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Una dedicación incombustible
VOLUNTARIADO
Una dedicación incombustible
25/07/2023
ESCRITO POR:
ENTREVISTA POR:
Cruz Roja
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Cruz Roja
  • Fernando Escolar lleva 20 años de voluntario en Cruz Roja en Barcelona, 18 de los cuales se ha dedicado, específicamente, a drogodependencia. Su labor ha sido reconocida con uno de los Premios V de Voluntariado de la Organización. 

20 años de voluntariado dan para mucho. Que se lo digan, si no, a Fernando Escolar, voluntario de Cruz Roja en Barcelona desde el año 2003 y ganador en la categoría de ‘Dedicación’ de uno de los Premios V de Voluntariado que concede la Organización. En dos décadas de estrecha colaboración, Fernando ha puesto su granito de arena para ayudar de forma incansable: incombustible. Y lo ha hecho, sobre todo, con personas en situación de drogodependencia, ámbito en el que lleva trabajando desde hace 18 años. 

“Cuando tenía 40 años, tuve un problema gordo con el alcohol, y por una serie de cuestiones me dieron una incapacidad”, expone Fernando, que también aclara que hace 20 años (el mismo tiempo que lleva en Cruz Roja) que no prueba una gota de alcohol. “Tenía que rellenar mi tiempo con algo, así que me puse a buscar voluntariado. Empecé haciendo voluntariado con niños y niñas, pero no acabó de llenarme. Alguien me habló de Cruz Roja, me informé, hice el curso presencial y pedí entrar en drogodependencia porque me sentía más cercano al tema. Al final me quedé en temas de empleo y playas asistidas porque no había hueco, pero en cuanto surgió la oportunidad, me cambié”, señala Fernando. 

 

 

 

 

 

Ahora, a punto de cumplir los 62 años, confiesa sentirse algo más cansado. Pese a ello, ejerce su voluntariado todas las mañanas (de 8h a 12h o 13h) y lo compagina con formación en la Universidad de la Experiencia y la enseñanza de las Matemáticas, una de sus asignaturas favoritas, a quien lo necesite. Él, que sabe de primera mano lo que es sufrir una drogodependencia (“el alcohol no deja de ser una droga”, puntualiza), es consciente de lo duro que pueden ser los tratamientos y lo compleja que es la recuperación: “Ellos se ven en un pozo, pero yo les insisto en que sí se puede salir. Si vives en la calle es más complicado, es cierto, porque con la vida organizada o estructurada resulta más fácil”. 

En cualquier caso, Fernando se queda con la satisfacción de ver que a alguna de las personas que ayuda pueden salir adelante. “Que lo que hago pueda ayudar a alguien”, expresa el voluntariado. Quizá por ello, no puede calificar de otra cosa que no sea “alegría” la recepción del premio. “Dentro del voluntariado, creo que es bastante desconocido para los voluntarios. Que se hayan acordado de mí es muy importante”, menciona. 

 

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