Día Internacional de la Hepatitis C - Cruz Roja
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Compromiso Colectivo es el lema, del Servicio Info Prevención VIH, ITS, TB de Cruz Roja Española, elegido este año para celebrar el 1 de octubre el Día Internacional de la Hepatitis C (VHC), momento oportuno para concienciarnos de que con esta cepa del virus conviven alrededor de 180 millones de personas en el mundo y que puede causar graves problemas de salud si no es abordada terapéuticamente.
La hepatitis C generalmente no presenta síntomas, por eso se la conoce como la “enfermedad silenciosa”. Puede desarrollarse de forma aguda o crónica y el periodo de incubación oscila de dos a seis meses (la etapa aguda se produce en los seis meses siguientes a la exposición y posterior infección).
En los casos en que se manifestaran los síntomas podrían ser los siguientes: fiebre, cansancio, inapetencia, vómitos, náuseas, dolor articular o abdominal y coloración amarillenta en la piel y ojos (ictericia).
Debido a que todavía no hay una vacuna, como ocurre con las cepas A y B, es imprescindible recordar la importancia del uso del preservativo en las prácticas sexuales desprotegidas y evitar el contacto con sangre que pudiera estar infectada.
En la actualidad los nuevos medicamentos para tratar esta infección tienen una gran eficacia y lo que se debe evitar es que progrese a cirrosis o cáncer hepático.
Sin tratamiento la hepatitis C aguda evoluciona a la cronicidad en un 55-85% de los casos y puede desembocar en insuficiencia hepática y cáncer de hígado, siendo la causa principal de cirrosis y trasplante hepático.
La mejor manera de celebrar este día es haciéndonos la prueba si sospechamos de una posible infección, teniendo hábitos de vida saludable o acompañando a alguien que conviva con el virus.
El Área de Salud de Cruz Roja y el Servicio Info Prevención VIH/ITS/TBC llevan adelante una campaña frente a la Hepatitis C destinada a la población general, pero haciendo hincapié en los colectivos más vulnerables.
Los objetivos fundamentales son:
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Frenar la transmisión de la VHC a través del acceso universal a la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento.
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Mantener la tasa de incidencia de VHC en niveles considerados bajos.
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Mejorar la tasa de éxito de tratamiento en todas las formas de la VHC.
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Promover el diagnóstico precoz de la enfermedad, para favorecer el rápido inicio del tratamiento.
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Evitar la discriminación de las personas afectadas por la VHC.
La Agenda 2030 en lo que se refiere a hepatitis víricas se plantea reducir en un 90% las nuevas infecciones crónicas y 65% la mortalidad en comparación con los progresos de 2015.