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Telemedicina: Cómo acceder a una consulta médica sin salir de casa
Actualitat
Actualidad Salud
Aug
05
2020
05 August Telemedicina: Cómo acceder a una consulta médica sin salir de casa

La Telemedicina se puede definir de manera simple como la aplicación de las nuevas tecnologías en el ámbito de la salud de manera virtual.

Empezó a utilizarse en la década de 1970 paralelamente al desarrollo de los nuevos ordenadores y teléfonos móviles para llegar a las poblaciones que se encuentran en zonas alejadas de los centros urbanos o de difícil acceso por circunstancias geográficas.

La robótica, la realidad virtual, la inteligencia artificial, el Big Data, las diferentes aplicaciones móviles, entre otras, son el sustento de la telemedicina para ofrecer servicios médicos a los colectivos más aislados. También facilita compartir información entre los distintos profesionales sanitarios que intervienen en la atención de la población.

Hay que dejar bien claro que esta opción es solamente para cuando se trate de patologías o dolencias que no sean graves y no sea necesaria la revisión en el centro de salud o el hospital.

 

Beneficios

La Telemedicina ya es una realidad en varios países desarrollados y, bien aplicada, significaría garantizar el acceso a la salud pública y hacer más eficientes los sistemas sanitarios.

Almacenar datos es otra de las ventajas porque luego toda esa información se puede utilizar vía telemática por los profesionales de la salud y en los diversos centros donde sea necesaria.

Control a distancia de pacientes. Con los medios tecnológicos adecuados se puede comprobar si las personas tienen fiebre, cómo está su presión arterial, los niveles de azúcar en sangre, etc.

Videoconferencia. Permite en tiempo real la comunicación entre profesionales de la salud y la persona enferma. En esta línea de acción ya se utilizan habitualmente la teleasistencia y la teleconsulta que evitan desplazamientos innecesarios al hospital o centro de salud.

Telerradiología. Posibilita la realización de distintas imágenes radiológicas que luego se pueden compartir de manera inmediata con los centros de diagnóstico.

Teleformación. Personal sanitario y estudiantes pueden utilizar el sistema para formación, cursos online. Los estudiantes tienen la oportunidad de observar en directo operaciones quirúrgicas y recibir la explicación del profesorado sobre la intervención.

 

En el plano internacional

La pandemia generada por el coronavirus aumentó de manera exponencial el uso de la telemedicina porque era necesario evitar el colapso de los centros hospitalarios.

Como primer país gravemente afectado por la COVID-19, China marcó la tendencia del uso de la telemedicina, que se extendió rápidamente tan pronto como el sistema nacional de salud decidió ponerla en marcha. Gracias a ello, cada médico pudo ocuparse de unos cien pacientes diarios, algo imposible con un sistema de atención presencial.

Previo a la aparición de este virus la Unión Europea ya estaba apostando por esta opción con el fin de mejorar el almacenamiento de datos, agilizar diagnósticos y aumentar la capacidad en la prevención de enfermedades.

En lo que respecta a los productos y servicios sanitarios en Europa, la demanda ocupa el quinto lugar más importante de su economía y en ese sentido la telemedicina cumplirá un rol fundamental en la evolución de los sistemas de salud. La gran congestión que sufren los centros asistenciales es uno de los problemas que esta tecnología podrá aliviar.

En Francia, desde 2018, el sistema público de salud la incluye. Antes del coronavirus, a mediados de marzo de 2020, se atendían diez mil teleconsultas semanales que pasaron a ser medio millón por semana a principios de mayo.

En el Reino Unido la telemedicina también ha proliferado hasta un incremento del 1000% desde el inicio de la epidemia de Covid-19.

En Estados Unidos, unos de los países de vanguardia en el desarrollo tecnológico, se utiliza con bastante frecuencia y  el servicio está enfocado para zonas marítimas y las poblaciones más distantes de Alaska y Nuevo México.

Con la pandemia del coronavirus la telemedicina también creció en la India donde el 70% de sus habitantes viven en el campo.

 

En España

La Comunidad Autónoma de Andalucía es una de las que más experiencia tiene en España en materia de telemedicina con una inversión de un poco más del 10 % del presupuesto sanitario.

La crisis generada por el coronavirus elevó y expandió la teleatención en todas las regiones de España para hacer la criba de posibles casos de coronavirus y tratar de suavizar el colapso que sufrieron los centros hospitalarios en el pico de la pandemia.

Debido al confinamiento hubo un importante incremento de teleconsultas psicológicas, pediátricas, dermatológicas y ginecológicas. Actualmente, alrededor del 80 % de la población española utiliza internet para buscar información sobre temáticas de salud aunque acuda también al personal sanitario correspondiente. Y ya muchos sanitarios se comunican vía WhatsApp con sus pacientes.

En todas las situaciones en que las personas no necesitan una exploración física, la atención telemática es una buena forma de racionalizar recursos. Las infecciones crónicas como, por ejemplo, el VIH, se pueden atender a través de este sistema cuando los pacientes tienen una buena adherencia al tratamiento y su presencia en el centro asistencial no es imprescindible.

Sin duda, la telemedicina va a formar, cada vez más, parte de nuestra realidad y generará una transformación profunda en la atención de la salud.

 

Telemedicina y VIH

Con respecto al VIH la telemedicina puede funcionar muy bien para concienciar a la población sobre las medidas de prevención para evitar la infección.

También puede ser muy útil para reducir el estigma que aún sufren quienes conviven con el VIH porque les cuesta asistir a solicitar información de manera presencial.

Como es una tecnología que usan habitualmente adolescentes y jóvenes, se adapta fácilmente a este colectivo sobre el que más hay que insistir en la prevención del VIH y la importancia del diagnóstico precoz.

Al ser una infección crónica, el VIH, en instancias determinadas, puede ser monitoreado por la telemedicina. Las personas que tienen una buena adherencia al tratamiento antirretroviral y una carga viral indetectable necesitan en muy pocas ocasiones un examen presencial. Por lo tanto, para una simple consulta no es necesario tener que asistir al centro médico.

 

Cruz Roja y telemedicina

Desde hace años Cruz Roja ha incorporado tecnología en algunos de sus proyectos. La propia teleasistencia es uno de ellos. Pero más concretamente se ha incorporado la gestión telemática de biomedidas (tensión arterial, peso) así como la incorporación de sensores en algunos servicios de teleasistencia para mejorar la respuesta a las necesidades de las personas usuarias (sensores de presión, de caídas, de presencia, de humos). No son iniciativas estrictamente englobadas en la telemedicina, ya que no hay interpretación por parte de personal sanitario, pero sí en los telecuidados, para favorecer la adecuada gestión de la enfermedad de las personas usuarias.

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