Más de 21.000 personas han accedido a un empleo gracias a Cruz Roja - Ahora
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- En total, más de 100.000 personas participaron en el Plan de Empleo de la Organización durante el año pasado. El 65% fueron mujeres, el 38% menores de 30 años y el 64% eran personas desempleadas.
El año 2020 golpeó en más de un sentido. El empleo, por ejemplo, se derrumbó, como demuestran los numerosos datos que se han ido haciendo públicos (la tasa de paro, a finales del año pasado, se situaba en un 16,13%, el más alto en un cierre de año desde 2017). Una situación que perjudicó especialmente a las personas más vulnerables, como las personas jóvenes, las mujeres, las personas inmigrantes o las personas mayores de 45 años.
En este difícil contexto, Cruz Roja actuó. Gracias a su apoyo, más de 21.000 personas pudieron acceder a un empleo en 2020. Más de 100.000, por otra parte, participaron en el Plan de Empleo de la Organización, de las cuales el 65% eran mujeres; el 38% menores de 30 años; el 33% no tenía estudios o no los había terminado; y el 64% estaban desempleadas.
De las más de 100.000 personas que participaron en el Plan de Empleo de Cruz Roja en 2020, un 64% estaban desempleadas
A Alicia Picazo, de Mislata (València), Cruz Roja le ha ayudado a conseguir un trabajo. “La participación en el Plan de Empleo me ha parecido muy positiva. Gracias a eso, mi hija y yo estamos saliendo adelante. Yo he conseguido un empleo y vemos posibilidades de que ella también se incorpore al mercado laboral”, cuenta. Por ello, recomienda que otras personas en su situación no duden en acudir a la Organización. “A veces es difícil pedir ayuda”, admite, “pero es necesario”.
En términos similares se expresa Vicente Aguilar, uno de los beneficiarios del Plan de Empleo de La Gomera, donde ha participado en un curso sobre jardinería. “Ahora, tal y como está la situación y la vida, hay que formarse para trabajar. Gracias a las formaciones de Cruz Roja podemos tener un mejor empleo”, apunta Vicente.
Para enfrentarse a esta compleja situación en 2020, desde Cruz Roja se reforzó la intervención y las respuestas específicas y especializada, que se enfocó especialmente a las personas más vulnerables, las que se encontraban en situaciones de mayor desventaja en su acceso al mercado laboral. Así, desde la Organización se llevaron a cabo cerca de 13.000 acciones formativas durante el 2020. Por otro lado, 10.429 empresas mantuvieron su compromiso con el Plan de Empleo de Cruz Roja.
En este contexto, el Servicio Multicanal de Información y Orientación laboral CRE-e se erigió como un servicio fundamental del Plan de Empleo de Cruz Roja para estar cerca de las personas que están en un proceso de búsqueda de trabajo. Todos los canales de este servicio se orientaron, precisamente, a solventar las dudas de la ciudadanía, desde conocer el alcance de las medidas adoptadas durante la pandemia hasta saber cómo solicitar prestaciones, entre otros asuntos. Actualmente, este servicio continúa dando la misma respuesta a las personas que lo necesitan.
El empleo en el horizonte de futuro
Con el objetivo de anticiparse a los próximos cambios, los principales retos del Plan de Empleo de Cruz Roja en los próximos meses estarán relacionados con la reducción de la brecha digital y la promoción de competencias digitales; competencias que, hoy en día son imprescindibles para acceder al mercado laboral en estos momentos.
De hecho, y conforme a los datos obtenidos, cerca de un 30% de las personas que participaron en el Plan de Empleo de Cruz Roja en 2020 no poseían ningún dispositivo con conexión a Internet, algo que demuestra la enorme brecha digital que se puede generar en este sentido. Para dar respuesta a esa situación, Cruz Roja distribuyó en régimen de préstamo más de 2.000 tablets y facilitó más de 2.000 tarjetas de datos.
En cuanto a las competencias digitales concretamente, un 43% de participantes en este plan de la Organización tenían un conocimiento básico o nulo sobre estas en 2020. Por todo ello, el Plan de Empleo de Cruz Roja trabaja en estos momentos para que las personas en dificultad social (y en especial las mujeres) puedan mejorar sus competencias y ese desconocimiento no se sume al impacto generado por la COVID-19.
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