Honduras

Acelerando la acción local en crisis humanitarias y de salud

La población hondureña sigue luchando contra graves retos humanitarios. Honduras se enfrenta a crecientes riesgos de múltiples dimensiones y superpuestos en un contexto de extrema fragilidad, exacerbado por una crisis de inseguridad alimentaria, violencia, movilidad humana, cambio climático y desastres. La prevalencia de la migración irregular ha convertido a Honduras en un país de origen, tránsito y retorno de migrantes y personas refugiadas que desborda las capacidades de respuesta del país ante las necesidades humanitarias y de protección que presenta esta población en movimiento, especialmente en la frontera sureste.

Cruz Roja Española, junto a la Federación Internacional de Cruz Roja y la Media Luna Roja, están apoyando a la Cruz Roja Hondureña desde 2021 en el fortalecimiento de las capacidades locales de respuesta en cinco ámbitos prioritarios, con el financiamiento del Departamento de Protección Civil y Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (DG ECHO). Esta intervención en Honduras forma parte de un programa global, liderado por la Federación Internacional de Cruz Roja y la Media Luna Roja en 24 países con apoyo de DG ECHO, en el marco de una asociación programática que ha permitido un alcance más global de las iniciativas de mejora la preparación local antes emergencias, crisis y desastres.

Uno de estos ámbitos prioritarios ha sido la mejora de las capacidades locales de gestión del riesgo de desastres ante catástrofes naturales, principalmente apoyando a las comunidades y organizaciones comunitarias para prepararse ante la posibilidad de que se produzcan emergencias climáticas. Se ha entregado equipamientos y equipo de rescate a comités comunitarios y municipales y se han fortalecido los sistemas de alerta temprana en comunidades del Valle de Sula, en el Corredor Seco del País, a menudo afectadas por eventos climáticos extremos como inundaciones y deslizamientos recurrentes, en coordinación con COPECO (Comité Permanente de Contingencia del estado de Honduras).

Un elemento central de las actividades de preparación ha sido impulsar micro proyectos de protección de los medios de vida, en concreto en comunidades del municipio de San Nicolás, con un enfoque climáticamente inteligente en su diseño, ya que incorporan nuevas tecnologías y prácticas para prevenir enfermedades, plagas y otras afectaciones derivadas de los efectos del cambio climático que afectan los cultivos cafetaleros.

En el ámbito de la salud, el proyecto ha contribuido también en la mejora de la preparación y capacidad de respuesta antes epidemias y pandemias de las comunidades participantes mediante la formación de integrantes de los comités de salud en primeros auxilios, prevención de enfermedades de transmisión sexual (ETS), prevención y control del dengue, nutrición, apoyo psicosocial y cambio climático, siempre con el fin de mejorar la capacidad de respuesta de las comunidades ante emergencias sanitarias y desastres naturales. Se pretende impulsar mecanismos comunitarios de vigilancia para prevenir brotes de enfermedades, promoviendo detección temprana y en su caso derivación de personas enfermas a los Centros de Salud.

Es muy importante la educación en salud sexual y reproductiva y para ellos se dan sesiones educativas en escuelas y comunidades y que van dirigidas a padres, profesores y adolescentes.

Además, en este pilar fundamental de salud incluido en el proyecto, se ha realizado un esfuerzo importante en mejorar la atención a víctimas de violencia sexual y de género, con la elaboración de protocolos de atención estandarizados y la formación de profesionales de la salud, coordinando con las instituciones y servicios de salud y el Ministerio Público para asegurar el fortalecimiento de los sistemas locales de salud.

Como se mencionaba al inicio, uno de los principales retos que enfrenta Honduras es la crisis de movilidad humana que afecta a toda la región. El proyecto ha promovido la asistencia humanitaria y protección para las personas desplazadas y migrantes en tránsito, así como a población local de comunidades de acogida en situación de vulnerabilidad, incluyendo la gestión (atención primaria y derivación) de casos críticos de salud. Las capacitaciones en Primeros Auxilios y Soporte Vital Básico a voluntarios y técnicos del Cruz Roja Hondureña que trabajan en los puntos de asistencia humanitarios permite alcanzar a los migrantes en la zona. Se pone además especial énfasis en la identificación de niñas y niños y mujeres embarazadas y lactantes con la finalidad de monitorear su estado nutricional.

 

 

Para lograr un mayor impacto es fundamental la coordinación con la Secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) para la identificación, derivación y seguimiento de familias deportadas in condiciones de alta vulnerabilidad, así como con la OIM (Organización Internacional para las Migraciones) para la derivación y seguimiento de casos de retorno voluntario y con ACNUR para gestión de caso de solicitante de asilo en condición de calle.

Por otro lado, la atención en salud que se realiza con población migrante y desplazada tiene un fuerte enfoque de atención psicosocial grupal e individual, herramienta de soporte emocional a los traumas padecidos a lo largo de la ruta migratoria. 

En coordinación con otras asociaciones no gubernamentales y con autoridades de salud, se promueve la identificación, atención de emergencia y derivación de casos de víctimas de violencia sexual, trata de personas, trastornos mentales, cirugía y retorno asistido, que incluye además la atención a las necesidades específicas de protección.

Una de las modalidades de asistencia priorizada es la asistencia en efectivo, que permite dar una respuesta rápida, personalizada y efectiva tanto en metálico como mediante la entrega de cupones canjeables con cobertura nacional y adaptables a diferentes perfiles en emergencias: tarjetas precargadas para compra en supermercado. Esta asistencia en efectivo se destina tanto a personas migrantes en tránsito, deportadas y solicitantes de asilo con alta vulnerabilidad, como a personas vulnerables de las comunidades de acogida, y a personas evacuadas en albergues temporales afectadas por inundaciones. Esta modalidad de asistencia mediante entrega de cupones se ha utilizado para fomentar la construcción y rehabilitación de letrinas en comunidades afectadas por inundaciones, con alto riesgo de sufrir brotes de enfermedades trasmisibles por el agua. 
 

 

La Cruz Roja Hondureña gestiona más del 50% de la ayuda humanitaria que distribuye a través de estas herramientas de asistencia, fomentando la dignificación de la ayuda y favoreciendo una adecuación mayor a las necesidades concretas de la población receptora.

La Cruz Roja Hondureña promueve una política continua de Participación Comunitaria y Rendición de Cuentas en todas sus actividades, dirigidas tanto a las personas beneficiarias como al personal interno. Bajo este enfoque, a lo largo del programa se ha trabajado en la Prevención de la Explotación, el Abuso y el Acoso Sexuales (PEAS). Esto se ha desarrollado una red de formadores en Participación Comunitaria y rendición de Cuentas a lo largo del país en los 53 Consejos de CRH en la que se recoge y se sistematizan de forma continua, las opiniones de las personas migrantes en tránsito a través de buzones de sugerencias y quejas en los 5 Puntos de Atención Humanitaria habilitados.

Se ha desarrollado una Plataforma digital de base de datos que visibiliza todos los proyectos, alcances y rinde cuentas de la gestión financiera.