Colombia

EN CONSORCIO. LIDERADO POR: Cruz Roja Alemana

Prestación de asistencia humanitaria a población vulnerable sujeta a múltiples afectaciones (Conflicto Interno, Migración y/o Desastre) en Colombia

A pesar la recuperación de los indicadores macroeconómicos después de dos años de deterioro por el COVID-19, Colombia sigue siendo un país golpeado por múltiples eventos que acaban ahondando las desigualdades que enfrenta la población más vulnerable, incrementando los riesgos y las necesidades humanitarias. El conflicto armado interno ha escalado y lo sigue haciendo: al incremento de las afectaciones contra civiles y comunidades (asesinatos, desplazamientos y reclutamientos forzados, amenazas y restricciones de movilidad que impiden el acceso a servicios básicos), en este 2022 se ha sumado la falta de control del Estado sobre amplios territorios, incluso urbanos.
El cese de las limitaciones de circulación para prevenir la difusión del COVID-19 ha reactivado también los flujos migratorios que tocan el territorio colombiano: a los 2,45 millones de personas de origen venezolano migrantes o refugiadas con intención de radicarse en Colombia, en un 70% imposibilitadas en satisfacer sus necesidades básicas, se les suman miles de migrantes en tránsito desde otros países, en ruta hacia los Estados Unidos. Además de las necesidades materiales insatisfechas, estas personas están en riesgo de trata y tráfico de personas, discriminación, violencia (incluso violencia de género y sexual para muchas mujeres, niñas, niños y jóvenes).

 

 

Finalmente, en lo que va de año, Colombia ya ha registrado más de 330 mil personas afectadas por un desastre y está atravesando un periodo especialmente crítico frente al exceso de lluvias provocado por el fenómeno de la Niña, donde las inundaciones y los deslizamientos de tierra son una constante en casi todo el territorio nacional.

La débil cobertura del Estado en cuanto a servicios e infraestructuras y la concurrencia de los factores descritos en muchos de los territorios ya de por sí en situación de desventaja histórica y socioeconómica, crean contextos de multi vulnerabilidad que requieren una respuesta integral.  

El consorcio liderado por la Cruz Roja Alemana, con Cruz Roja Española y Cruz Roja Colombiana, está brindando ayuda humanitaria integral a 54.456 personas en 11 Departamentos del país, a través del proyecto “Prestación de asistencia humanitaria a población vulnerable sujeta a múltiples afectaciones (Conflicto Interno, Migración y/o Desastre) en Colombia” con financiación del Departamento de Protección Civil y Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (DG ECHO),

La intervención asegura servicios de salud primaria a población vulnerable que no puede acceder a la asistencia pública (personas en situación de movilidad humana, población afectada por el conflicto armado o en riesgo de desastre). La estrategia de atención en salud incluye el funcionamiento de Unidades de Salud tanto permanentes (puntos fijos en frontera, a lo largo de la ruta migratoria, en zonas aisladas) como móviles (para comunidades remotas y en tramos sensibles de la ruta migratoria).  Se proveen servicios de medicina, enfermería, odontología, salud sexual y reproductiva, apoyo psicosocial, acceso a medicamentos básicos gratuitos.

 

 

Los servicios de protección contemplan dos enfoques distintos, según la población meta: servicios individuales de orientación e información sobre las rutas de atención existentes para la población migrante, con disponibilidad de restablecimiento del contacto familiar a través de llamadas telefónicas y/o recarga de baterías de dispositivos móviles para acceso a redes sociales; servicios individuales de orientación para personas que viven en zonas de conflicto armado, unidos a capacitación de comités comunitarios para poder ofrecer orientación y acompañamiento en las comunidades remotas. 

Para reforzar las condiciones generales de salud en las comunidades que carecen de servicios básicos, se realizan actividades de ASH (agua, saneamiento e higiene), con el objetivo de mejorar el acceso a agua segura y suficiente y promover buenas prácticas en el manejo del agua, los desechos, las excretas y la higiene personal.

Finalmente, un componente de Preparación para Desastres construye capacidades para enfrentar los riesgos más recurrentes, en especial respecto a su prevención y a la preparación de líderes-as locales y comunidades. 

Todas las actividades priorizan los grupos más vulnerables (mujeres, menores, mayores, personas con diversidad funcional, minorías étnicas) y se realizan participativamente, informando sobre los alcances posibles y escuchando las comunidades sobre sus propias necesidades, costumbres y satisfacción.