En cualquier aspecto relacionado con nuestra salud la información científica y contrastada, así como el adecuado asesoramiento de profesionales de la medicina son dos elementos fundamentales para cuidarnos bien.

Hoy vamos a conocer básicamente algunas infecciones menos comunes que no por ello dejan de ser importantes.

Tricomoniasis
Es una infección producida por el parásito Trichomonas vaginalis que se transmite por relaciones sexuales vaginales sin protección.

Este parásito causa infección vaginal y cuando hay sintomatología se manifiesta entre los tres y veintiocho días de la práctica mediante picor, inflamación de ganglios y dolor al orinar en el caso de las mujeres. En los hombres es poco habitual que haya síntomas, de haberlos se presentan como sensación de quemazón al orinar o escozor en el interior del pene.

También se la puede transmitir una madre a su bebé durante el parto. La localización en otras partes del cuerpo como el ano o la boca, son posibles, aunque no frecuentes.

Se puede diagnosticar mediante pruebas microscópicas y el tratamiento es con antibióticos.

Molusco contagioso
Es una infección causada por un virus de la familia poxviridae, afecta sobre todo a piel y mucosas, frecuentemente en extremidades superiores y tronco, y aparece en áreas genitales. 

Es muy común que se trasmita en la infancia en las piscinas de agua cálida. Este virus también se puede contraer en contacto con juguetes, toallas o ropas que estén infectadas.

Cuando aparece exclusivamente en zonas genitales es considerada una ITS y las lesiones a simple vista podrían confundirse con el herpes, pero la diferencia con éste es que son indoloras.

El tiempo de incubación (periodo ventana) va de tres a doce semanas.

Los síntomas suelen ser unas pápulas (erupciones) semiesféricas de color blanco o amarillento que no pican.

El diagnóstico se realiza mediante una biopsia de la lesión.

Para el tratamiento en el consultorio se utiliza la crioterapia con nitrógeno líquido, si es en casa se aplican cremas tópicas en las lesiones. 

En muchas situaciones el Molluscum contagiosum desaparece de manera espontánea, sin tratamiento.

Pediculosis pubis (piojos o ladillas)
El nombre científico de las ladillas es Phtirus pubis. Son insectos ectoparásitos (que viven en la superficie de otro organismo), tienen seis patas, un color amarillento o marrón y miden de uno a tres milímetros.

Suelen infectar el área vellosa de la zona púbica donde ponen sus huevos y se propagan de una persona a otra durante una práctica sexual, también se pueden ubicar en el vello de las axilas y las cejas, pero jamás en el cuero cabelludo.

Otras de las vías de transmisión son las prendas de vestir y la ropa de cama. En estos casos las ladillas no pueden vivir más de 24 horas fuera de su huésped.
Los síntomas pueden aparecer al poco tiempo de la infección en forma de picazón (salen unos puntitos en el lugar de la picadura) que suele aumentar en la noche o puede ocurrir que no haya ninguna sintomatología hasta dos o cuatro semanas después del contacto con el parásito.

Para diagnosticar esta infección se puede hacer a través del microscopio y en el caso de las niñas y niños de poca edad, para evitar una irritación ocular, se les deben examinar con lupas potentes las pestañas por si hubiera presencia de piojos púbicos.

Para la mayoría de los casos como terapia se aplican lociones y cremas que matan a los piojos y sus liendres (huevos). Mientras se esté realizando el tratamiento es recomendable lavar las prendas de vestir y la ropa de cama como mínimo a 55ºC durante veinte minutos.

Chancroide
Es una infección producida por la bacteria Haemophilus ducreyi. Se trasmite por contacto sexual sin preservativo con las lesiones abiertas donde se halla el patógeno.

Tiene un periodo de incubación de entre siete y catorce días en el que aparecen unas úlceras muy dolorosas de bordes irregulares grisáceas o sanguinolentas, acompañadas de la inflamación (adenopatía) de los ganglios de la ingle.

En los hombres, generalmente, se origina una úlcera (puede estar localizada en el prepucio, glande, escroto o uretra). En cambio, en las mujeres aparecen varias úlceras (en labios mayores y menores, muslos y región perianal).

El diagnóstico es clínico y se utilizan diferentes técnicas microscópicas tomando una muestra de las lesiones y siempre se deben descartar la sífilis y el VIH, ya que puede darse una coinfección con estas ITS.

El tratamiento es sencillo con antibióticos por vía intramuscular o vía oral. Como las lesiones suelen ser bastante molestas y dolorosas se recomienda tomar también algún analgésico.

El método más eficaz de prevención de esta infección es el uso correcto del preservativo.

Mononucleosis
Conocida coloquialmente como la enfermedad del beso es causada por el virus de Epstein Barr (otro de los microorganismos que la puede ocasionar es el citomegalovirus). Se calcula que afecta al 95% de las personas en todo el mundo.

Se trasmite a través de la saliva, sobre todo, entre los 15 y 17 años de edad.

Los síntomas más comunes que presenta son: fiebre, dolor de garganta, fatiga, dolores musculares e inflamación de los ganglios linfáticos, especialmente en el cuello.
El diagnóstico consiste en pruebas de anticuerpos y conteo de glóbulos blancos (estarán más altos de lo normal si el resultado es positivo).

Para esta infección no hay tratamiento ni vacunas. Simplemente hay que aliviar los síntomas (bajar la fiebre, tomar analgésicos) hasta controlarla totalmente.
Como el virus puede vivir varias horas fuera del cuerpo hay que evitar los besos con una persona con mononucleosis y no compartir vasos, cubiertos o cepillos de dientes hasta que desaparezcan los síntomas.

Vaginosis bacteriana
La vaginosis bacteriana es la alteración de la microbiota o flora vaginal que se produce cuando disminuyen las bacterias Lactobacillus que mantienen el equilibrio normal de esa zona genital.

No se la considera una ITS propiamente dicha. En muchos casos se produce de una manera asintomática, pero cuando hay síntomas, los más reconocibles son la alteración del flujo vaginal, escozor al orinar o picor en la zona vaginal.

Las duchas vaginales también son un ámbito propicio para que se produzca este desequilibrio entre bacterias buenas y malas, hablando de manera coloquial.
Para detectar esta infección se toma una muestra de las secreciones y se analiza en el laboratorio.

El tratamiento se hace con antibióticos y es importante, porque si no, puede causar problemas de partos prematuros, enfermedad inflamatoria pélvica y facilitar la infección por VIH y otras ITS.

Los modos de prevención consisten en evitar la irritación vaginal, no utilizar duchas vaginales que alteran precisamente la flora y utilizar protección en las prácticas sexuales. 

Escabiosis (Sarna)
Es una infección cutánea que se trasmite por un ácaro muy pequeño llamado Sarcoptes scabei. La incidencia más alta se está asociada al hacinamiento y a catástrofes naturales. Aunque no es una ITS porque se trasmite también a través de prácticas sexuales con alguien que tenga la infección mediante el contacto piel con piel. En los niños la trasmisión es convivencial.

Los animales no trasmiten este tipo de sarna y es muy improbable infectarse en una piscina, mediante prendas de vestir o ropa de cama. Con la excepción del tipo conocido como sarna costrosa. 

El tiempo de incubación varía entre las dos y seis semanas cuando empiezan a aparecer lesiones que pican mucho entre las muñecas, dedos, tobillos, axilas, espalda, nalgas y región genital.

El diagnóstico se realiza mediante el raspado de la piel afecta y se busca microscópicamente si hay ácaros o huevos.

El tratamiento es con cremas específicas o fármacos vía oral bajo receta médica.

Para prevenir la escabiosis hay que evitar el contacto con personas que no hayan terminado el tratamiento, mantener una buena higiene personal y aspirar alfombras y moquetas donde podrían habitar estos ácaros, lavar ropa y sábanas con agua caliente, así como ventilar las habitaciones.

Fuentes:
Archivo propio
infecTransmSexual.pdf (sanidad.gob.es)
Tricomoniasis - OPS/OMS | Organización Panamericana de la Salud (paho.org)
Vaginosis bacteriana - Síntomas y causas - Mayo Clinic
Centers for Disease Control and Preventio de Estados Unidos (CDC)