Las altas temperaturas viviendo en la calle - Ahora
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- Cuando el verano entra en juego y las temperaturas empiezan a crecer, las personas sin hogar son uno de los colectivos más afectados. Por ello, las Unidades de Emergencia Social (UES) de Cruz Roja están ahí para atenderles sea la época del año que sea.
Se estima que en España 33.000 personas se encuentran en situación de sinhogarismo. Si las cifras de por sí son escalofriantes, las altas temperaturas en verano y las, cada vez más frecuentes, olas de calor hace que su día a día en calle sea todavía más preocupante.
Para mitigar o reducir en la medida de los posible esta latente realidad, Cruz Roja cuenta con Unidades de Emergencia Social (UES) distribuidas actualmente en 32 provincias. Estos equipos abarcan desde trabajo social, asistencia sanitaria o apoyo psicosocial, entre otras disciplinas. “Desde la pandemia, la situación de estas personas se ha agravado. Por nuestra parte tratamos de escucharles, acompañarles durante todo el año y, en esta temporada de verano facilitarles el material necesario para que los días sean más llevaderos”, explica Daniel Oliva, trabajador social y responsable de la Unidad de Emergencia Social (UES) de Cruz Roja en Melilla.
La humedad arrolladora, en este caso, de la ciudad de Melilla es difícil de aguantar y más, si vives en la calle. “Durante esta época del año les estamos proporcionando agua fresca, llevamos repartidas 100 mochilas que les vienen muy bien para guardar sus pertenencias, botellas reutilizables, así como camisetas transpirables para sobrellevar el calor”, cuenta el responsable. La entrega de este material por parte de Cruz Roja gracias a la aportación del financiador BP permite a estas personas sentirse atendidas en medio de su compleja realidad.
Durante todo el año, el personal voluntario lleva a cabo el mismo protocolo de actuación con el objetivo de atender a las personas sin hogar de acuerdo a sus necesidades y a las inclemencias climatológicas del momento, sea verano o invierno. “Tratamos de adecuarnos a sus necesidades siempre que sea posible, pero, sobre todo, lo que más agradecen es sentirse escuchados y acompañados, al final en su día a día nadie les presta atención y sentir que les miras y les dedicas tiempo es lo más valioso, dejan de sentirse invisibles por un tiempo”, confiesa Daniel Oliva.
Durante el mes de julio, el equipo de la Unidad de Emergencia Social de Cruz Roja en Melilla, dentro del Proyecto de Atención Integral a Personas Sin Hogar, ha atendido a 130 personas sin hogar proporcionándoles material y acompañamiento integral. “Este voluntariado es más que demandado por el equipo, te hace ver la realidad por la pasan otras personas y cómo afrontan sus días. Cada persona con sus historias, su trayectoria de vida…”, concluye el responsable.
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