El calentamiento global agrava dolencias cardiovasculares y respiratorias y aumenta los problemas de salud mental y la inseguridad alimentaria. Son las conclusiones del último estudio The Lancet Countdown que salió a la luz hace unas pocas semanas, elaborado durante seis años por un prestigioso grupo de especialistas internacionales. Una evidencia más de cómo la crisis climática está afectando la vida de las personas, las comunidades y los países, y que perjudica, sobre todo, a los colectivos más vulnerables.  

Conscientes de cómo la emergencia climática es una cuestión de personas, desde Cruz Roja lanzamos en 2018 un llamamiento extraordinario contra el cambio climático y la pobreza energética bajo el nombre ‘Comprometidos con las personas y el medio ambiente’, cuyo objetivo es fomentar la corresponsabilidad de nuestra Organización, la sociedad civil y las empresas sobre el cambio climático.  Llevamos a cabo nuestra actividad medioambiental dirigida a promover la vida y la seguridad de las personas, las riquezas naturales y los valores de protección del medio ambiente, de mano de diferentes alianzas con empresas o Administraciones Públicas que nos ayudan a materializar nuestro compromiso para hacer frente a la emergencia climática. Son alianzas con grandes corporaciones, nacionales o internacionales,  pero también pequeñas y medianas empresas locales. A la hora de trabajar por la recuperación del planeta, todos los apoyos son importantes.  

Pero además, la actual crisis energética que estamos viviendo y el difícil contexto económico y social en el que nos encontramos hacen que las alianzas encaminadas a luchar contra la pobreza energética estén más vigentes que nunca. Tras la subida de los precios de la energía, 4 millones y medio de españoles son incapaces de afrontar el pago de la factura eléctrica que afecta mayormente a personas en situación de pobreza o exclusión social.  

Uno de los pilares del Plan Cruz Roja Reacciona que la Organización puso en marcha el pasado mes de septiembre y que supone una respuesta directa, inmediata y cercana ante la crisis que pretende atender las necesidades de más de 100.000 personas (25.000 hogares) en una primera fase es precisamente llegar a más hogares con acciones específicas de asesoramiento energético, capacitación, entrega de elementos de reducción de la energía, rehabilitaciones exprés, pago de suministros y cualquier otra actividad que les permita hacer un uso adecuado de la energía en los hogares y protegerse de las bajas temperaturas. 

BP: ningún hogar sin energía 

Desde Cruz Roja acabamos de lanzar una de las mayores operaciones que hoy en día existen para luchar contra la pobreza energética gracias a la ayuda de British Petroleum (BP) para paliar sus efectos. Con esta operativa está previsto atender a más de 35.000 hogares de colectivos vulnerables, llegar con medidas de ahorro energético y de protección frente a la escalada de precios a otros 30.000 hogares de la población en general, y apoyar a más de 5.000 personas pertenecientes a colectivos en extrema vulnerabilidad con el pago de suministros, la instalación de proyectos solares en áreas vulnerables, rehabilitación integral de viviendas , etc.  

Endesa, ECODES, Fundación Repsol: unidos contra la pobreza energética 

En 2015 iniciamos junto a Endesa y la Fundación Endesa un programa de voluntariado energético dirigido a hogares que se encuentran en situación de pobreza energética, y en el que también participa la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES), cuyo objetivo es el de la optimización de la factura eléctrica y formación en eficiencia energética. Casi 2.400 hogares en riesgo de exclusión social se beneficiaron de este programa en el periodo 2020-21. Recientemente, hemos firmado con la Fundación ENDESA que tiene previsto atener a más de 1.700 hogares.  

A estas personas se les ha asesorado para optimizar su factura a través de más de 200 talleres online donde se han tratado temas relativos al consumo, la eficiencia energética o el bono social. Además, durante ese periodo se entregaron cerca de 1.700 kits personalizados de eficiencia energética que incluían ribetes y aislamientos para vidrios, reflectores para radiadores, regletas para evitar que los aparatos permanezcan encendidos en pausa gastando energía, bombillas de bajo consumo, etc. En este programa también se actúa de manera especial en aquellos hogares donde se detectan carencias significativas relativas al bienestar o la seguridad. Se adquieren electrodomésticos como frigoríficos, vitrocerámicas, calderas, radiadores o lavadoras para los hogares que lo necesitan y se acometen rehabilitaciones en viviendas con instalaciones con riesgo eléctrico que puedan afectar a la seguridad de las personas (62 rehabilitaciones en el periodo 2020-21).   

Además de este programa, Cruz Roja y Endesa han renovado su alianza para luchar contra la pobreza energética con un acuerdo de no corte de suministro a los clientes de Endesa que Cruz Roja identifique como afectados por una situación de vulnerabilidad.  

Por su parte, ECODES ha puesto al servicio de voluntarios y voluntarias la herramienta online ENERSOC, para realizar los asesoramientos energéticos. Asimismo, esta fundación ha realizado un informe de impacto de las actuaciones llevadas a cabo que concluye que, como resultado de la iniciativa, los hogares podrían tener un ahorro del 16% anual en su factura de energía, respecto al gasto que realizaban. Además, con la aplicación de las medidas de eficiencia energética se ha alcanzado una reducción de emisiones equivalente a la plantación de 600 árboles. 

Por su parte, la Fundación Repsol colabora con Cruz Roja en Tarragona y Campo de Cartagena (Murcia) en la lucha contra la pobreza energética.  La Fundación Repsol ha financiado la puesta en marcha de ayudas a los hogares relacionadas con la capacitación en temas energéticos, el asesoramiento acerca de la factura eléctrica y rehabilitaciones en el hogar. Además en Zumárraga (Guipúzcoa) se ha iniciado una colaboración para el acercamiento a colectivos vulnerables de una comunidad energética instalada en esa localidad.