Una app para reducir el desperdicio alimentario y ayudar a familias vulnerables - Ahora
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- Un acuerdo de Cruz Roja La Rioja y la app ‘Encantado de comerte’ permite que veinte familias vulnerables puedan acceder a lotes de comida a precios reducidos en distintos establecimientos de la ciudad de Logroño.
Una app y veinte familias vulnerables. Son los protagonistas de una acción llevada a cabo por Cruz Roja La Rioja para, por un lado, facilitar a las personas con menos recursos el acceso a lotes de comida y, por otro, evitar el desperdicio alimentario. ¿Cómo? Concretamente, mediante la aplicación móvil ‘Encantado de comerte’, donde la Organización, mediante cupones sociales digitales, inyectará unos 100 euros al mes por cada familia durante los próximos tres meses. La app nace parcialmente con esa vocación, ya que, aunque se dirige a público general, también persigue que familias en riesgo de exclusión puedan comprar lotes de alimentos a precios reducidos en establecimientos de alimentación.
Y es que, señala Ana Arnáez, responsable del área de mayores y extrema vulnerabilidad en Cruz Roja La Rioja, una de las barreras con las que se han encontrado más frecuentemente es que los alimentos imperecederos que suelen donar a las familias vulnerables suplen ciertas necesidades, pero no todas. “En Cruz Roja no tenemos cámaras frigoríficas para productos más frescos, con lo que esa parte quedaba siempre más coja”, expresa.
“Los alimentos a los que acceden no están caducados, sino que son alimentos del día que, como no se han vendido, se ofertan a precio más económico”
La iniciativa pretende, además, poner el foco en la importancia del comercio sostenible y de carácter local, y en la alimentación consciente. “Conviene saber que esos alimentos a los que acceden las familias no están caducados, sino que son alimentos del día que, como no se han vendido, se ofertan a precio más económico”, agrega Arnáez. Todo el mundo puede descargarse ‘Encantado de comerte’, pero, como peculiaridad, las personas que forman parte de este proyecto de Cruz Roja disponen de unos lotes de “precio justo”.
Respecto a las familias que participan, “tienen perfiles similares: familias con niños o niñas, y con ciertos niveles de renta, baremos y demás”, expone Arnáez. Son personas, precisamente, que están incluidas en otros programas de la Organización. Cruz Roja les acompaña en muchas etapas de su vida, y también realiza un seguimiento de los productos que adquieren.
“No pasa nada porque alguien se gaste 4 euros en bollería, pero queremos que los niños o niñas también puedan comer un filete”, recalca la responsable del área de mayores y extrema vulnerabilidad en Cruz Roja La Rioja. Por ese mismo motivo, la iniciativa está ligada a talleres de buena alimentación y se han escogido, fundamentalmente, familias con infantes con el fin de generar hábitos saludables en los niños y las niñas. “Hay que inculcarles una correcta higiene alimentaria: tenemos que aprender a comer, y aprender a comer sano”, dice Ana Arnáez.
Kawtar Hallad es una de las personas usuarias de esta iniciativa, que dice que es “perfecta” para ella. Cuidaba a una señora mayor, pero tras la pandemia, se quedó sin trabajo y en una situación muy compleja. “A veces no encuentro nada para comprarle a los críos, así que esta iniciativa me viene bien. Supone un respiro”, concluye. La inclusión social encuentra en la tecnología (y en proyectos como este) una buena aliada para ayudar a aquellas personas más vulnerables.
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