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Vivir en la calle cuando el termómetro roza los 40 grados
INCLUSION SOCIAL
Vivir en la calle cuando el termómetro roza los 40 grados
26/07/2021
ESCRITO POR:
ENTREVISTA POR:
Cruz Roja
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Cruz Roja
  • En España se estima que puede haber alrededor de 33.000 personas sin hogar. Las Unidades de Emergencia Social (UES) de Cruz Roja son una ayuda también para ellas durante el verano. 

Dos cifras. La primera: según el Instituto Nacional de Estadística, en 2018 había una media diaria de 18.001 personas sin hogar alojadas en albergues y otro tipo de centros de alojamiento del Estado; un 9,5% más que en 2016. La segunda: la Estrategia Nacional Integral para Personas Sin Hogar 2015-2020, dependiente del Gobierno español, estima que la cifra de personas en situación de sin hogar es de cerca de 33.000.

Los datos hablan por sí solos: la situación en la que están las personas sin hogar en estos momentos es crítica. Además, desde organizaciones como Cruz Roja se lleva tiempo incidiendo en que, ante las crisis (como la del COVID-19), las personas en situación de pobreza o de exclusión social sufren las consecuencias de forma más extrema. Si el contexto es de por sí dramático, las inclemencias del tiempo en verano, con la aparición de fatigosas olas de calor, provoca que estas personas se encuentren en una posición todavía más vulnerable. 

 

Ante la crisis de la COVID-19, las personas sin hogar son uno de los colectivos más vulnerables 

 

Para paliar dentro de lo posible estas circunstancias, desde Cruz Roja se trabaja en el Proyecto de Atención Integral a Personas sin Hogar en todo el territorio. A través de las Unidades de Emergencia Social (UES) de Cruz Roja, actualmente desplegadas en 32 provincias y conformadas por equipos que integran distintas disciplinas como el trabajo social, la asistencia sanitaria, la psicología, etc., se ofrece a las personas sin recursos agua, zumos, además de ropa fresca y ligera para el verano. De la misma forma que en invierno conviene estar abrigado o abrigada, en esta época hay que enfrentarse al calor para evitar las consecuencias dañinas que se derivan de él. Desde los canales sociales de la Organización, además, se están trasladando consejos y recomendaciones ante las altas temperaturas. 

 

Sobrellevar la humedad sofocante en la calle 

En Melilla el proyecto de Atención Integral a las Personas sin Hogar se puso en marcha en el año 2013. Hasta el día de hoy, y según sus registros, son 438 personas las que han sido atendidas en este proyecto. Daniel Oliva Gordillo, responsable de la Unidad de Emergencia Social (UES) de Melilla destaca que, más allá del calor, la “humedad sofocante” de la ciudad resulta difícil de sobrellevar

Además de proporcionarles agua fresca y paquetes de alimentos no perecederos a las personas sin hogar, Daniel recapitula los consejos de siempre: “Que no estén expuestos al sol, sino en la sombra; que procuren hidratarse…”. Salen tres días a la semana (martes, miércoles, y jueves) para acercarse a las personas que se encuentran en la calle y asesorarlos en todo lo posible, incluso, en temas relacionados con la vacuna de la COVID-19. “Ya los conocemos de hace tiempo, y hemos hecho un esquema de cuándo les tocaba, les hemos ayudado a rellenar el formulario… además de informarles de los recursos de servicios sociales que pueden pedir”, agrega el portavoz de Cruz Roja.  

Mohamed es una de esas personas que están en la calle desde febrero de 2020. Ha vivido en Francia y en Suiza, donde trabajaba en el sector de la automoción, pero, por circunstancias, ha terminado viviendo en Melilla en una furgoneta prestada por un vecino de la zona. Se busca la vida limpiando y vigilando coches. Su objetivo es volver a su Marruecos natal para reunirse con su familia. La Unidad de Emergencia Social supone un gran apoyo para él, no solo por la ayuda alimentaria, sino también por el apoyo a nivel social. 

 

De Melilla a Alicante con el mismo objetivo 

Desde Alicante, Antonio Martín, periodista de la agencia EFE, cuenta su experiencia como voluntario en Cruz Roja. Lo hace en el CIBE (Centro Integral de Baja Exigencia) de Cruz Roja, un centro de día para personas sin hogar. De 8 a 14 horas, las personas sin hogar reciben asesoramiento y tienen acceso a las instalaciones, donde pueden ducharse o lavar su ropa. 

Aun así, Antonio advierte que las personas sin hogar saben cómo actuar frente al calor. “Los solemos encontrar en los sitios más frescos: portales, algún lugar con más humedad...”, relata. Eso no quita, por otro lado, que desde Cruz Roja salgan de forma regular a la calle para ofrecer agua, zumos, sándwich o frutas. “Normalmente, no los ves en una situación extremadamente mala, aunque a veces, debido al consumo de drogas, sí pueden estar inconscientes o sufrir deshidratación”, indica el periodista. “Son más vulnerables a cualquier circunstancia externa, pero en general sí saben ubicarse y protegerse”, concluye. 

 

Sin hogar: la máxima vulnerabilidad de una persona 

Cruz Roja dedica gran parte de su esfuerzo a la atención a las personas en extrema vulnerabilidad. La situación del sinhogarismo es la expresión más grave de la exclusión en la que puede encontrarse una persona. A través del proyecto de Atención a Personas Sin Hogar, Cruz Roja desarrolla diferentes actividades en todo el territorio español. Una de esas actividades, el censo de personas sin hogar que realiza Cruz Roja en Zaragoza cada dos años, ha sido reconocida hace unas semanas por la Oficina de Cruz Roja en Bruselas como buena práctica.  



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