En el post de hoy nos vamos a ocupar de la sífilis, una de las infecciones de trasmisión sexual (ITS) más antiguas que si bien hace años atrás parecía estar en declive, la actualidad confirma su vigencia y el aumento de casos en todo el mundo.

En España de acuerdo con los datos aportados por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) en 2021 se reportaron 6.613 casos de sífilis cada 100 mil habitantes (13,97%) mientras que en 1995 esa cifra fue mucho menor: 1.010 casos por 100 mil habitantes (2,57%).

El crecimiento de esta ITS (también ocurre con la sífilis congénita) es notable en los países desarrollados durante los últimos 20 años y los expertos en salud se preguntan y analizan los motivos por los que hay más infecciones.

Uno de ellos es que las nuevas generaciones se protegen menos porque el VIH ya no es una infección mortal como lo fue en el origen durante la década de 1980 y hasta que aparecieron los antirretrovirales que la controlaron y la convirtieron en crónica.

Otro de los motivos es que ahora se hacen muchas más pruebas de todas las ITS en general lo que incrementa el número de diagnósticos positivos.

La falta de centros especializados y que sólo se hagan cribados a quienes presentan síntomas también puede influir en el aumento de la sífilis, porque las personas asintomáticas pueden seguir trasmitiendo la infección.

Y una de las excusas más humanas: “yo no me voy a infectar”.

Lo cierto es que para lograr que esta infección, causada por la bacteria Treponema pallidum pueda ser erradicada, debemos volver a lo básico que es la prevención y el conocimiento de sus vías de trasmisión.

Es importante recordar que cuando la bacteria, por una práctica sexual anal, oral o vaginal desprotegida, entra en nuestro organismo se va desplazando por todo el cuerpo y puede causar graves problemas de salud si no se aborda terapéuticamente.

Según las distintas etapas de la sífilis (primaria, secundaria, terciaria y dos periodos de latencia) es cómo evolucionará la infección y por eso, con un diagnóstico precoz, podemos evitar los casos más graves. Si llegara a la tercera fase puede afectar al cerebro, al corazón y al sistema nervioso.

“El número de personas afectadas sigue siendo inaceptablemente alto para una enfermedad que ya no debería existir”, afirmó en julio del año pasado, Marcos Espinal, subdirector interino de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Los progresos en la tecnología médica y farmacológica están aportando nuevas terapias frente a las bacterias treponémicas que habitualmente se tratan con penicilina.

Según la mirada la OPS para terminar con esta infección lo fundamental es facilitar el acceso a la atención sanitaria de las poblaciones más vulnerables.

Como siempre decimos en este servicio: la información científica, saber si hemos estado expuestos a la sífilis para hacernos la prueba, recordar que haberla tenido no nos da inmunidad permanente (se puede volver a contraer) y todas las medidas preventivas son las mejores formas de evitar la infección.

Fuentes:

Archivo propio

Vigilancia ITS (sanidad.gob.es)

Qué es Treponema. Diccionario Médico. Clínica U. Navarra (cun.es)

Ante tendencia de aumento de sífilis y sífilis congénita en algunos países de las Américas, la OPS pide reforzar acciones de salud pública - OPS/OMS | Organización Panamericana de la Salud (paho.org)