El éxito escolar también es posible desde el hospital - Ahora
Publicador de contenidos
- La hospitalización es un proceso que conlleva numerosas dificultades y desajustes para las personas que sufren una enfermedad y para sus familias. Esta situación es aún más difícil cuando hablamos de niños y niñas que, a causa de la enfermedad, se ven alejados de su proceso escolar y educativo. Desde Cruz Roja en Ceuta, a través del Ministerio de Educación y Formación Profesional, trabajan para que los menores se mantengan al día en materia educativa.
¿Sabías que los y las niñas hospitalizadas siguen yendo al cole porque existen docentes en los centros hospitalarios? Pasar un periodo de enfermedad en una habitación es duro, por lo que es fundamental que los menores puedan olvidar por un momento que están enfermos. Su continuidad escolar y rendimiento académico también se consiguen desde el hospital.
En Cruz Roja en Ceuta, esto es posible a través de dos de sus proyectos con más éxito como son el Servicio de Atención Educativa a la Infancia Hospitalizada (SAEIH) y el Servicio de Atención Domiciliaria Educativa (SADE), ambos llevados a cabo con infancia hospitalizada o convaleciente en sus propios domicilios y en donde profesorado de Cruz Roja se desplaza, o al domicilio o al hospital, a atender al menor enfermo.
Una iniciativa que se retomó el pasado mes de diciembre y que permite que, tanto los niños y niñas hospitalizados, como también la infancia que, por problemas de salud, se encuentra en sus domicilios y no puede acudir a clase, lleven sus estudios al día.
Sandra Mora es maestra y responsable del proyecto SAEIH ‘Servicio de Atención Educativa en Infancia Hospitalizada’ de Cruz Roja Ceuta, que persigue dar continuidad a la enseñanza y que los menores se evadan del entorno hospitalario que los rodea. “El alumnado que permanece tanto hospitalizado como en el domicilio, se considera que está en situación de desventaja dentro del sistema educativo. Su rutina diaria se rompe respecto a las clases de referencia y los centros educativos no pueden atender a estos niños que están enfermos”, afirma. Su labor, precisamente consiste en coordinarse con cada centro y con el profesorado para adaptar un programa individualizado para cada uno de estos niños y niñas con tal de que sigan su proceso de aprendizaje.
Ambas iniciativas van dirigidas a niños, niñas y adolescentes de 0 a 18 años, con alguna enfermedad, o que se encuentran convalecientes en su domicilio o en la cama de un hospital. Un trabajo que anualmente se lleva a cabo con 30 centros educativos de Ceuta; 17 centros públicos, 6 concertados, 6 institutos de educación secundaria y bachillerato y 1 de educación especial. “Hemos llegado a trabajar junto a 160 niños y niñas en el periodo del proyecto, que suele durar unos nueve meses, ya que se concentra en el calendario escolar”, explica Mora.
“Hemos llegado a trabajar junto a 160 niños y niñas en el periodo del proyecto, que suele durar unos nueve meses, ya que se concentra en el calendario escolar”
Por la mañana, de 9 a 10h, el equipo de Cruz Roja pasa por cada centro escolar para recoger los deberes y tareas y hablar con tutores o profesores. El resto de la mañana (igual que el horario de cualquier colegio) los niños y niñas ingresados en el hospital hacen sus actividades acompañados por el personal de la Organización. Los objetivos de los proyectos para el curso escolar 2022/2023, no solo recogen cuestiones relacionadas con el ámbito educativo y con la atención hospitalaria necesaria para evitar posibles desfases escolares, también se centra en el ámbito social. En este sentido es clave generar los medios apropiados para que, entre el menor o la menor y su entorno (familia, vecinos, amigos de clase), se creen los cauces adecuados para que la comunicación entre ellos no se interrumpa por causa de su enfermedad, sino que por el contrario se potencie y dinamice.
La necesidad de los vínculos afectivos
En este proceso juega un papel fundamental la importancia del ámbito afectivo emocional, cuya principal función es el de apoyar emocionalmente a los niños y niñas enfermos, creando los medios adecuados para que sientan lo menos posible la separación de su círculo más cercano. “Emocionalmente notan muchísimo el cambio en sus rutinas. Lo que hacemos es darles mucho apoyo y afecto y actividades para que se diviertan”, afirma Mora. Subraya la importancia de la presencia de sus vínculos afectivos, de sus amigos y amigas del colegio, “a través de las actividades, hacemos que sigan en contacto con sus compañeros y compañeras, con tal de que no sientan una interrupción en su vida a causa de la enfermedad”.
Además de apoyar la educación reglada, la Organización también propone actividades manuales, celebra las efemérides más destacadas y cuenta con un vasto material que hace las delicias de los más pequeños y pequeñas.
“El grado de satisfacción es espectacular. A nivel de centros educativos, ya no solo son proyectos buenos, sino que son totalmente necesarios,” afirma Mora. Por último, recalca la fantástica coordinación con la dirección de los diferentes centros, algo “fundamental para que el proceso siga adelante”.
a más gente, compártelo.