Sus abuelos españoles emigraron a Suiza en los años 60. Padre español y madre peruana. Nacida en Ginebra, sede de las grandes organizaciones humanitarias, de pequeña vivió entre Panamá, Perú, Filipinas y Francia. Lo mismo no es extraño que Myriam (25 años) decidiese estudiar Relaciones Internacionales. Apasionada por los Derechos Humanos. 

Actualmente, al menos durante los próximos días, Myriam trabaja en el multicanal de Cruz Roja Española ‘SerCuidadorA’ y en el Programa de Atención a Personas Cuidadoras, Área de Inclusión Social.

¿Quién es Myriam Fernández, más allá de trabajadora de CRE?

Soy alguien que encuentra sentido en acompañar y apoyar a los demás, valoro mucho la comunidad. Más allá de mi rol profesional, diría que me definen valores como la empatía, la solidaridad y el compromiso con las causas que creo importantes. Me gusta conectar con las personas, entender sus historias y aportar mi granito de arena para generar un impacto positivo en la sociedad. Me encanta la lectura, los viajes y todo lo que implique descubrir nuevas perspectivas.

 

Vamos a tus comienzos en estas tierras. Miryam, ¿por qué decides venir a España desde tu Suiza natal?

Después de mi formación en Relaciones Internacionales en Ginebra quería especializarme en Derechos Humanos y vine a España en 2021 para hacer un máster específico en la Universidad Carlos III de Madrid.

 

¿Tuviste siempre claro en lo que querías trabajar?

Cuando me gradué en Ginebra no tenía ni idea de qué iba a hacer, la verdad. Sólo tenía claro que quería hacer algo útil por otras personas.

 

¿Cuándo conoces o tienes el primer conocimiento de la Cruz Roja?

Bueno, habiendo nacido y vivido gran parte de mi vida en Ginebra era fácil conocer la existencia del Comité Internacional de la Cruz Roja. 

 

¿Y cuándo ‘tocas’ Cruz Roja?

De joven, cuando vivía en Ginebra, me hice voluntaria de la Cruz Roja de esa ciudad en un programa de Apoyo Escolar para niños y niñas solicitantes de asilo.

 

¿Cruz Roja Española?

Mi primer contacto fue precisamente cuando realicé las prácticas del máster de la Carlos III. Las hice en el Servicio de Restablecimiento del Contacto Familiar.
Luego realicé un voluntariado en un Centro de Emergencia, Acogida y Derivación de Cruz Roja en Madrid, que depende de la Secretaría de Estado de Migraciones. Posteriormente me hice voluntaria del portal Migrar de Cruz Roja. 
Tras mi voluntariado allí me contratan y, después de un tiempo, me llaman del Programa de Buen Trato a Personas Mayores del Área de Inclusión Social. Actualmente trabajo en el multicanal SerCuidadorA y en el Programa de Atención a Personas Cuidadoras.

 

Con tu formación, idiomas y experiencia, ¿no te planteas trabajar para grandes agencias humanitarias, como las que tienen precisamente sede en Ginebra, donde viven tus padres?

Bueno, prefiero trabajar más en la base.

 

Te has formado en DDHH. Con la que está sucediendo en Gaza, Ucrania, los 120 conflictos armados que tenemos abiertos por el planeta y otras situaciones de extrema vulnerabilidad... ¿no crees que los DDHH son papel mojado?

Soy una persona realista, efectivamente es evidente que las instituciones internacionales, tratados y otros instrumentos que garantizan el estado de derecho y los DDHH a nivel mundial no funcionan como deberían, porque al final del día dependen de la buena voluntad de los Estados y cuando no esté dentro de sus intereses cumplir con DDHH, pues no lo harán, la mayor parte de las veces, además, sin consecuencias. Pero la verdad es que esto no es novedoso, siempre ha sido difícil garantizar que se respeten los DDHH, por ejemplo, la declaración universal de DDHH de la ONU no es un documento vinculante, y los tratados que sí son vinculantes no siempre se respetan.

 

¿Entonces?

Por todas estas razones entiendo que es fácil perder la fe en las organizaciones internacionales que supuestamente rigen el mundo y garantizan estos derechos, pero en mi opinión los DDHH no solo dependen de estas organizaciones y tratados. Son un concepto que existe independientemente del estado en el que se encuentra el mundo y seguirán existiendo siempre. Los DDHH son valores humanos y podemos mantenerlos a nivel individual si seguimos sensibilizando, informando, cumpliendo estos derechos y apoyando a quienes luchan por ellos en contextos de conflicto. No, a nivel mundial, en muchos casos no se están respetando y en muchos lugares las figuras de autoridad los están haciendo retroceder, pero cada pequeña acción tiene un impacto positivo en el mundo y creo que es eso lo que no hay que perder de vista.

 

Por tu trayectoria, parece que te gusta ‘moverte’. ¿Dónde te ves dentro de, por ejemplo, diez años?

No lo sé, es cierto que no me gusta quedarme siempre en el mismo lugar, me gusta moverme, cambiar. De cualquier modo, en el futuro me veo tratando de ayudar a otras personas.

 

(Sí que le gusta moverse, mucho. A la hora de tomar las fotografías que acompañan a esta entrevista, Myriam estaba de despedida de sus compañeras y compañeros de Cruz Roja. 20 de febrero, nueva etapa. Buena fortuna, Myriam).