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Tuberculosis: El desafío de controlar una epidemia que sigue amenazando a la salud en el mundo
Actualidad
oct
15
2020
15 octubre Tuberculosis: El desafío de controlar una epidemia que sigue amenazando a la salud en el mundo

Definición

La tuberculosis (TBC) es una enfermedad transmisible causada por la bacteria (Mycobacterium Tuberculosis) descubierta por el médico alemán Robert Koch en 1882.

Está estrechamente asociada a la inequidad en las condiciones de vida y a las barreras de acceso a servicios sanitarios. Por ello, su abordaje en el siglo XXI es necesariamente multidisciplinar, interterritorial e intersectorial con un enfoque basado en el paciente y con respeto a los Derechos Humanos.

 

Cómo se transmite

Es una infección que mayoritariamente afecta a los pulmones pero también puede llegar a la columna vertebral, los riñones y el cerebro.

Se suele transmitir de persona a persona a través del aire. Cuando una persona con tuberculosis pulmonar tose, estornuda o escupe, expulsa bacilos tuberculosos y basta con que alguien inhale unos pocos para quedar infectada.

Si no se trata convenientemente esta enfermedad puede ser mortal

Existen dos afecciones relacionadas con la tuberculosis: la infección de tuberculosis latente (LTBI, por sus siglas en inglés) y la enfermedad de tuberculosis. (TBC).

Aproximadamente una cuarta parte de la población mundial tiene «tuberculosis latente», término aplicado a las personas infectadas por el bacilo pero que (aún) no han enfermado ni pueden transmitirla.

Aunque en el 90% de las personas infectadas la respuesta inmunitaria es suficiente para evitar el desarrollo de enfermedad y los bacilos permanecen en estado latente, en el otro 10% la infección causa enfermedad y se producen manifestaciones clínicas.

Alrededor de la mitad de los hijos e hijas de madres afectadas de tuberculosis activa desarrolla la enfermedad durante el primer año de vida si no reciben tratamiento con antibióticos o si no se les vacuna.

En zonas geográficas donde la tuberculosis bovina o caprina es común, el ganado también actúa de reservorio, por lo que se puede transmitir la enfermedad por vía digestiva si se consumen leche o productos lácteos sin pasteurizar, o por vía aérea a granjeros y personas que manipulan animales, en países donde la TBC es muy frecuente.

La tuberculosis no se transmite por:

  • Darle la mano a alguien

  • Compartir alimentos o bebidas

  • Tocar la ropa de cama o los inodoros

  • Compartir el cepillo de dientes

  • Besarse

 

Periodo de incubación

El periodo de incubación, desde la infección hasta la aparición de la lesión primaria (positivización tuberculínica), es de 2 a 10 semanas y, sin embargo, el tiempo entre la infección y el desarrollo de la enfermedad puede ser de meses o años. El riesgo de padecer la enfermedad es mayor en los primeros 6-12 meses siguientes a la infección, especialmente en niños de corta edad.

 

Factores de riesgo

La infección por VIH es una de las principales causas de desarrollar tuberculosis. Además, hay otras como son la diabetes, la silicosis, la desnutrición, estar en tratamiento con terapia inmunosupresora, la insuficiencia renal crónica, las neoplasias, entre otras.

Las personas infectadas con el bacilo tuberculoso tienen un riesgo de enfermar a lo largo de la vida de un 5-15%.

 

Síntomas

Los síntomas de la enfermedad de tuberculosis dependen del área del cuerpo donde se estén multiplicando las bacterias que la generan.

En términos generales los más comunes son:

  1. Tos intensa que dura 3 semanas o más.

  2. Dolor en el pecho.

  3. Tos con sangre o esputo (flema que sale desde el fondo de los pulmones).

  4. Debilidad o fatiga.

  5. Pérdida de peso.

  6. Falta de apetito.

  7. Escalofríos.

  8. Fiebre.

  9. Sudores nocturnos.

 

Pruebas de detección

Las pruebas pueden ser de una muestra de piel o sangre y determinan si la persona se ha infectado; pero no si la tuberculosis está latente o activa.

Los profesionales de la salud recomendarán la prueba de tuberculosis más indicada para cada paciente.

Una mujer embarazada y su bebé se enfrentan a un riesgo mayor si la enfermedad de tuberculosis no se diagnostica ni trata.

La prueba cutánea de la tuberculina se considera válida y segura durante todo el embarazo. Las pruebas de sangre para detectar la tuberculosis también son seguras para usar durante el embarazo, pero no se han evaluado para diagnosticar la infección de tuberculosis en mujeres embarazadas. Es necesario hacer otras pruebas para determinar si una persona tiene enfermedad de tuberculosis.

 

Tratamiento y prevención

Lleva mucho más tiempo que el de otros tipos de infecciones bacterianas. Después de tomar antibióticos por unas semanas, una persona no contagia, pero sigue teniendo tuberculosis. Para curarse debe tomar antibióticos durante al menos seis a nueve meses. La duración del tratamiento depende de la salud general, la edad y otros factores.

Es importante tomar los antibióticos todo el tiempo que indique el profesional sanitario, aunque la persona se sienta mejor. Si deja de tomarlos antes, la infección podría reaparecer.

La prevención de la tuberculosis pasa por la detección precoz de la enfermedad, de manera que se pueda evitar la transmisión a otras personas. La OMS recomienda la vacunación con BCG a todos los recién nacidos en países con alta incidencia, incluyéndola en el calendario infantil de forma sistemática. Debe administrarse sólo una vez, ya que no está probada la eficacia de la revacunación.

La efectividad de la vacuna es muy limitada y no llega a niveles de prevención epidemiológica como los logrados, por ejemplo, con el sarampión, por lo que la prevención pasa por crear estrategias de programas de control de contactos de las personas infectadas, aunque admite que estas medidas suponen la elaboración de estrategias muy costosas a nivel comunitario y el empleo de muchos recursos, lo que hace muy complicada la prevención en países pobres.

La BCG está contraindicada en personas que hayan desarrollado la fase sida, independientemente de la edad que tengan.

En cuanto a la alimentación, si se viaja a una zona afectada por la enfermedad hay que evitar tomar leche o cualquier producto lácteo que no haya sido pasteurizado.

 

La situación en España

El Ministerio de Sanidad ha resuelto priorizar la identificación de infección tuberculosa latente y el estudio de contactos para evitar la progresión a enfermedad y detener la transmisión.

Para lograrlo la gestión debe centrarse en el acceso universal a la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento.

Estos objetivos se podrán alcanzar garantizando la aplicación de la vacuna BCG para personas en contacto con personas infectadas, especialmente infancia y juventud, y personal sanitario.

 

El reto global

  • Según datos de la Organización Mundial de la Salud la tuberculosis es una de las diez causas principales de muerte en el mundo.

  • En 2018 enfermaron 10 millones de personas, de las cuales 1,5 millones fallecieron a causa de esta infección (entre ellas, 251 000 personas con VIH).

  • La TBC es la causa principal de muerte de personas VIH-positivas.

  • Se calcula que en 2018 enfermaron de TBC 1,1 millones de niños y niñas, de los cuales 251.000 fallecieron a causa la enfermedad (entre ellos, niños con TB asociada a VIH).

  • Se estima que entre 2000 y 2018 se salvaron 58 millones de vidas gracias al diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis.

Poner fin a la epidemia de tuberculosis para 2030 es una de las metas relacionadas con la salud de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Cruz Roja Española forma parte de la Red Solidaria contra la TBC  (https://www.redtbs.org) contribuyendo a sensibilizar a la población, al diagnóstico precoz y a ayudar a que las personas más vulnerables que están enfermas de tuberculosis realicen su tratamiento completo.

 

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