1 de diciembre de 2020: Día Mundial de la Respuesta al VIH - Cruz Roja
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Cada año, el día 1 de diciembre, las personas que vivimos y/o trabajamos con VIH nos paramos por un momento para sentir y reflexionar sobre este virus que ha cumplido ya 37 años de historia y por el que cada año continúan diagnosticándose alrededor de 3.500 casos en España y más de 1,7 millones en todo el mundo.
Es un momento de conmemoración, de sentimientos encontrados, de celebraciones por los logros alcanzados, de tristeza por las personas que hemos perdido y de frustración por el estigma y la discriminación que siguen presentes.
Desde el Servicio Info-Prevención VIH/ITS/TBC queremos aprovechar esta conmemoración para mostraros un resumen del estado actual de la infección por VIH en el mundo.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) nos informa de la situación de la infección por el VIH en el mundo a través de su agencia específica ONUSIDA; y sobre temas específicos de las mujeres a través de su Agencia ONU Mujeres. El VIH afecta de forma diferente a las mujeres. Si seguimos un modelo dicotómico de diferenciación sexual, debemos tener en cuenta que no solamente en cuanto a la mayor vulnerabilidad que supone la mucosa vaginal frente al glande, sino también porque las mujeres, así como las niñas y niños, siguen siendo más vulnerables frente a la violencia sexual o el mantenimiento de relaciones sexuales no consentidas, lo que incluye mantener relaciones sexuales sin preservativo, y en ocasiones, sin consentimiento.
Epidemiología del VIH
En la última actualización de ONUSIDA al cierre de 2019, indica que 1,7 millones de personas fueron diagnosticadas por VIH en 2019 en todo el mundo, estas personas se suman a los más de 38 millones de personas que ya vivían con VIH.
Entre ellas, más de 36,2 millones son personas adultas y 1,8 menores de 14 años. Y en ambos grupos, la proporción de mujeres se sitúa cercana al 50%, 48% de nuevos diagnósticos en todo el mundo, aunque en zonas como el África subsahariana llega a alcanzar el 54%.
La epidemia por VIH no es solo una cuestión médica, las condiciones de vida material, social o pertenecer a grupos sociales vulnerables, aumenta el impacto de la infección en las personas.
En total, desde el inicio de la pandemia, 77,7 millones de personas han contraído la infección por VIH y solo en el último año (2019), 690 mil personas murieron por enfermedades relacionadas con el sida en el mundo sumándose al total de las más de 32,7 millones de personas fallecidas por enfermedades relacionadas con el sida.
El 81% de las personas que vivían con VIH en 2019 conocía su estado serológico con respecto al VIH, que nos deja, alrededor de 7,1 millones de personas que no sabían que estaban viviendo con VIH según ONUSIDA.
Por otra parte, en 2019 de los más de 38 millones de personas que vivían con VIH, solamente 25,24 millones de personas tenían acceso a la terapia antirretroviral.
Si queremos abordar los aspectos específicos de la infección por VIH, debemos detenernos brevemente en conocer los avances que se han producido entorno a la prevención, detección y tratamiento del VIH.
Prevención
En nuestro territorio, siguiendo las directrices acordadas en el Plan Estratégico de Prevención y Control del VIH y otras ITS prorrogado hasta 2020, los esfuerzos han ido dirigidos sobre todo a incrementar los conocimientos frente a la infección por VIH y otras ITS y disminuir la incidencia de estas infecciones.
Sumadas a las campañas de prevención y la distribución de materiales preventivos como el preservativo interno o externo o intercambio de jeringuillas, se está adoptando la Profilaxis Pre-Exposición (PrEP) como estrategia de prevención en las personas con mayor riesgo de infección por VIH. Esta estrategia consiste en prescribir la medicación antiretroviral para el VIH de forma preventiva para evitar una infección en caso de exposición a través de una práctica de riesgo.
La Profilaxis Pre-Exposición se suma a la Profilaxis Post-Exposición que se dispensa desde los servicios de urgencias de los hospitales dentro de las 72 horas siguientes a una posible exposición.
Otro avance de los últimos años con respecto a la prevención también tiene como eje el tratamiento antirretroviral. Está demostrado y ampliamente consensuado en la comunidad científica que una persona que vive con VIH con tratamiento antirretroviral que ha logrado alcanzar y mantener niveles indetectables de carga viral, menos de 50 copias por mililitro, no puede transmitir el virus (Indetectable = Intransmisible), lo que supone una importante mejora en la calidad de vida de las personas que viven con VIH y en sus parejas y, contribuye, además, a disminuir el estigma asociado a las personas que viven con VIH.
Detección
Hace también ya varios años que se complementaron las medidas de detección del VIH en los centros de salud habituales, con las pruebas rápidas o autotest en centros comunitarios y farmacias que garantizan también el anonimato al hacerse la prueba. En un tercer momento, se liberalizó la venta de las pruebas rápidas y anónimas (autotests) para que se pudieran vender en las farmacias y cada persona pudiera hacérsela por sí misma. Todas estas medidas han ido destinadas a facilitar que todas las personas que piensen que han podido tener una posible exposición al virus, puedan hacerse la prueba y conocer en pocas semanas tras la infección, su estado serológico. Recordemos que, en España, aun el 47,6% de los diagnósticos son tardíos, lo que favorece la transmisión de la infección y retrasa el tiempo en que la persona infectada a recibir el tratamiento necesario para controlarla. Por eso, como señala el Ministerio de Sanidad, la detección precoz sigue siendo un aspecto a mejorar.
Por otra parte, como bien es sabido, no existen síntomas visibles que permitan saber si una persona vive o no con VIH, por eso el único modo de saber si te has podido infectar tras una posible exposición, es haciéndote una prueba.
En primer lugar, es importante que sepas que las pruebas requieren un tiempo de incubación para poder detectar la infección, que es lo que se conoce como “período ventana”.
Hay muchos tipos de pruebas en cuanto a marcas o técnicas concretas, pero todas ellas se basan en al menos, la búsqueda de anticuerpos del VIH. Si la prueba solo busca anticuerpos, las llamamos de 3ª generación, y pueden ser de laboratorio por extracción de sangre o rápidas como los autotest que hemos mencionado anteriormente.
La fiabilidad de una modalidad u otra es similar, y en los dos casos, hay que esperar al menos 12 semanas para tener un resultado definitivo.
Pero si la prueba de anticuerpos es de laboratorio y busca además el antígeno del virus, se acorta el periodo de espera para descartar una infección a 6 semanas. Son las denominadas pruebas de 4ª generación.
Elegir un tipo de prueba u otra, depende de la accesibilidad, gratuidad o anonimato que desees. Lo importante es que si piensas que te has podido exponer al VIH, ¡te hagas la prueba para conocer tu estado! Desde el Servicio Info Prevención, podemos ayudarte a buscar el recurso que mejor se adapte a tus necesidades si nos llamas al teléfono gratuito 900 111 000 o te pones en contacto a través de cualquiera de nuestros canales (Chat, Facebook, Twitter, Instagram…). Más información en https://www2.cruzroja.es/infoprevencion
Tratamiento
En los últimos años se han ido publicando también mejoras en cuanto a las posibilidades terapéuticas focalizándose en mejorar la adherencia y continuar cuidando que no haya efectos secundarios graves.
Uno de los focos de atención que se está desarrollando es el tratamiento antirretroviral de las personas mayores, que o bien han adquirido la infección recientemente o bien están envejeciendo después de décadas de vivir con el VIH.
Queda pendiente desarrollar estudios específicos sobre la dosificación y pautas en las mujeres y niñas y niños.
¿Qué conclusiones podemos extraer de todos estos datos?
Aunque continúa el descenso mundial de nuevas infecciones y aunque se hacen más pruebas de diagnóstico del VIH, demasiadas personas continúan infectándose a día de hoy. Máxime cuando es una infección prevenible con métodos sencillos como el uso del preservativo en las relaciones sexuales o la no reutilización del material inyectante.
Por otra parte, la inclusión del tratamiento antirretroviral en la cartera de Servicios de la Sanidad Pública de algunos países como estrategia preventiva para la transmisión del VIH suma una estrategia más en la prevención de la infección por VIH.
En suma, mejorar la atención de las personas que ya viven con VIH y en concreto, desmontar los prejuicios que alimentan el estigma hacia las personas con VIH, forma parte de la estrategia de respuesta al VIH y también de la prevención de nuevas infecciones. No olvidemos que parar la infección por el VIH es responsabilidad de toda la sociedad. Por ello, el lema de este año para conmemorar el Día Mundial de la respuesta ante el VIH y el sida, es: “Solidaridad global, responsabilidad compartida”.
Fuente: ONUSIDA