Se denomina chemsex al uso intencionado de drogas estimulantes para tener relaciones sexuales, por un período largo de tiempo (desde muchas horas hasta varios días).

De esta práctica, que es característica de las grandes ciudades, vamos a hablar en el post de hoy. 

Como sinónimos de este término de origen británico, en España se hace referencia al chemsex con términos como “sesión”, “fiesta” y “colocón”, entre otras. Cuando esta forma de vivir la sexualidad se descontrola genera ansiedad, depresión, irritabilidad, alucinaciones, sintomatología psicótica.... Todo lo contario a lograr placer, libertad, desinhibición, necesidad de combatir la soledad, superar el miedo al rechazo; con el problema agregado de la transmisión del VIH y las demás ITS.

Las sustancias más utilizadas en la práctica del chemsex son: mefedrona, metanfetamina, ketamina, popper, cocaína y GHB, conocido en el argot como éxtasis líquido.

Tomaremos como ejemplo el GHB para reconocer los riesgos que implica el consumo de esta droga. 

Las siglas GHB corresponden a este nombre, que nos resultaría difícil de pronunciar, ácido gammahidroxibutírico, que hasta la década de 1960 se utilizaba como anestésico.

Actúa como depresor del sistema nervioso central produciendo sensación de bienestar y euforia. De manera ilegal se puede conseguir en forma de líquido transparente. También conocida como la droga de la violación porque anula la voluntad de la persona que la consume. 

Los efectos del GHB se empiezan a notar a los 10 o 20 minutos de haberlo consumido, se prolongan alrededor de 90 minutos y desaparecen completamente a las 4 horas. Eso sí, genera tanta energía que se puede estar durante 76 horas sin dormir, sin beber y sin comer, con todo el daño que supone para la salud.
Además, produce somnolencia, confusión, ideas delirantes, dolor de cabeza, depresión respiratoria, estado de coma y en algunos casos, la muerte.

En general, cualquier sustancia que nos genere adicción siempre tendrá unas consecuencias graves para la salud física y mental. Es lo que ocurre con el chemsex que, llevado al extremo, produce una hipersexualización del ocio que no es sana y deteriora las relaciones sociales y las redes de solidaridad de quienes lo practican.

Mejor prevenir que curar

Aunque parezca un tópico, siempre desde este servicio insistimos en la importancia de la prevención. El chemsex es un fenómeno relativamente nuevo, ante el que deben estar preparados y formados los servicios sanitarios y todos los recursos que comprenden un enfoque multidisciplinar.

Hay dos instancias en el abordaje del chemsex: la prevención y la atención cuando la persona ya ha sufrido un daño en su salud o ha establecido un consumo problemático. Según especialistas estas dos vertientes deben ser gestionadas de manera simultánea.

Las instituciones públicas y comunitarias que tienen una labor más destacada con respecto al chemsex son las oenegés LGTBI, los centros de ITS, los servicios de enfermedades infecciosas, las unidades de VIH, los lugares donde se prescribe la PrEP y los programas que intervienen en temas de prostitución masculina y trans, así como los recursos del Sistema Nacional de Salud.

La información imprescindible

Como cualquier problema de salud, el chemsex, debe ser tratado con empatía, rigor científico y centrándose en la persona. Debemos ser conscientes de que esta práctica nos expone a posibles situaciones o prácticas de las que no se es del todo consciente, a consecuencia del consumo de drogas:

• Más infecciones de transmisión sexual.

• Muchas más posibilidades de contraer hepatitis C por el uso de drogas inyectadas. 

• La administración o consumo de determinadas sustancias a través de ciertas vías pueden desencadenar resultados fatales.  

• Depender permanentemente de las drogas para mantener encuentros sexuales.

• La interacción perjudicial de las drogas con el tratamiento antirretroviral del VIH.

• La aparición de graves trastornos de la salud mental.

• El deterioro de la autoestima.

• Que, aunque primero, parezca que todas esas sustancias estimulantes nos ayudan a insertarnos en la sociedad y a olvidar los problemas, nos conducen irremediablemente al completo aislamiento.

Esperamos que el post de hoy os haya resultado de vuestro interés y quedamos para el próximo.

Fuentes:

Archivo propio

Cribado_practicas_chemsex.pdf (sanidad.gob.es)

Informe sobre chemsex en España (sanidad.gob.es)

ANEXO Reducción de riesgos en chemsex (sanidad.gob.es)

Abordaje_salud_mental_chemsex.pdf (sanidad.gob.es)