Una de las certezas que se tienen con respecto al VIH, desde que se descubrió en la década de 1980, es que solamente se puede saber si hay infección a través de las pruebas de detección de anticuerpos. El diagnóstico precoz es imprescindible en el caso de que el resultado sea positivo y haya que iniciar un tratamiento antirretroviral.

Las pruebas de VIH han ido evolucionando de tal manera que en la actualidad se ha reducido considerablemente el periodo ventana que en principio era de seis meses, mientras que ahora una Elisa de cuarta generación, con extracción de sangre, es concluyente al mes y medio.

La detección temprana favorece el inicio del tratamiento médico, mejora la calidad de vida de la persona infectada y reduce de manera significativa la posibilidad de transmisión del virus. La realización de los test serológicos se considera la medida preventiva más importante para el control de la infección por el VIH.

Cada 20 de octubre se celebra el Día de la Prueba del VIH, con el objetivo de fomentar el diagnóstico precoz de la Infección causante del Sida. Además, sirve para sensibilizar a la población de la importancia de prevenir los nuevos casos que ocurren año tras año.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) hay unos 8 millones de personas que aún no han sido diagnosticadas.

Características de la prueba

Es fundamental saber que ni una analítica rutinaria, ni cualquier análisis de sangre servirá para establecer el diagnóstico de VIH; porque se necesita realizar una prueba específica que es voluntaria y confidencial.
Es obligatoria en los siguientes casos: 

• Trasplantes de órganos.

• Donaciones de sangre, plasma sanguíneo y productos hemoderivados.

• Técnicas de reproducción asistida.

Tipos de pruebas

• 3ª generación, detectan anticuerpos (defensas que produce el organismo para combatir al virus) y son concluyentes a las 12 semanas de la última práctica de riesgo.

• 4ª generación, se extrae sangre de la vena del brazo en un laboratorio y detectan además del anticuerpo el antígeno p24. Tiene un periodo ventana de 6 semanas desde la última práctica de riesgo. 

Según el tipo de prueba se utilizan muestras de sangre o saliva.

Se denominan pruebas rápidas (periodo ventana de 84 días) a las que consiguen el resultado en unos 30 minutos, mientras que a través de las pruebas convencionales la obtención del resultado puede variar entre 1 a 15 días.

Actualmente están disponibles también los autotest que se pueden adquirir en farmacias y cuyo periodo ventana es de 12 semanas.

Biología molecular, son pruebas basadas en ARN o genoma (PCR, NAT)

La PCR es una prueba de detección directa del virus. Las siglas en inglés significan la reacción en cadena de la polimerasa. No es una prueba concluyente y siempre se debe complementar con otra de tercera o cuarta generación para considerar el resultado definitivo.

Esta prueba no se realiza habitualmente en la Sanidad Pública, excepto en los hospitales en casos muy concretos (violaciones, recién nacidos, emergencias…).
Western Blot es el segundo nivel de prueba serológica para confirmar un resultado positivo de las pruebas de tamizaje o screening (Elisas y similares). Un valor positivo indica que la persona está infectada de VIH, si es negativo significa que no hay infección y si el resultado es indeterminado, como no se puede decidir si hay infección o no, hay que repetir la prueba. 

Resultados

Si se respeta el periodo ventana de la prueba y el resultado es negativo se considera concluyente y no es necesario repetirla. Pero hay algunas excepciones en las que se debería repetir la prueba a los 6 meses:

• Padecer enfermedades inmunodepresoras como el cáncer.

• Tener la enfermedad autoinmune llamada lupus.

• Tomar medicación inmunodepresora para evitar el rechazo de algún injerto o trasplante de órganos.

• Recibir radioterapia o quimioterapia.

Todos estos son casos muy específicos en los que se podría retrasar la aparición de los anticuerpos. Si ninguno es nuestro caso, el negativo será definitivo si se cumplió el periodo ventana.

Situaciones en las que es necesaria la prueba

• Una mujer que esté o piense quedarse embarazada.

• Haber compartido material inyectable para el uso de drogas.

• Proceder de algún país con alta prevalencia de VIH.

• Sufrir una exposición de riesgo ocupacional.

• Ser víctima de una agresión sexual.

• Haber tenido alguna ITS, tuberculosis o hepatitis

• Tener prácticas sexuales (penetración anal, vaginal, sexo oral activo, rotura de preservativo) con personas de las que no sepamos su estatus serológico.

• Querer dejar el uso del preservativo en una relación estable.

• Personas trabajadoras del sexo (mujeres, hombres y transexuales).

¿Dónde hacerse la prueba?

• Centros de atención primaria (médico de cabecera).

• Centros de planificación familiar.

• Centros de diagnóstico y prevención de ITS.

• Farmacias.

• Laboratorios de análisis clínicos.

• Organizaciones no gubernamentales (ONG).

• Centros de Atención especializada.

Importante

El diagnóstico tardío del VIH sigue siendo uno de los problemas a resolver en el mundo y siempre las pruebas de detección deben ser el punto de partida de toda intervención sanitaria para terminar con esta infección.

Fuentes:

• Organización Mundial de la Salud

• Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social

• Servicio Info-Prevención VIH/ITS/TBC Cruz Roja