Jerónima es una mujer risueña que, a pesar de las dificultades que sufre, nunca le falta una sonrisa. En cambio, Ramona, es muy introvertida.
A pesar de ser perfiles bastante diferentes, se complementan muy bien y han hecho una piña bastante buena, nos cuentan Juana y Julián, personas voluntarias de Cruz Roja.
Ambas mujeres se conocieron gracias a las actividades que realizamos en Cruz Roja para paliar la soledad de las personas mayores y, cada semana, desean que llegue el día de la Actividad para ir a pasárselo bien.
“Los personas voluntarias son encantadoras , para mí son de la familia”, dice Jerónima.
Actividades como estas transforman a estas personas y hacen de ellos las personas que han sido toda la vida.

Si no puedes visualizar el vídeo, haz clic aquí.