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Un verano sin ITS. ¿Es posible? - Cruz Roja

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Un verano sin ITS. ¿Es posible?
Presente
Multicanal VIH
Xul
26
2024
26 Xullo Un verano sin ITS. ¿Es posible?

“No te enseñan a vivir”.

Es lo que pienso mientras me miro al espejo que me devuelve la imagen de la persona joven que soy, con toda la vida por delante.

De nuevo, llega el verano y el sol tiene toda esa impunidad de abrasar sin piedad. Hora de ir de vacaciones.

Me pregunto si mis deseos son, realmente, míos o también me los han impuesto. Si, verdaderamente, soy capaz de sentirme libre para elegir. En tanto, voy pensando qué pondré en la mochila.

Se supone que todos mis privilegios, se asocian a mi juventud.  La profesión, el futuro, ocupar un lugar importante en la sociedad y ¿el amor? Y antes del amor, simplemente el sexo… todo me genera tantas contradicciones.

Ya quedó atrás en el tiempo aquel primer encuentro, en el que inicié el tránsito hacia la vida adulta. Sin embargo, el desconcierto no ha desaparecido con más experiencias.

El ideal que tengo de la pareja perfecta siempre está lejos de la realidad, como me sucede con otros aspectos de mi vida.

Están quienes dicen que primero debe aparecer el amor y después el sexo, pero cada circunstancia, cada vida es diferente... Por ahora, he vivido el sexo como una forma de disfrute (bueno, tampoco siempre) sin más trascendencia.

Cuando despertamos a la sexualidad lo hacemos en el contexto cultural, afectivo y social en el que hemos crecido y del cual no podremos escapar fácilmente. Y esto, ni siquiera lo digo en sentido negativo, es mera descripción.

Claro. Y lo que tiene que ver con el sexo es todo un tema. El miedo a no gustar a la otra persona es lo primero que se me pasa por la cabeza antes de... 
A mis compis y a mí nos queda muy lejos la pandemia del VIH, cuando quienes lo contraían, tenían pocas posibilidades de sobrevivir. Hoy nos parece algo del pasado, porque los tratamientos actuales generan la sensación de que ya no existe, al haberse convertido en una infección tratable y crónica. 
Y de las demás ITS nadie se preocupa, porque aparentan ser más inofensivas.

“Si tiene que pasar que pase, no quiero que nada me corte el rollo”, me decía siempre una amiga. Hace medio año le diagnosticaron clamidia y a partir de entonces, usa siempre el preservativo.

Es que, aunque se tenga muy clara la teoría, la realidad es otra cosa. Por eso me planteo que ante posibles excesos que me puedan hacer perder mi compostura, me conviene cuidarme especialmente. 

En plan vacaciones, los encuentros sexuales pueden ser pasajeros y sin compromiso; no obstante, la posibilidad de contraer una ITS no disminuye por eso.
Conozco los medios para prevenirlas. Sé cómo quiero que me traten a la hora de vivir la sexualidad. Que me respeten, que no se aprovechen de mí, que me cuiden.  ¡Igual que hago yo! Que mi verano y mis momentos de distensión no se conviertan en una amenaza para mi salud.

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