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Día Mundial contra la Hepatitis Vírica
Actualidad
jul
28
2023
28 julio Día Mundial contra la Hepatitis Vírica

Según la información que dispone la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 80% de las personas que conviven con hepatitis vírica no tienen un tratamiento garantizado ni acceso a una adecuada atención médica.

Por eso, para mejorar la respuesta frente a este problema de salud pública global cada 28 de julio se celebra El Día Mundial contra la Hepatitis, que, con sus diferentes tipos (A, B, C, D y E), genera insuficiencia hepática, cirrosis y cáncer con una alta tasa de mortalidad.

Desde 2008 la OMS eligió esta fecha que es cuando nació el doctor Baruch Blumberg, galardonado con el Premio Nobel, tras descubrir el virus de la hepatitis B e inventar una prueba diagnóstica y la vacuna en 1982.

El hígado es uno de nuestros órganos esenciales que se encarga de procesar todos los nutrientes que necesitamos para vivir, de filtrar la sangre, de producir bilis y controlar el nivel de hormonas, entre otras funciones. 

La hepatitis es la inflamación del hígado y las cinco cepas principales son: A, B, C, D y E. Si bien todas ellas causan problemas de salud, los tipos B y C provocan enfermedad crónica en cientos de millones de personas y, en su conjunto, son las más mortales porque están relacionadas con cirrosis hepática y cáncer hepático.

Tanto la hepatitis A como la B son prevenibles a través de las vacunas y de acuerdo con un estudio de la OMS se determinó que desde la actualidad hasta 2030 se podrían evitar unos 4,5 millones de muertes. En ese sentido dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se pretende reducir en un 90% las nuevas infecciones.

El año pasado surgieron brotes de hepatitis infantil aguda de origen aún no determinado, que, en principio, no fueron provocados pon ninguna de las cepas conocidas y los científicos y los organismos internacionales de salud están trabajando para saber cuál es el patógeno que produce este tipo de infecciones.
Es necesario recordar que las infecciones por los distintos tipos de hepatitis vírica se han extendido y afectan a 400 millones de personas en todo el mundo, más de 10 veces el número de quienes conviven con el VIH. 

 

Las cinco cepas conocidas

Hepatitis A (VHA)

Se transmite al estar en contacto con alimentos o agua contaminadas con heces.

También se puede contraer a través prácticas sexuales oroanales.

En la mayoría de los casos la infección no requiere tratamiento, suele desaparecer al cabo de unas semanas y nunca se vuelve crónica.

La prevención pasa por lavarse las manos tras usar el baño y antes de preparar alimentos. No compartir, ni cubiertos, ni platos, ni cepillos de dientes.
Al viajar, sobre todo en países en desarrollo, debemos prestar atención con el agua (siempre embotellada, evitar cubitos de hielo) y la comida (evitar alimentos crudos o poco cocinados). 

La vacuna para este tipo de hepatitis tiene una eficacia de casi el 100%.

Hepatitis B (VHB)

De acuerdo con datos de la OMS en el mundo hay cerca de 260 millones de personas con infección crónica de hepatitis B.

Su transmisión es a través de prácticas sexuales sin protección, por compartir objetos que tengan sangre (jeringuillas, tatuajes, piercing, cepillos de dientes, etc.) y de una madre infectada a su bebé durante el parto.

Esta cepa puede causar cáncer de hígado y cirrosis, pero si se detecta a tiempo se puede tratar y evitar que progrese.

La vacuna para la hepatitis B ha bajado bastante la incidencia de esta infección.

Hepatitis C (VHC)

Se transmite, principalmente, mediante la sangre (compartir jeringuillas, hacerse tatuajes o piercing) y también puede transmitirse por prácticas sexuales desprotegidas.

Uno de los mayores inconvenientes a nivel prevención es que esta cepa no tiene vacuna.

La mejor manera de evitarla es la de no compartir jeringuillas ni objetos cortantes que pudieran tener sangre infectada y usando siempre el preservativo y las barreras de látex.

Hepatitis D (VHD)
La particularidad de este virus es que para desarrollarse necesita que haya infección de hepatitis B, de no ser así no es posible.

La coinfección de hepatitis B y D pueden generar una enfermedad más grave.

Las vías de transmisión son las mismas que las de la hepatitis B.

Hepatitis E (VHE)

Se transmite, igual que la hepatitis A, a través del consumo de alimentos contaminados (hielo, frutas y verduras crudas sin lavar…) o agua que contenga el virus. 
Por el momento no hay vacuna para la hepatitis E.  

Su prevención se basa en aplicar las medidas higiénicas y evitar el consumo de bebidas y alimentos contaminados. Tampoco causa enfermedad crónica.

Más allá de la mayor o menor gravedad de estos tipos de hepatitis víricas descritos la conclusión es que son prevenibles y se pueden tratar sin llegar a casos graves con un diagnóstico precoz.

 

Fuentes

Organización Mundial de la Salud (OMS)

Archivo propio

Hepatitis (who.int)

Día Mundial contra la Hepatitis Vírica (diainternacionalde.com)

 

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