta el horno a 200°C. Forra una bandeja para hornear con papel pergamino o unta ligeramente con aceite de oliva.

4. En un tazón grande, mezcla la quinoa cocida, el huevo, el queso parmesano, el perejil picado, el ajo picado, el orégano, la sal y la pimienta. Revuelve bien hasta que todos los ingredientes estén completamente combinados.

5. Con las manos ligeramente humedecidas, forma pequeñas bolas de masa y colócalas en la bandeja para hornear preparada.

6. Hornea las albóndigas en el horno precalentado durante 20-25 minutos, o hasta que estén doradas por fuera y cocidas por dentro.

7. Para la salsa, coloca todos los ingredientes en una licuadora o procesadora de alimentos y mezcla hasta obtener una salsa cremosa. Reserva.

8. Retira del horno y sirve caliente con tu salsa, agrégalas a pastas, ensaladas o sándwiches.

Alérgenos

 

 

Información nutricional

 

 

 

DESCARGAR RECETA

 

---

¡Evita el desperdicio!

• Utiliza al Máximo las Hierbas Frescas: Si compras un manojo de perejil u otras hierbas frescas, no desperdicies los tallos. Pícalos finamente y agrégalos a la mezcla de las albóndigas para un sabor extra y para evitar el desperdicio.

Consejos conscientes

• Almacena las Sobras de Salsa por Separado: Si haces más salsa de la necesaria, guárdala en un recipiente separado en la nevera. La salsa se puede usar como aderezo para verduras o como cobertura para otros platos durante la semana.