Alida Juliani, periodista internacional de EFE

Alida Juliani, soriana, es ‘periodista de Agencia’ desde que comenzó su profesión, ligada casi siempre a EFE. Más de 30 años al pie del cañón. 
Hablar de ‘periodista de Agencia’ ya imprime por sí mismo un marchamo, unos galones, un curtimiento del profesional siempre al filo de la noticia y, las más de las veces, de manera anónima (no suelen firmar sus crónicas, son ‘informaciones de agencia’).
Alida es, además, una “periodista de Internacional”, de toda la vida, con América Latina en la piel y Haití en el corazón.
 

¿Por qué Periodismo y por qué América Latina?

Desde muy pequeña me tiró el Periodismo. Supongo que influyó que mi padre, funcionario de la Sanidad, era un periodista frustrado y colaboraba con medios. De hecho, cuando yo era pequeña, montó una pequeña radio pirata en nuestro pueblo, Cueva de Ágreda (Soria) y allí hice unos pinitos. Por otra parte, me apasiona viajar, soy una persona muy sociable, me encanta conocer a gente... vamos, Periodismo.

 

Aunque has viajado por todo el mundo, profesionalmente te has desarrollado siempre en América Latina. ¿Por qué?

Por las telenovelas.

 

¿Perdón?

Me encantaba el acento que escuchaba en las telenovelas. De hecho, acabo de cerrar como una especie de ciclo al entrevistar hace poco al venezolano Carlos Mata, protagonista de la famosa serie ‘Cristal’, que cautivó a tantos millones de personas en todo el mundo hace casi 40 años. Quería, como siempre, hablar de la persona, más allá del personaje.

 

Vamos a tu comienzo profesional. A través de una beca en tu último año de carrera recalas en la Agencia EFE, tu ‘casa’...

Sí, curiosamente empecé en deportes. Pero mi objetivo estuvo siempre claro, trabajar en ‘Internacional’.

 

Muchos años cubriendo las Américas, todo tipo de situaciones, también las catástrofes. Y llega el terremoto de Haití en 2010. En una charla anterior me habías comentado que fue la experiencia que más te impactó, y que estuviste incluso una semana sin poder hablar tras la primera cobertura...

Te diré que mi primer intento por ir allí no fue posible. Mi jefa entonces en EFE, mujer, no me dejó ir por ser mujer, sí, por ser mujer. Hablé con Bomberos Unidos sin Fronteras y me embarqué con ellos. Luego volví 4 veces más. El ‘bajón’ anímico lo tuve al volver a España tras la primera cobertura. Sentía como una especie de losa sobre mi cabeza tras lo visto allí. Pero me cautivó el ser humano, se desvivían por ayudarme en todo momento, ellos, las personas afectadas. Desde entonces tengo a Haití en el corazón, siempre.

 

Alida, ¿cómo gestionas precisamente el impacto emocional que puede suponer una catástrofe como la de Haití? ¿Tienes alguna ‘receta’?

Creo que la clave, al menos en mi caso, es tratar de mirar más allá de la tragedia y ver al ser humano; en estas situaciones, las personas sacan lo peor, por pura desesperación e instinto de supervivencia; pero también lo mejor. Ver cómo son capaces de renacer, una y otra vez, una y otra vez, es lo que me ayuda a gestionar la presión. Hay que tratar de mirar siempre lo bueno.

 

Eres una ‘periodista de agencia’ (-de noticias-) ...

Sí, completamente. Creo que es un periodismo muy bueno el que se puede ejercer desde una agencia de noticias como EFE, muy intenso, cercano siempre a las fuentes, con credibilidad entre los compañeros y compañeras de profesión. Como te digo, creo que es la mejor ‘escuela’, por su inmediatez, lo que te ayuda a tener más reflejos mentales, a ser más rápido, a gestionar mejor la tensión. Además, te permite trabajar todos los formatos y distintas narrativas (audiovisual, escrita, sonora, en modo crónica, entrevista, análisis...). También es un periodismo muy desagradecido, porque eres muy anónimo y, a veces, te copian tal cual, sin citar ni siquiera la fuente.

 

Y llegan las redes sociales...

No estamos volviendo locos con las redes, y me preocupa mucho hacia dónde nos están llevando, como la falta de verificación y de rigor, sin profundizar ni contextualizar... Se cuela de todo allí. Creo que el Periodismo es el gran perdedor.

 

Habitualmente has colaborado con las ONG, son fuente de información clave en muchas situaciones. ¿Qué opinión te merecen, en general?

Son muy necesarias, mucho, pero también siento que están haciendo parte del trabajo que tendrían que llevar a cabo los estados, los distintos gobiernos.

 

¿Cruz Roja?

Para mí es la ONG por excelencia, la pionera, con una capacidad de llegada ‘al minuto’ que no tiene nadie más, porque está siempre ahí, en todos los países. Donde vaya, está la Cruz Roja o la Media Luna Roja. Por eso en mi casa somos socios.