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Qué es la brecha digital y cómo evitar que provoque desigualdad

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QUÉ ES LA BRECHA DIGITAL Y CÓMO EVITAR QUE PROVOQUE DESIGUALDAD

Qué es la brecha digital y cómo evitar que provoque desigualdad
La desigualdad en el acceso a la tecnología es también una forma de exclusión social, en especial en tiempos de la COVID-19. En la medida que suavicemos esta fisura, estaremos apuntalando una estructura más segura para las personas. Dotar de medios y de competencias a las personas en situación de vulnerabilidad hace crecer su autonomía, fomenta la igualdad y nos hace mejores como sociedad.

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parte 1 brecha digital

Llevamos años escuchando hablar de la brecha digital, quizá décadas, pero de repente, se ha convertido en un asunto urgente que se debe solucionar. La pandemia de la COVID-19 ha evidenciado la importancia de salvar las diferencias tecnológicas entre los colectivos sociales, dotándolos de los medios y las competencias necesarias. Se trata de un proceso indispensable para proteger a las personas más vulnerables, ya nos estemos refiriendo a las personas mayores, a niños y niñas, o a cualquier familia en riesgo de exclusión social.  

parte 2 brecha digital

Qué es la brecha digital 

El concepto de brecha digital no tiene una definición única y aceptada universalmente. La brecha digital hace referencia a la desigualdad en el acceso, uso o impacto de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) entre grupos sociales. Estos grupos se suelen determinar en base a criterios económicos, geográficos, de género, de edad o culturales. Entre los diferentes tipos de brecha digital que existen, la brecha digital de acceso es una de las más habituales. Se refiere a las posibilidades que las personas tienen de acceder a este recurso. Aquí entran en juego las diferencias socioeconómicas entre las personas y los países. El otro tipo de brecha digital más común es el de la brecha de uso que hace referencia a la falta de competencias digitales que impide el manejo de la tecnología. Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el organismo especializado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a finales de 2019 había 40 países en los que más de la mitad de su población no sabía adjuntar un archivo a un correo electrónico.  

"La pandemia ha agudizado algunos problemas, y entre ellos, la brecha digital existente, porque las comunicaciones y la tecnología ayudan a mitigar el aislamiento y la soledad no deseada", afirma Joaquín Pérez, responsable del Área de Personas Mayores de Cruz Roja. "Nos hemos encontrado con que es necesario contar con dispositivos al alcance de todas las personas, pero también con conectividad y competencias técnicas para usarlos”, precisa. Por tanto, no es una cuestión meramente económica, que se solvente repartiendo tablets, sino que debemos formar a quienes hasta ahora han estado alejados de la tecnología. 

Según datos del Plan Cruz Roja Responde -que nace como reacción al impacto de la pandemia-, el 63,8% de los hogares atendidos no dispone de ordenador y el 46,6% no tiene contratado ningún servicio de internet. El hecho de que muchos procesos y servicios pasen por la digitalización impide que estas personas accedan a plataformas o prestaciones que necesitan y, por tanto, acrecenta su fragilidad y su aislamiento. La falta de competencias digitales también afecta de forma decisiva a niños y niñas en la educación, así como a la realización de trámites y gestiones en las familias más vulnerables. 

"La pandemia ha agudizado algunos problemas, como la brecha digital, porque las comunicaciones y la tecnología ayudan a mitigar el aislamiento y la soledad no deseada" 

Es por ello que en Cruz Roja hemos priorizado, durante el último año, los programas relativos a la adquisición de competencias digitales. La estrategia ha empezado en el ámbito interno, con la adaptación de los cursos y las acciones al formato online, así como con la capacitación del personal y la dotación de más equipamiento tecnológico. Pero también alcanza a las personas beneficiarias de todas las áreas. Las personas mayores, el ámbito escolar o la búsqueda de empleo han centrado algunas de las iniciativas más interesantes que ha llevado a cabo la Organización en materia digital.

parte 3 brecha digital

Tablets para el éxito escolar: la tecnología aplicada a las personas más jóvenes 

El 27,1% de los niños y niñas en España viven en hogares que no superan el umbral de pobreza, lo que constituye un dato en niveles elevadísimos. Durante esta pandemia, desde Cruz Roja hemos detectado que más de un tercio (34,5%) de los hogares con menores de 16 años ha tenido dificultades para seguir con normalidad el curso escolar: el 23,6% no dispone de equipo informático y el 12,7% carece de conexión a internet. A ello se suman las dificultades sociales, como no contar con el apoyo del centro escolar, el profesorado o la familia. 

El 63,8% de los hogares atendidos por el programa Cruz Roja Responde no dispone de ordenador y el 46,6% no tiene contratado ningún servicio de internet 

En Cruz Roja estamos convencidos de que la educación es el motor del cambio en la sociedad y creemos que ninguna persona debería fracasar en su desarrollo académico o profesional por estar en situación de vulnerabilidad. Es por ello que desde Cruz Roja Juventud impulsamos el Programa de Éxito Escolar en más de 50 provincias de España. Un proyecto centrado en la Intervención Socioeducativa, con menores de entre 6 y 17 años, que cursan estudios de Educación Primaria o Secundaria, y que va más allá de la acción en el  entorno académico. Se ayuda a las personas más jóvenes en las tareas escolares, sí, pero también se actúa sobre el entorno personal y familiar -facilitando, por ejemplo, la conciliación-. 

 

 

Durante el Estado de Alarma, era más importante que nunca mantener el programa en marcha y, por ello, fueron muchas las asambleas de Cruz Roja en España que adaptaron sus acciones a la nueva situación. La Organización distribuyó en préstamo tablets y tarjetas SIM. Para ello fueron clave las alianzas. La Fundación Vodafone aportó de manera gratuita la conexión de datos necesaria para que los niños y las niñas de 8.500 familias pudieran seguir conectados desde sus casas al programa. Los voluntarios y voluntarias que durante los meses de confinamiento continuaron colaborando para que estos niños y niñas no se quedaran atrás también se sirvieron de plataformas digitales como Google Classroom. "Niñas y niños compartían las dudas que tenían con los deberes y nosotros les íbamos dando respuesta. A la vez, colgábamos materiales, lecturas, juegos, recetas o películas para ver en casa", cuenta una de las voluntarias de Cruz Roja en Valencia. 

Durante la pandemia, Cruz Roja ha aportado dispositivos con conexión gratuita para que los niños y las niñas de 8.500 familias no tengan que renunciar al Éxito Escolar

Si hablamos de los colectivos más vulnerables, no nos podemos olvidar de la infancia hospitalizada. Desde Cruz Roja en Asturias se hizo un esfuerzo inmenso por dar continuidad a los programas de animación hospitalaria, que ya llevan dos décadas de implementación, y están dirigidos a niños, niñas y adolescentes de entre 3 y 18 años. Incluyen actividades lúdico-educativas para mejorar la estancia hospitalaria de la infancia y dar un respiro a las familias tras largas temporadas atendiéndoles. Como no era posible entrar en las habitaciones de los hospitales, no quedó más remedio que acceder de manera online, y para ello se habilitó una línea de teléfono mediante la que realizar videollamadas por Whatsapp.  

Cada tarde tocaba un decorado diferente, pero siempre se viajaba bien lejos: Hawai, una granja, la playa… También se organizaron karaokes o cuentacuentos online. Y todo ello, se acompañó con la entrega de packs de manualidades y juegos de mesa, para que las maestras de aula y el personal sanitario hicieran más amables los días de la pandemia. 

parte 4 brecha digital

Competencias que logran trabajos: la tecnología aplicada a la búsqueda de empleo 

El mayor efecto de la COVID-19 en el ámbito laboral es, sin duda, el teletrabajo. Nuestra vida transcurre, ahora más que nunca, a través de las pantallas, y a nadie le extraña que se programen reuniones por videoconferencia. Precisamente por ello, la carencia de competencias digitales y de acceso a conectividad se ha convertido en una gran barrera de acceso al mercado profesional. Consciente de ello, desde Cruz Roja hemos reforzado el proyecto #EmpleandoDigital, que viene desarrollando desde 2017, junto a la Fundación Accenture y el Fondo Social Europeo. Su objetivo es actualizar, mejorar e innovar los protocolos en un mercado laboral modificado por la transformación tecnológica. Desde su puesta en marcha y hasta hoy, más de 10.000 personas han desarrollado sus competencias digitales, siendo el 50% mujeres. 

 

 

"He conseguido un empleo gracias a este curso y he optado a nuevos conocimientos que jamás pensé que tendría", cuenta Carla Cáceres, diplomada de la primera edición del curso de Desarrollo de Java de #EmpleandoDigital. "Empecé como camarero, pero en Cruz Roja se dieron cuenta de que me interesaba la Informática y me animaron a hacer otro curso", coincide Saúl Cabrera, estudiante de esta misma formación. Porque la labor del personal técnico de Empleo también pasa por analizar la situación laboral y detectar tendencias de mercado con demanda creciente, algo que en los últimos tiempos pasa casi siempre por las nuevas tecnologías. Muchos de estos cursos de formación han pasado a ser online, lo que ha permitido formarse a más gente con responsabilidades familiares. 

parte 5 brecha digital

Que no se desconecten: reducir la brecha digital en las personas mayores 

Existe una brecha digital en España que sobre todo afecta a las personas mayores. Según datos de Eurostat, casi la mitad de las personas entre 65 y 74 años que utilizan internet tiene unas capacidades digitales bajas. Esa distancia con el mundo digital se ha evidenciado todavía más durante el confinamiento. Desde Cruz Roja, enseguida nos pusimos a trabajar para tratar de reducir esta situación de aislamiento e intentar que la brecha no se convirtiese en grieta. El Área de Personas Mayores, con Discapacidad y Cuidadoras de Cruz Roja, atiende a cerca de 260.000 personas al año, es la más activa en cuanto al número de personas beneficiarias e intensidad de las intervenciones de Cruz Roja. A raíz de la pandemia, vimos cómo se incrementaban los perfiles vulnerables y aparecían nuevas necesidades entre las personas mayores. Las situaciones de aislamiento y soledad no elegidas fueron algo que nos preocupaba y a lo que nos dispusimos a hacer frente cuanto antes. 

Hasta hoy, más de 10.000 personas han mejorado sus competencias digitales, siendo el 50% mujeres, en los programas de búsqueda de empleo de Cruz Roja 

De esa preocupación nació durante el confinamiento la skill (funcionalidad) de Cruz Roja para Alexa, puesta en marcha junto a la Fundación Accenture y Amazon. Durante la pandemia, la Organización incluyó nuevos contenidos informativos en su web con el objetivo de reducir el impacto de la COVID-19 en la sociedad, pero había personas mayores que no podían acceder a ellos porque carecían de los conocimientos y los medios. “Nos planteamos el reto de trasladarlos a un asistente de voz, un dispositivo Alexa, que combinara audio e imagen”, explica Carlos Capataz, director del Área de Conocimiento de Servicios Tecnológicos Digitales. Así fue como desde Cruz Roja creamos un nuevo servicio digital basado en las capacidades de la inteligencia artificial, utilizando Alexa como canal de voz para llegar a las personas más vulnerables.

Una de las funcionalidades de este sistema es el fomento del ejercicio físico entre las personas mayores a través de vídeos adaptados a todos los niveles. “Estamos comprobando cómo la tecnología por voz puede ayudar a las personas mayores y estamos teniendo resultados muy sorprendentes. Son las personas con menos competencias digitales las que se están beneficiando más de Alexa. No nos esperábamos que fuese así, pensábamos que la gente que ya utilizaba Internet se pasaría más fácilmente a la voz y la verdad es que alguien que no sabe utilizar un ordenador o no sabe navegar muy bien en su teléfono móvil lo va a disfrutar muchísimo más porque le estás abriendo un universo de posibilidades”, explicaba Marie Mulot, Country Manager de Alexa en EspañaDurante el confinamiento, también fue esencial la labor de apoyo psicoemocional para las personas mayores, que en muchos casos estaban solas en casa. Un ejemplo de ello fue la iniciativa puesta en marcha por Cruz Roja en Lleida, desde donde se impulsó un ciclo de charlas online para personas mayores beneficiarias de los diferentes proyectos, en el que se ofrecen consejos para combatir el aislamiento y se anima a compartir la experiencia de cada cual. Durante los primeros seis meses del año, hubo ocasión de hablar sobre ​​emociones, autoestima, derechos de las personas mayores e, incluso, de hacer un taller de lectura.

Al mismo tiempo, se han planteado otras sesiones más generalistas con personas de distintas edades, a fin de facilitar que se cree una red de apoyo. No es la única actividad dirigida a personas mayores que se ha digitalizado. Muchos de los talleres de lectura que se organizaban por todo el territorio nacional de forma presencial antes de la pandemia se han reconvertido y se realizan a través de la pantalla, también otras iniciativas se han adaptado como la puesta en marcha por Cruz Roja en Zamora de una proyecto piloto con un grupo de seis mujeres, con edades superiores a 60 años, a las que se ha invitado a viajar de forma digital y a compartir su experiencia con el resto mediante videollamada. Así, se fomenta el contacto social y se rompe con el aislamiento.  

parte 6 brecha digital

El mundo digital es el mundo de todas las personas

Hablábamos de que la estrategia de Cruz Roja para sellar la brecha digital empezaba, al igual que todos los cambios verdaderos, de dentro hacia fuera. Esto nos lleva a proyectos como Click_A, puesto en marcha por Cruz Roja en Andalucía. Desde hace años, se viene trabajando en el perfil de un 'voluntariado digital', especializado en mejorar las capacidades tecnológicas de las personas vulnerables, por ejemplo, ayudando a las personas mayores a utilizar el móvil. Este acompañamiento digital toma más importancia en un contexto de pandemia mundial y, en 2021, pasa a ser una acción más amplia. Con el proyecto Click_A, dotado de fondos por Endesa, se amplían las charlas, webinars y otros muchos contenidos digitales, que ahora también se dirigen a una población con una mínima base de conocimientos tecnológicos.  

 

 

La merma en el acceso a las nuevas tecnologías que sufren determinados colectivos no es solo es un síntoma de la desigualdad, sino también una causa directa 

Por último, merece la pena hablar de FabLab Itinerante, primer laboratorio de Fabricación sobre ruedas, que quiere expandir la cultura tecnológica por toda Castilla-La Mancha. Y para ello, se sirve de un vehículo equipado con todo lo necesario para llevar a cabo programas formativos, expositivos y eventos sobre nuevas tecnologías. Una iniciativa en la que colabora Cruz Roja mediante la cesión del vehículo protagonista: una ambulancia que ha sido totalmente reacondicionada. A través de este laboratorio se impartirán cursos y talleres de impresión 3D o grabado láser, se realizarán eventos para makers y proyectos robóticos, que llevarán la vanguardia a la España despoblada.  

Son solo algunos de los nuevos proyectos con los que tender puentes para salvar la brecha digital que, poco a poco, debemos ir cerrando para ser una sociedad más justa. Porque la merma en el acceso a las nuevas tecnologías que todavía sufren determinados colectivos no es solo es un síntoma de la desigualdad, sino también una causa directa. Encontrar un empleo, realizar gestiones bancarias o solicitar una cita médica son acciones vitales y cotidianas que requieren dominar estas capacidades. Por ello, no nos podemos permitir que nadie -tanto da que hablemos de personas mayores, niños y niñas, o familias con menos recursos- se descuelgue del mundo digital en el que cada vez vivimos más. 

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