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El Día Mundial de la Cruz Roja viene a decirnos algo que ya sabemos, pero que nunca está de más recordar: hoy, y cada día, tenemos la oportunidad de ser mejores.

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Cruz Roja

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parte 1 ser mejores

El 8 de mayo es un día de celebración: el Día Mundial de Cruz Roja. Cada año, los chalecos rojos de Cruz Roja resplandecen en la gran fiesta de la solidaridad que acoge la Organización y muchos edificios emblemáticos de todo el mundo se tiñen de rojo para conmemorar este día. Es un día especialmente importante para ser mejores, esto es, para alcanzar la mejor versión de cada uno y cada una. En cada ámbito, en cada circunstancia: en cada instante. ¿Lo mejor? Que hoy es una oportunidad, sí; pero mañana y pasado y al otro volveremos a tenerla frente a nosotros. Porque ser mejores es una actitud frente a la vida que se cultiva todos los días. 

Bien lo saben las personas que, por un motivo u otro, forman parte del ecosistema de Cruz Roja. Hablamos con algunas de ellas. Y nos demuestran, sin ninguna duda, cómo ser mejores. 

parte 2 ser mejores

Ser mejor siendo socio

Claudio García tiene 94 años y es un orgulloso socio de Cruz Roja. Su edad no es ningún impedimento para contar lo que significa para él la Organización. Natural de Segovia, participa en actividades de lectura y memoria que no le vienen nada mal. “Me gustan no solo por lo que me pueden enseñar o lo que pueda yo enseñar, sino por los conocimientos de las personas con las que tratas”, expone.

Pero no solo eso, porque Claudio tiene bien claro que una forma de ser mejor es aportar desde donde cada cual pueda. No hay cifras inalcanzables ni gestos pequeños. “Soy contribuyente de Cruz Roja, y saber que lo poquito que tú das sirve para mucho… te satisface”, declara con rotundidad. Sabe que la Organización lleva muchos años trabajando y la única palabra que le viene a la mente para definirla es “ejemplaridad”. 

Sus dos hijas, enfermeras, se formaron en Cruz Roja y han trabajado también en la Organización. Por todo ello, Claudio no duda en apostillar lo siguiente: “Ya he cumplido el cupo de todas las cosas que puedo hacer en esta vida… con 94 años. A ver qué me va a pedir nadie. Eso sí: que no me pidan que me borren de Cruz Roja. No quiero borrarme de Cruz Roja”, acaba con una sonrisa extendiéndose por su rostro. Mensaje recibido.

parte 3 ser mejores

Ser mejor siendo empresa

La consultora BTS lleva cinco años colaborando mano a mano con Cruz Roja. Teresa Yetano, senior director de la compañía en Madrid, no duda en esclarecer lo positivo de dicha relación durante todo este tiempo a través de dos puntos fundamentales: “Diversidad e inclusión”. Dentro del Plan de Empleo de la Organización, BTS contribuye a fortalecer la estructura interna de Cruz Roja en cuestiones estratégicas, y también ayuda a los y las participantes de dicho plan para mejorar sus competencias antes de arrancar su andadura en el mercado laboral. 

“Cruz Roja nos está ayudando a ser mejores en temas de diversidad e inclusión. Tenemos un posicionamiento claro en este sentido, y los proyectos que hacemos con Cruz Roja nos ayudan a tener esa amplitud de miras, a estar conectados con esa parte empática, absolutamente necesaria, para ser una empresa diversa e inclusiva”, expresa Teresa Yetano.  Ello, a su vez, se vertebra de distintas formas.

Por un lado, las personas que integran BTS tienen un contacto estrecho con los y las participantes del Plan de Empleo de Cruz Roja en los workshops, algo que les enriquece a todos los niveles. “Esa exposición directa es un asset supervalioso para entender otras realidades, adquirir nuevas perspectivas y ampliar o romper sesgos”, puntualiza la senior director de BTS. No solo eso, puesto que la empresa también ha participado en distintas campañas o acudido a diferentes eventos. “Intentamos que cuanta más gente de BTS se sume, mejor. De esa forma, aunque sea indirecta, seguimos trabajando en esa diversidad e inclusión”, expone.

parte 4 ser mejores

Ser mejor siendo personal laboral

La historia de Salmou Bar Abd es de las que no se olvida fácilmente. De origen saharaui, sus primeros recuerdos de Cruz Roja lo arrojan a los campamentos de refugiados donde vivía con su familia, y donde distingue, con claridad, las mantas de la Organización que utilizaba para taparse e incluso como mantel a la hora de comer. Hoy Salmou es técnico en Emergencias Sanitarias de Cruz Roja y su voz, al otro lado del teléfono, suena clara y alegre al hablar de lo que la Organización representa para él. 

Soy trabajador indefinido, voluntario y socio”, responde rápidamente. ¿Tres en uno? Efectivamente. “A veces me preguntan: ¿cómo puedes trabajar 8 horas y luego irte a hacer voluntariado? Porque me gusta”, cuenta. En el voluntariado aúna su pasión por el deporte con sus ganas de ayudar a los demás, algo que materializa en el Centro de Internamiento de Extranjeros en Aluche (Madrid). Tan pronto organiza partidos de fútbol como imparte clases de crossfit. Y todo lo hace con una envidiable sonrisa.

“Cuando miro atrás, me doy cuenta de que Cruz Roja ha sacado mi mejor versión”, afirma. Y es que convertirse en técnico en Emergencias Sanitarias no fue algo casual: “Nunca dejas de ayudar a las personas, especialmente en esos momentos donde se sienten más vulnerables. Ese sentimiento de ayudar a los demás es mi día a día, como trabajador, como voluntario”, dice Salmou. Se deshace en palabras de gratitud hacia la Organización, y en ellas se cuela también el honor que experimenta al formar parte de ella. “Ser asalariado de una institución tan importante a nivel mundial (es la segunda marca más famosa del mundo, solo por detrás de Coca-Cola) es un orgullo”, expresa.

parte 5 ser mejores

Ser mejor siendo voluntaria

Desde Cantabria, la diversidad del voluntariado de Cruz Roja se hace patente una vez más: las personas que son de aquí, las que vienen de otro lugar; las que acumulan unos cuantos años a sus espaldas y las que todavía exprimen su juventud. Paula contaba con 20 años cuando decidió apuntarse como voluntaria a Cruz Roja y hoy, 7 años después, desempeña el cargo de directora autonómica de Cruz Roja Juventud en Cantabria. 

No oculta su principal motivación, la que le condujo a acercarse a Cruz Roja y la que todavía palpita en su interior: trabajar con niños y niñas. “He estudiado Magisterio, y siempre me ha gustado. Quería hacer algo relacionado con niños y niñas con cáncer, pero me comentaron que no se hacía en la Organización. En cambio, me recomendaron dirigirme a Cruz Roja Juventud”, cuenta. Empezó y hasta el día de hoy, arrancado en Promoción del Éxito Escolar y pasando por la práctica totalidad de todos los proyectos que lleva la Organización. “Cuando entras en Cruz Roja, sobre todo si te quedas mucho tiempo y te implicas: cambias. Yo ya no soy la misma persona que hace 7 años”, dice Paula. 

El confinamiento fue el revulsivo para que Patricia, de 28 años y psicóloga, decidiera “hacer algo más”. Desde 2020, ha participado en diversos proyectos, como Cruz Roja RESPONDE, Promoción del Éxito Escolar, o Espacio Propio. Actualmente, está integrada en Cruz Roja Te Escucha y lidera un taller de gestión emocional para personas mayores. Empezó haciendo voluntariado para aprovechar su tiempo libre, y se quedó por lo mucho que le aporta. 

 “Cuando entras en Cruz Roja y te implicas: cambias"

“Es muy importante, si no en mi día a día, en mi vida cotidiana; todas las semanas”, concreta. Patricia siempre sintió que tenía un “impulso” de ayudar a los demás, y Cruz Roja ha permitido canalizar esa vocación. “Me gusta: me reconforta. Decidir sacar algo de mi tiempo para otras personas sin ningún otro tipo de interés que no sea ayudar a alguien (y hay tantas formas de hacerlo…) nos hace sacar nuestra mejor versión”, señala.

Comparte sus palabras Laila Elhaddalahi, una joven voluntaria de 30 años originaria de Marruecos y residente en Tafalla (Navarra), desde donde colabora con Cruz Roja. Llegó con su marido a España justo antes de que estallara la pandemia y en abril de 2020 decidieron acercarse a la Organización para colaborar en lo que pudieran. Conocían a la perfección el árabe, el francés y el inglés, pero sus conocimientos de español se limitaban a unas cuantas palabras sueltas que han ido completando y perfeccionando de forma autodidacta. Dos años después, Laila se expresa con soltura en nuestra lengua y participa en todo tipo de actividades en la Asamblea, desde juventud hasta mayores pasando por socorros, refugio o extranjería, donde el conocimiento de idiomas que atesora resulta muy valioso. 

Desde que era pequeña quería ser voluntaria, y siempre veía en la televisión, en la prensa o en campañas publicitarias a Cruz Roja. Siempre me llamó la atención”, expresa. Para ella, la Organización no solo se traduce en ayudar, sino también en recibir. “Ha sido una puerta abierta, una experiencia inmensa en la que tenemos la suerte de conocer a más gente, forjar lazos con personas maravillosas, valorar lo que somos…”, explica Laila. 

Cruz Roja le ayuda a ser mejor por la esencia que transmite la Organización: “Hace actividades para que nos unamos todos, aprecia nuestro compromiso, nos propone nuevas ideas, nos invita a estudiar, a participar, a crecer”. “Sientes que estás haciendo algo útil, dedicas tu tiempo a personas que lo necesitan sin esperar nada a cambio, solo porque quieres ayudar a la gente. Estás haciendo algo bueno por la sociedad”, concluye. 

parte 6 ser mejores

Ser mejor siendo persona beneficiaria 

Birane Ngom no siempre lo ha tenido fácil. Este joven senegalés llegó hace unos años a Galicia, donde recaló en el Plan de Empleo de Cruz Roja en Ourense. Allí le brindaron apoyo y, tras otras experiencias laborales, consiguió un empleo fijo en una carpintería. Con 12 años de experiencia en el sector y formación reglada en su país, fue toda una alegría para él obtener finalmente el ansiado trabajo que estaba buscando. Gracias a su sueldo, mantiene también a su familia en Senegal.

Pero, además de un talentoso carpintero, Birane también representa cómo una persona beneficiaria de Cruz Roja puede ser mejor. Para prueba de ello, el reciente donativo de 400 euros que hizo a la Organización en señal de agradecimiento. “Nunca olvidaré la primera semana que pasé con Cruz Roja en Madrid cuando llegué de Senegal. No olvido nada de lo que me ha pasado, lo que he sufrido; las alegrías, quienes me han ayudado… Por eso hice este donativo desde el corazón”, explica. El dinero lo consiguió con un árbol navideño de madera que hizo para el Complejo Hospitalario de Ourense, “gracias al trabajo que hago con mis propias manos”. “Así devuelvo la ayuda que me dieron a mí cuando la necesité para que puedan seguir ayudando a quien lo necesita ahora”, añade. 

Gracias a su paso por el Plan de Empleo y a pesar de muchas dificultades, la vida de Birane dio un giro importante. Quizá por ello, no duda en que Cruz Roja le ayuda en ese camino que supone ser la mejor versión de uno mismo. “En la vida nunca sabes lo que puede pasar mañana, pero sobre todo hay que respetar a la gente, aprender a convivir, y cuando se puede ayudar hay que ayudar; es lo que me dijo mi madre y lo que intento hacer”, apostilla. 

parte 7 ser mejores

Ser mejor siendo parte de la sociedad

Ahora es tu turno: el momento de decidir cómo quieres ser mejor. Puedes hacer voluntariado, aportar económicamente, o cultivar otras ideas para mejorar la sociedad. El momento, no lo dudes, es ahora. 

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