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Salvamento Marítimo: una alianza que salva vidas y protege al planeta

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SALVAMENTO MARÍTIMO: UNA ALIANZA QUE SALVA VIDAS Y PROTEGE AL PLANETA

Salvamento Marítimo: una alianza que salva vidas y protege al planeta
En el mar nunca estamos solos. A pesar de su inmensidad, muchas son las personas que colaboran para protegernos y ayudarnos. Este año se cumplen 50 años del nacimiento de la Cruz Roja del Mar, enfocada a la labor humanitaria en este medio. Su principal objetivo ha sido (y sigue siendo) salvar vidas y proteger el medio ambiente. Así es cómo lo hacen.

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parte 1 salvamento maritimo

“El mar no tiene caminos, el mar no tiene explicaciones”, decía el novelista y dramaturgo italiano Alessandro Baricco. El mar, esa gran masa de agua salada que abraza la Tierra, cubre más del 70% de la superficie terrestre –tal es su importancia–. Amado por algunas personas; temido por otras, el mar es uno de nuestros bienes más preciados.  

Este año se cumplen 26 años de un acuerdo que marcó nuestra vinculación con los mares: el de Salvamento Marítimo (entidad pública adscrita al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana) y Cruz Roja. Una colaboración que arrancó con la creación de la Sociedad Estatal de Salvamento, integrada en la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante, en 1995 y que creó una poderosa sinergia entre ambas organizaciones siguiendo dos principales premisas: la búsqueda y salvamento de las personas en peligro en la mar y la lucha contra la contaminación marina. Desde entonces, han pasado más de dos décadas, pero el compromiso que se firmó sigue grabado –a sal– entre ambas instituciones 

Un compromiso suscrito desde entonces con planes anuales de acción e impulsado en 2019 con una prórroga de cuatro años más con el fin de garantizar una mayor y más eficaz cobertura conjunta de las aguas costeras. 

El compromiso entre Salvamento Marítimo y Cruz Roja dura ya más de dos décadas

Durante el año 2020, cerca de 2.000 personas participaron como personal voluntario de Cruz Roja en actividades desarrolladas en el Programa de Salvamento Marítimo en el ámbito del litoral peninsular, en archipiélagos y en las ciudades autónomas. Un año en el que se realizaron un total de 3.172 intervenciones en España –de las cuales, 1.328 estuvieron dedicadas a la formación y adiestramiento de las tripulaciones encargadas de dar respuesta ante cualquier emergencia surgida en el mar–. 

El resultado de la importante acción de Cruz Roja, junto a Salvamento Marítimo, de 2020 se plasma también en las cifras totales de personas que recibieron asistencia directa. El año pasado, 1.124 personas fueron rescatadas por encontrarse en riesgo de ahogamiento, por precisar asistencia y/o evacuación sanitaria o por ser el objetivo directo de distintas operaciones de búsqueda y rastreo. Un compromiso de ambas organizaciones que, no cabe duda, salva vidas. 

Y no solo eso: también ayuda al planeta. En materia de Lucha Contra la Contaminación Marina (LCC), el número de intervenciones de Cruz Roja se ha incrementado en más de 30% en 2020 con respecto al año anterior (2019). Concretamente, se produjeron un total de 105 intervenciones de emergencia para la contención y/o dispersión de agentes contaminantes, entre otras acciones. 

La colaboración entre Salvamento Marítimo y la Cruz Roja acumula no pocos relatos increíbles que ponen el foco en los héroes y heroínas que navegan por los mares y luchan para que haya un final feliz en todas las historias, ya sean humanitarias o medioambientales. Aquí, algunas de esas historias. 

parte 2 salvamento maritimo

11 años en la mar

 

José Malvido tiene claro el momento en que su vida dio un vuelco: a los 36 años. Fue el momento en el que se dio cuenta de su vocación “oculta”: el mar. Antes, José trabajaba de administrativo, pero decidió cambiarlo todo por disfrutar del océano. Desde hace once años, además, forma parte del equipo de Cruz Roja en Cádiz, donde ha sido personal técnico y continúa, a día de hoy, de voluntario. 

“Llevo inscrito desde hace 11 años, pero es cierto que las salidas son puntuales”, confiesa, humilde, José. “Se va acumulando experiencia, pero no tanta como uno quisiera. No siempre puedo participar todo lo que me gustaría”, cuenta este gaditano que, actualmente, es patrón profesional de la marina mercante. A pesar de ello, siempre encuentra huecos para ayudar desde Cruz Roja. “Cuando estoy libre, lo comunico al responsable del programa, y me llama si hay alguna actuación o mantenimiento”, informa. 

“Ayudar a alguien en el medio marino es bastante reconfortante. Cuando lo sufres estando fuera sabes lo difícil que es solventar según qué situaciones: mal tiempo, averías…”,  afirma. José reconoce también que el problema migratorio es un asunto que le preocupa, y que afecta de manera especial a su localidad. “Eres consciente del problema que hay”, señala. Por ello, “si yo puedo hacer algo para que esas personas que están en el mar no tengan un problema, lo hago. Por eso nunca he dejado de ser voluntario”, expresa. 

Una vocación que, por cierto, es a prueba de viento y marea. “A nadie le gusta estar fuera con mal tiempo, pero gracias a vivir situaciones complicadas tienes la capacidad para poder gestionarlas”, dice este voluntario de la Cruz Roja en Cádiz. “No solo por tener barco y arrancarlo, o saber manejar el timón, significa que sepas navegar. Ahí fuera, hay que tener la mente muy fría”, añade, reflexivo. De hecho, no son pocas las veces que han tenido que rescatar a gente precisamente por estos motivos. 

“Ayudar a alguien en el medio marino es bastante reconfortante", afirma José Malvido  

José recuerda a tres jóvenes que habían salido en verano a navegar con el fin de ver delfines y cetáceos. “No tuvieron en cuenta la cantidad de combustible, y tuvimos que ir a por ellos en medio del Estrecho. Estaban muertos de miedo porque había un gran mercante que pasaba muy cerca. La corriente, de hecho, los llevaba hacia Málaga, y nos tuvimos que desplazar entre 10 y 15 millas del puerto de Tarifa”, recuerda José, que valora que, aunque su intención era “buena”, tenían “poca preparación”. 

En el Estrecho existen “tantas y tan fuertes” corrientes que, en palabras de José, es difícil encontrarse con mucha contaminación. Pese a ello, es consciente de que, aunque no sea visible, la basura existe. “En general, hay mucho plástico”, menciona. Frente a esta situación, no obstante, se muestra positivo, y recuerda que los progresos de la tecnología en los mercantes están contribuyendo a ello. Un mar de posibilidades (nunca mejor dicho) se abre ante las personas que, como José, aman tanto lo que nos rodea. 

parte 3 salvamento maritimo

Una ingeniera naval que hace de patrona

 

Andrea Gómez, una joven ingeniera naval de 27 años, es consciente de que muchos de sus días amanecen cansados. Un día como hoy, justo al terminar su jornada laboral, pone rumbo a la Base de Salvamento Marítimo de A Coruña, donde es voluntaria. “Llegaré a casa reventada, mañana pensaré ‘ay, pero quién me manda’, pero bueno, esto es así”, resuelve pragmática cuando se le pregunta cómo compagina el trabajo con el voluntariado. 

No tenía conocimientos específicos, pero a raíz de su voluntariado se ha convertido en socorrista y patrona

Comenzó su relación con Cruz Roja hace casi diez años. “Una amiga me comentó que se había metido de voluntaria. Pensé que era muy interesante y cuando descubrí que había una base de mar (y el mar me tira bastante), no dudé en meterme”, explica. No tenía conocimientos específicos, pero a raíz de su voluntariado se ha convertido en socorrista y patrona. 

Además de eso, Cruz Roja le ha ayudado en otros aspectos, “a nivel personal”, matiza Andrea. “Me ha ayudado a crecer como persona”, cuenta. ¿Su objetivo ahora? Convertirse en una “buena” patrona. Y, llegada la circunstancia de enfrentarse a una emergencia, “sacarla adelante perfectamente”. 

parte canarias

Unas sonrisas que lo valen todo

José Carmelo Campos lleva desde el 2001 en Cruz Roja, pero el gusanillo del mar no se le metió dentro hasta hace un par de años; precisamente, por un compañero de la Organización. Ahora, es referente en Socorros y Emergencias en la asamblea de Telde (Las Palmas, Canarias), donde las acciones más habituales del Programa de Salvamento Marítimo pasan por la búsqueda y el rescate (en 2020, prestaron 221 servicios y atendieron a 624 personas en Canarias), y los temas medioambientales.  

Cuando se trata de ayudar, los horarios no importan

“Recuerdo un día que estábamos navegando y nos dijeron que había una patera con migrantes a bordo que iba hacia Maspalomas, que podría incluso haberse chocado contra las rocas”, cuenta este voluntario. “Cuando nos vieron llegar, la alegría de sus caras... fue increíble”, añade. 

Y es que, cuando se trata de aportar, a veces no importan los horarios. “A nosotros nos han activado de madrugada algunas veces estando en casa, pero no piensas en otra cosa que en salir y ayudar a los demás”, explica. “Saber que estás ayudando a otras personas y, sobre todo, ver sus sonrisas cuando llegas” es, para José Carmelo, indescriptible y emocionante.  

parte 4 salvamento maritimo

Un restase atípico… y algo animal 

 

El equipo de Salvamento Marítimo de Cruz Roja en Laredo (Cantabria) recibió hace un tiempo una llamada poco usual: dos vecinos habían encontrado atrapada a una vaca en un risco. Esta se había precipitado desde lo alto de un acantilado de 20 metros y, según el ganadero propietario, las autoridades dependientes del Gobierno veían “imposible” poner en marcha la operación para socorrerla por las dificultades técnicas que entrañaba. 

Pese al cansancio y desorientación de la vaca, lograron llevarla a tierra firme sin más heridas que algún rasguño ocasional

El equipo de Salvamento Marítimo formado por voluntarios y voluntarias de Cruz Roja evaluó el caso para explorar todas las posibilidades y, finalmente, ideó un sistema para salvar a la vaca mediante un arnés confeccionado gracias a un conjunto de boyas, cabos y garrafas, que permitía soportar el peso del animal, al que tuvieron que arrastrar por mar con el reto que ello implicaba. Pese al cansancio y desorientación de la vaca, lograron llevarla a tierra firme sin más heridas que algún rasguño ocasional. 

En total, cerca de 17 los voluntarios y voluntarias sumaron fuerzas durante más de seis horas para que el rescate a la vaca saliera adelante. Un proceso “complicado”, en palabras de Alesander Ruiz, voluntario del Equipo de Salvamento Marítimo y que, sin la colaboración de todo el equipo, hubiera sido “imposible” llevar a cabo.  

parte baleares

Ser voluntaria se nace, y también se hace  

El caso de Pitu, voluntaria y patrona de la embarcación del equipo de Salvamento y Socorrismo Acuático de Cruz Roja Baleares, es muy especial. Sufrió un accidente en el mar hace unos años y las personas que la rescataron eran, en su mayoría, voluntarias. En ese momento, pensó en cómo devolverles el favor. Y decidió dar un paso al frente y unirse a la Organización, donde ingresó en diciembre de 2019. 

Desde entonces, ha participado en diferentes actividades del movimiento, como regatas, prácticas de rescate acuático… Actualmente, además, es patrona de embarcación, algo que compagina con su trabajo como bióloga en proyectos relacionados con la posidonia oceánica.  

Por otro lado, el servicio de Salvamento Marítimo de la Cruz Roja Baleares realizó en 2019 más de 60 intervenciones entre las dos estaciones donde operan (la estación de Salvamento de Sóller, y la estación de Salvamento de Sant Antoni de Portmany). De estas, la mayor parte fueron actividades de remolque de embarcaciones a la deriva o averiadas, así como ejercicios de adiestramiento, busca y rastreo, asistencia sanitaria, evacuación sanitaria y asistencia técnica. El servicio también prevé otras actividades relacionadas con la reducción y prevención de la contaminación del entorno marino.  

parte 5 salvamento maritimo

De futbolista profesional a amante del mar

 

Pasar del estable terreno de juego al mar podría ser un paso difícil para algunos, pero no para el exfutbolista Dani Mallo. “No tenía experiencia previa en salvamento marítimo ni en actividades acuáticas, pero mis compañeros y compañeras me acogieron como uno más. Ahora soy un apasionado del mar y del trabajo como voluntario”, confiesa este deportista que ahora trabaja para el Sindicato de Futbolistas y es voluntario de Cruz Roja en la Base de Salvamento Marítimo de A Coruña desde hace dos años. 

Pero, ¿de dónde vino la idea de apuntarse a Cruz Roja? “Por mi mujer”, confiesa Dani. “Ella era voluntaria en temas sociales y me animó a echar una mano a los demás”. Cuando Dani llegó a la Organización, le propusieron formar parte de Salvamento Marítimo, un área de la que no sabía mucho. Para ello, tuvo que prepararse al máximo.  

“La formación es muy importante”, recalca este voluntario. “Independientemente de los rescates, también he aprendido de primeros auxilios, de temas de emergencias… puedo echar una mano cuando sea si es necesario. Me gusta estar preparado para ayudar, eso es lo que más valoro”, reflexiona Dani.  

“No tenía mucha relación antes con el mar, pero ahora estoy enganchadísimo”, dice Dani Mallo

“Es cierto que Cruz Roja tiene unos medios que Salvamento Marítimo no posee, como embarcaciones más pequeñas y ágiles que pueden acceder a zonas donde las de Salvamento no pueden llegar”, concreta, como son las zonas más costeras, recónditas o rompientes. “Pero sí, siempre estamos a las órdenes de Salvamento Marítimo”, dice. 

Las tareas específicas dependen, eso sí, de cada semana. “Hacemos preventivos, patrullas; colaboración en eventos como regatas, travesías a nado… y, por supuesto, emergencias”, explica. Estos últimos meses, en invierno, sobre todo se han dedicado a vigilancia costera; en verano, por otro lado, abundan más las regatas, las pruebas náuticas e incluso las travesías a nado. 

“Retirar un tronco puede parecer algo poco importante, pero en realidad es peligroso. Nos lo tomamos como algo muy importante. Al final, alguien puede tener un impacto con él, incluso un hundimiento”, argumenta. Por ello, Dani admite que no tiene ningún problema en echarle horas; e incluso, le gustaría colaborar más si tuviera más tiempo. “No tenía mucha relación antes con el mar, pero ahora estoy enganchadísimo”, añade. 

Ese es el motivo por el que también el semblante de este voluntario se nubla al hablar de contaminación y sus efectos en los océanos. “En cualquier servicio que hagamos acabamos con el barco lleno de residuos. Bricks, plásticos… cosas que son evitables, que no se van por el retrete. Es una lástima que sea algo rutinario porque, al final, este es nuestro planeta. No tenemos otro”, alerta. 

De todo lo aprendido en los últimos años siendo voluntario de Cruz Roja, Dani no duda en qué destacar: “A respetar el mar”. “Es bonito, hermoso; te puede brindar momentos de libertad… pero es un medio cambiante, lleno de incertidumbre, que encierra muchos peligros: corrientes, mareas, rompientes…”, incide. “No hay que tenerle miedo, por supuesto que no, pero sí hay que respetarlo”, concluye.  

parte cv

Cuando la mar sale de dentro  

Para el voluntario de la Cruz Roja València, Rafael Chordá, la mar es algo que sale de dentro. Rafael empezó su andadura con la Organización alrededor de 1975, concretamente con Cruz Roja Juventud. Pero, cuando tuvo la oportunidad de pasarse al servicio de Salvamento Marítimo, lo hizo. “Por aquella época éramos bastante jóvenes todos y empezamos a sacarnos las titulaciones”, cuenta este voluntario que tiene ahora mismo 61 años. 

Lo básico, incide, es que te guste ayudar a la gente. Además, el mar tiene que atraparte de alguna manera. “A mí siempre ha sido lo que me ha gustado, desde que tengo uso de razón”, advierte Rafael, que añade que el medio marino siempre ha sido su pasión y todavía hoy lo continúa siendo. “La mar te tiene que nacer”, sostiene. 

Respecto a las activaciones, a salir en cualquier momento cuando le llamen, a Rafael no le cuesta. “Es una cosa que nadie te obliga: la haces tú porque quieres”, apunta sobre el voluntariado. Existen infinidad de anécdotas, pero él destaca una: la primera. “Siempre me acordaré de la primera persona que saqué del mar, un señor al que reanimamos y pudimos sacarlo de una parada. Siempre lo llevaré en el recuerdo. Se me quedó grabada su cara”, narra. 

En la Comunidad Valenciana, Cruz Roja ha realizado 556 intervenciones, ha atendido a 158 personas y ha realizado labores de sensibilización a 1850 personas. Por otro lado, 445 personas son actualmente voluntarias del Servicio de Salvamento Marítimo. 

“La mar te tiene que nacer” 

De cara al verano y a la mayor actividad que se va a desarrollar en el mar, Rafael solo tiene una palabra en mente: “Prudencia”. También enumera una serie de recomendaciones: los patrones (que son los que asumen el riesgo de sacar a las personas a la mar) deben tener experiencia (o “que hagan por tenerla”); la embarcación debe estar revisada y con todo en condiciones; y, en caso de duda, es mejor pedir ayuda cuanto antes. “En cinco minutos se puede volver todo en tu contra, así que es mejor no esperar al último momento”, sugiere Rafael. Y la suya, no cabe duda, es la voz de la experiencia.

parte 6 salvamento maritimo

La Cruz Roja del Mar cumple 50 años 

 

La vocación de Cruz Roja por el mar se remonta al mes de julio de 1971. En este año, Cruz Roja crea la Cruz Roja del Mar, enfocada a la labor humanitaria en este medio. Solo un año más tarde, en 1972, la sociedad Española de Salvamento de Náufragos –creada en 1880–, se integra en Cruz Roja con todos sus bienes, derechos y obligaciones reforzando así la capacidad de esta última en el desarrollo de la actividad de Salvamento Marítimo. 

Unos años después, en 1977, se produce un convenio con la entonces Subsecretaría de la Marina Mercante (hoy Dirección General de la Marina Mercante) y la Cruz Roja. Doce años después, en octubre de 1989, se firma un nuevo acuerdo entre el Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones (actualmente Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana) y Cruz Roja, que no se materializa hasta los años 1991-1992. En 1991, precisamente, se pone en marcha el primer Plan Nacional de Salvamento por parte de la Administración Española. 

En ese momento, el modelo organizativo por el que se apuesta es por la coordinación de todos los medios capaces de realizar tareas de búsqueda y salvamento marítimo tal y como propugnan el convenio de Hamburgo y los manuales de búsqueda y salvamento de la OMI (Organización Marítima Internacional). También se sigue el modelo de otras organizaciones SAR (organizaciones de búsqueda y salvamento), compuestas por organismos e instituciones capaces de realizar tareas de Salvamento siempre bajo la coordinación y dirección de los centros dependientes de la administración del estado.  

Tras definir los aspectos logísticos y operativos, se produce una nueva acción conjunta entre la Dirección General de la Marina Mercante y Cruz Roja Española en 1992. Finalmente, tres años después, en 1995, se firma el Convenio Marco de Cooperación entre la Salvamento Marítimo y Cruz Roja, dejando sin efecto todos los acuerdos y planes anteriores, y persiguiendo un mismo fin: colaborar en la búsqueda y salvamento  de las personas en peligro en el mar y luchar contra la contaminación marina. 

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