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Hacer del hospital un lugar más amable para la infancia y adolescencia
SALUD
Hacer del hospital un lugar más amable para la infancia y adolescencia
22/12/2025
ESCRITO POR:
ENTREVISTA POR:
Cruz Roja
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Cruz Roja
  • Pasar tiempo en el hospital supone para un niño, niña o adolescente despedirse temporalmente de su rutina de antes: el colegio, su habitación, sus amistades… De repente, le toca adaptarse a un día a día que se vuelve más gris. Por suerte, existen personas que dedican parte de su tiempo libre a acompañar a la infancia hospitalizada haciendo que su estancia sea más llevadera.

Paula Lougedo se mudó en septiembre de 2024 a Oviedo para cursar sus estudios. Desde que llegó supo que quería hacer voluntariado en la ciudad y, tras conocer las diferentes opciones de voluntariado en la ciudad, se topó con el proyecto de Infancia Hospitalizada de Cruz Roja Juventud. Le llamó la atención y en enero de este año comenzó su andadura como voluntaria en el Hospital Universitario Central de Asturias (Oviedo).  “Aunque salí muy contenta de la formación previa, pensaba que no era un proyecto para mí, que quizás era duro, que no estaba preparada…. Sin embargo, fue todo lo contrario, acabó siendo un proyecto en el que estoy muy cómoda y en el que más activa estoy como voluntaria”, se sincera Paula Lougedo.  

Desde hace 30 años, Cruz Roja Juventud a través del programa de Infancia Hospitalizada trabaja desarrollando actividades que mejoran el bienestar y el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes hospitalizados, y también de sus familias.  

En el hospital, las actividades son tan variadas como necesarias: juegos que facilitan la socialización, manualidades, animación a la lectura o propuestas especiales ligadas a días y fechas señaladas. “Ver cómo consiguen olvidarse por un rato de lo que están viviendo y centrarse únicamente en jugar es lo más bonito. “Aunque sea solo un rato, sabes que ese tiempo que les has dedicado ha servido para algo”, explica Paula.  

35.984 niños, niñas y adolescentes, han formado parte de las diferentes acciones de acompañamiento durante el año 2024 en 16 comunidades autónomas y 39 provincias. Detrás de cada cifra hay personas voluntarias y técnicas que, como Paula, dedican su tiempo a estar cerca de la infancia.  

Además, gracias al voluntariado las familias de los niños, niñas y adolescentes hospitalizados también encuentran un respiro. “Nos dan las gracias con una sinceridad que emociona. No solo por entretener a sus hijos e hijas, sino por permitirles desconectar durante un momento”, cuenta la voluntaria.  

Y es que, cuando alguien dedica su tiempo a acompañar, el hospital deja de ser sólo un lugar de espera cargado de incertidumbre o malestar, sino que pasa a convertirse, aunque sea por un momento, en un espacio donde ser niño o niña es posible. “Estar con niños y niñas te devuelve una mirada más inocente. Te recuerda la importancia de cosas tan simples como jugar, imaginar o hablar de tu sabor de helado favorito, por ejemplo”, concluye Paula Lougedo.  

Llegan fechas señaladas y la actividad dentro del programa de Infancia Hospitalizada trata de mantener ese espíritu. Por ejemplo, en Cantabria, el voluntariado prepara kits de juegos y fichas de ocio para que la infancia pueda utilizarlos en sus habitaciones o llevárselos a casa tras el alta. En A Coruña, diferentes entidades se coordinan para llenar el hospital de adornos, disfraces, música y pequeños regalos.  

Lo que está claro es que, tanto en fechas señaladas como a lo largo de todo el año, el proyecto de Infancia Hospitalizada de Cruz Roja Juventud contribuye a humanizar el entorno hospitalario de los niños, niñas y adolescentes desde la educación, el acompañamiento y el juego.  

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