Empleo juvenil: el reto de encontrar un lugar en el mundo - Ahora
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Empleo juvenil: el reto de dar una oportunidad al talento joven
EMPLEO JUVENIL: EL RETO DE DAR UNA OPORTUNIDAD AL TALENTO JOVEN
Cruz Roja
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Parte 1 Empleo juvenil
El empleo decente, el que permite una vida digna y lograr la emancipación y transición a la vida adulta, actualmente, es una quimera para muchas personas jóvenes. Ya antes de la pandemia -y según avala el estudio realizado por la Foundation For European Progressive Studies-, un 60% de las personas encuestadas consideraba que la generación millennials (es decir, las personas nacidas entre los años 1981 y 1996 aproximadamente) vivirían peor que sus progenitores .
Con la pandemia, todas las cifras relativas al empleo juvenil empeoraron, y confinaron los sueños de miles de jóvenes. Según la Encuesta de Población Activa (EPA), realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 2020 se cerró con una tasa de paro juvenil del 40,13%, cuatro de cada diez jóvenes con menos de 25 años se encontraban en paro. La peor tasa de desempleo juvenil en toda la Unión Europea. Según los datos de las y los jóvenes atendidos por Cruz Roja, la tasa de paro ascendió a un 53%, y un 45% había perdido la motivación para buscar trabajo o estudiar.
Ante esta realidad, uno de los compromiso de Cruz Roja ha sido generar oportunidades de activación laboral y capacitar a las personas jóvenes en situación de vulnerabilidad para su participación e inclusión en el mercado laboral. En 2020 participaron en el Plan de Empleo más de 38.000 personas menores de 30 años, y 12.794 lo hicieron en iniciativas específicas de formación y empleo para jóvenes, como el Proyecto Pulsa Empleo, de activación, motivación, orientación y acompañamiento al empleo y el Proyecto Segundas Oportunidades de formación y aprendizaje, que se desarrollan en el marco del Programa Operativo de Empleo Juvenil (POEJ) o el proyecto Primeras Oportunidades laborales para jóvenes, que se desarrollan en el marco del Programa Operativo de Inclusión Social y Economía Social (POISES), ambos financiados por el FSE, consiguiendo que 6.179 jóvenes se formaran para una ocupación, y 4.740 encontraran un Empleo. Es cierto que el horizonte de futuro puede resultar difuso algunas veces, pero, afortunadamente, quedan motivos para la esperanza.
Parte 2 Empleo juvenil
Las oportunidades (todavía) existen
Uno de esos jóvenes protagonistas del Plan de Empleo de Cruz Roja es Jesús Ojeda, un joven de Madrid que, ante la pandemia y el posterior confinamiento, se sentía completamente “atrapado” y sin salidas. Acudió al ayuntamiento de su localidad y desde el consistorio le indicaron que alguien le llamaría. Cruz Roja estaba al otro lado del auricular.
Más de 38.000 jóvenes han recibido apoyo del Plan de Empleo de Cruz Roja en 2020
“Me ayudaron en el peor momento, cuando consideraba que no podía hacer nada. Me orientaron para buscar una salida a esa situación” cuenta emocionado Jesús. En menos de tres meses, este joven ya había conseguido formarse y encontrar un empleo; algo que, advierte, no es lo “usual”, porque, recuerda, “cada proceso es personal” y con distintos tiempos y oportunidades.
Hacia Cruz Roja solo tiene palabras de agradecimiento. “Va a sonar de película, pero no todo es tan oscuro, incluso cuando hay una pandemia mundial; también hay oportunidades. Las películas se basan en la vida real, y a veces las cosas salen bien. Vamos a lograrlo”, añade Jesús, que lanza así un mensaje de optimismo.
No duda en afirmar, además, que Cruz Roja le ha cambiado la vida. “Ya no tengo miedo a pedir ayuda”, expresa.
Parte 3 Empleo Juvenil
Iniciativas que cambian vidas
Dentro del Plan de Empleo de Cruz Roja se realizan ocho tipos de iniciativas específicas para jóvenes. En ellas se trabaja la mejora de la empleabilidad a través del desarrollo de competencias básicas, digitales, transversales y profesionales; la adquisición de competencias clave de aprendizaje para retomar al sistema educativo; o el aprendizaje de una profesión acorde con las necesidades y oportunidades del mercado laboral, donde se busca el acercamiento a entornos reales de trabajo. Todas resultan clave a la hora de buscar un trabajo y son precisamente las que se potencian para ayudar a jóvenes en su desarrollo profesional
A Miguel Ángel González Cortés, el Plan de Empleo de Cruz Roja le ayudó a encontrar su lugar en el mundo. Este joven de Aranda de Duero (Burgos) había enlazado “malos contratos”, uno tras otro, y se encontraba en una situación difícil por la precariedad laboral: no sabía qué camino recorrer. Pero, si algo tenía claro, era que quería “formarse y profesionalizarse” para mejorar.
El Plan de Empleo de Cruz Roja le aportó lo que estaba buscando; “mucho apoyo y profesionales que nos han ido guiando”, confirma Miguel Ángel. “Gracias a Cruz Roja, he encontrado mi sitio”, añade, puesto que fueron las prácticas en un restaurante las que le condujeron a estar formándose como cocinero actualmente. “He encontrado lo que de verdad me gusta”, indica este joven, que también recuerda con cariño su periodo formativo en el restaurante ‘El 51 del Sol’.
Otra protagonista es Miriam Ballano Arranz quien se plantea, incluso, emprender. Esta joven terapeuta ocupacional también de Aranda de Duero está realizando un curso de marketing digital y redes sociales con Cruz Roja, y ya tiene sus próximos pasos claros.
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Parte 3b Empleo juvenil
“Además de en un centro presencial, quiero ofrecer mis servicios online para llegar a más gente. Mucha gente mayor no tiene Internet en casa, es cierto; pero sus hijos sí”, cuenta Miriam, a la que le resultaba imposible encontrar un trabajo que le gustara con todas las condiciones que deseaba. Por ello, en su caso, ve claro que debe construirse ella misma su futuro. Miriam está haciendo el curso on line pero, y ha tenido sesiones periódicas presenciales con su orientadora para ajustar los pasos a seguir en su itinerario.
“Gracias a Cruz Roja, he encontrado mi sitio”
Un futuro, para el que confiesa, la labor de Cruz Roja ha sido crucial. “Cuando me quedé en paro después de la COVID-19, me dije ‘¿y ahora qué?’ Después de estudiar y trabajar desde los 16 años, estaba un poco agobiada”, cuenta esta joven. “Además, gracias a Cruz Roja he realizado otras actividades, y conocido el equipo de rugby, en el cual he entrado, por cierto”, sonríe Miriam al hablar del Plan de Empleo de la Organización y cómo le ha cambiado la vida.
Y es que, pese a la pandemia, el Plan de Empleo de Cruz Roja no se ha detenido. Ha sabido adaptarse e innovar para que a través de una metodología semipresencial de acompañamiento, orientación y formación 3.0 , ha seguido cerca de las personas jóvenes que estaban buscando una oportunidad. De hecho, durante el año 2020, más de 2.450 jóvenes han utilizado el entorno virtual de orientación Somos GO de Cruz Roja , donde con su dispositivo móvil han podido seguir un proceso de orientación y búsqueda de empleo.
Parte 4 Empleo juvenil
La formación, clave para la empleabilidad
El nivel de empleabilidad está condicionado, habitualmente, por un nivel bajo de estudios; un hecho que confirman los datos. Así, el 28% de personas que han participado en las iniciativas del Plan Empleo de Cruz Roja no ha terminado la ESO, mientras que un 29% ha abandonado la formación después de alcanzar dicho nivel. Con todo, la situación de riesgo de exclusión de las personas jóvenes que se encuentran en esta situación es de un 90% y su nivel de competencias básicas para el empleo se sitúa en niveles medio-bajos en más de un 80% de los casos.
A estas cifras, además, se ha sumado el hecho de que en 2020 el perfil de las personas jóvenes que han acudido a Cruz Roja ha reflejado mayor edad, y mayor nivel formativo, pero también con mayor riesgo de vulnerabilidad y necesidades de empleo urgente. A todo ello ha respondido la Organización con diferentes herramientas, entre ellas, los ‘Directos hacia el Empleo’, recursos prácticos para mejorar la empleabilidad que se han desarrollado en línea para suplir cualquier necesidad relacionada con este ámbito, entre otros proyectos del Plan de Empleo.
El caso de Chijioke John Uzuagu y Yolanda Cuenca Hernáiz, dos jóvenes residentes en Badajoz, corroboran el nivel de compromiso del movimiento con las personas que, como era su caso, estaban desempleadas.
Chijioke John Uzuagu llegó a Cruz Roja para hacer un curso dentro del Plan de Empleo. Ahora, trabaja a tiempo parcial en una pizzería donde pudo hacer las prácticas antes de que estallara la crisis sanitaria. Reconoce que su trabajo soñado sería el de cocinero, pero, pese a ello, este joven no tiene ningún problema en desarrollarse profesionalmente en otros ámbitos. “Me gusta mucho el mundo de la cocina, pero si encuentro algo de otra cosa… lo que sea. Quiero tener un trabajo fijo, con mi familia… estar tranquilo”, dice.
Yolanda Cuenca Hernáiz, por otro lado, ya se había formado como técnica sociosanitaria, pero, en un momento de duda, decidió acudir a Cruz Roja. “No sabía bien por dónde tirar y vine a Cruz Roja”, dice Yolanda. La ayudaron a mejorar su formación, realizar prácticas y acompañaron en la búsqueda de empleo, lo que le ha permitido actualmente trabajar en lo que le gusta.
'Directos hacia el Empleo' son herramientas prácticas de Cruz Roja para mejorar la empleabilidad
Por ello, recomienda a todo el mundo que pueda estar en una situación similar que acuda a Cruz Roja. “No solo por la parte profesional, sino también por la psicológica”, percibe Yolanda. “Te vas a encontrar, te vas a entender, te vas a valorar. Y si además puedes hacer prácticas y encontrar un trabajo…”, agrega esta joven.
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Parte 5 Empleo juvenil
La importancia de las alianzas empresariales
Más de 2.300 empresas, a través de 9.372 colaboraciones, han permitido que las personas jóvenes conozcan el mercado laboral y estén más cerca del empleo con el apoyo de Cruz Roja. Unas alianzas sin las cuales no sería posible una promoción efectiva del acceso al mercado de trabajo de quienes lo tienen más difícil.
De hecho sólo en 2020, más de 10.000 empresas se implicaron con el Plan de Empleo de Cruz Roja con cerca de 25.000 alianzas, entre las que se encuentran la acogida de prácticas formativas no laborales. En muchas ocasiones, al finalizar estas prácticas las personas se incorporan a la empresa. Con la irrupción de la crisis de la COVID-19, además, fueron (y son) muchas las empresas que se ofrecieron para reforzar su colaboración con el Plan Cruz Roja RESPONDE, mostrando así su compromiso social para ayudar a quienes lo tienen más difícil. El talento de las personas, por encima de todo.
Una de las empresas que ha participado en el Plan de Empleo de Cruz Roja es Forum Sport Aranda, en Aranda de Duero (Burgos). Pablo Higuero Carrascal es su gerente y valora de forma muy positiva la participación con la Organización.
“Cruz Roja nos propuso colaborar con esta iniciativa tan necesaria. Y por supuesto que quisimos apostar por el proyecto. Vino un chico a estar con nosotros tres semanas y el único ‘pero’ que pondríamos es que fue demasiado breve, porque su respuesta fue excelente y estamos muy satisfechos”, cuenta Pablo. “Hay que confiar en la gente joven, hay que darles esa oportunidad de introducirse en el mundo laboral y aportar esa fuerza y pasión”, incide.
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Parte 5b Empleo juvenil
“Cruz Roja nos propuso colaborar con esta gran iniciativa tan necesaria”
En la misma línea se pronuncian Jon Esteban Osorio, jefe de producción de Javier Cámara Industrias Ganaderas, y Sara González Alonso, people recruiter de Eurofirms ETT. Ambas empresas han colaborado don el Plan de Empleo de Cruz Roja y también ponen en valor la iniciativa de forma positiva. De hecho, en la empresa de trabajo temporal dónde trabaja Sara González cuentan, de forma habitual, para algunos perfiles que participaron del Plan de Empleo de Cruz Roja.
A sus percepciones se suma, además, la de Cristina Martín Hernández, CEO de Ctalent consulting. Su trabajo, en este caso, ha discurrido más en el terreno de la formación, ya que se ha encargado de enseñar sobre “competencias transversales”, lo que Cristina traduce en “trabajo en equipo, atención al cliente, autoestima…”.
Lo más reconfortante para Cristina Martín es, más adelante, encontrarse con personas a las que impartió clase. “En el primer curso que di, que era de ayudantes de cocina, me encontré después con personas que habían encontrado trabajo. Cuando los ves allí, que siguen manteniendo su trabajo, incluso se van superando, y te ven y te reconocen, y sienten que has sido una parte importante de su evolución… eso es muy gratificante”, concluye Cristina.
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