El duro invierno en Siria eleva las necesidades humanitarias - Ahora
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- Se considera que el invierno de 2022 está siendo uno de los más fríos de la última década en muchas zonas de Siria. Una situación que afecta especialmente a las comunidades desplazadas que viven en albergues temporales.
La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) ha advertido de cómo el invierno en Siria está poniendo contra las cuerdas a las comunidades más vulnerables. En muchas áreas, de hecho, las tormentas de nieve y las temperaturas bajo cero han hecho que se considere este invierno como uno de los más fríos de la última década. Por todo ello, desde la IFRC han elevado al más alto nivel las necesidades humanitarias en Siria.
Y es que actualmente, confirma la Federación Internacional, el número de personas que necesitan asistencia humanitaria ha alcanzado el nivel más alto desde el comienzo de la crisis. Según la ONU, un total de 14,6 millones de personas necesitan apoyo, lo que se traduce en 1,2 millones más que en 2021. Se estima que un 6,9 millones son desplazadas internas.
Según la ONU, un total de 14,6 millones de personas necesitan apoyo
“El clima excepcionalmente frío está dificultando aún más la vida de muchas personas en toda Siria, especialmente las comunidades desplazadas que viven en refugios temporales que no tienen ropa adecuada ni calefacción para las temperaturas bajo cero”, ha expresado Mads Brinch Hansen, jefe de la delegación de la IFRC en Siria. Por ello, “la situación en Siria es peor que nunca”, ha asegurado.
“El precio de los productos básicos, como alimentos y el combustible, se ha disparado, haciéndolos inasequibles para la mayoría de las personas”, ha puntualizado. “Las escaladas de violencia se están intensificando y el COVID-19 sigue imponiendo una carga adicional a las comunidades. Al mismo tiempo, la financiación de los agentes humanitarios se está reduciendo”, ha añadido.
Hassakeh es una de las regiones más afectadas por las bajas temperaturas, y el lugar hasta donde se han desplazado cerca de 45.000 personas debido a la violencia reciente en la prisión de Sina’a. La nieve, por otro lado, también ha cubierto el campo de Al-Hol, que alberga a más de 60.000 personas desplazadas. “Diariamente, nuestros voluntarios en Hassakeh y en todas partes en Siria ven más personas que piden apoyo, más niños que están sin ropa de invierno en medio de la tormenta. La situación está empeorando en medio de la pandemia de COVID-19 y las sanciones económicas que complican nuestra respuesta humanitaria”, ha revelado Ing. Khaled Hboubati, presidente de la Media Luna Roja Árabe Siria (SARC).
Casi 11 años después de que se iniciara el conflicto bélico, Siria continúa hoy representando una de las crisis humanitarias más grandes y complejas a nivel mundial. Hogares y ciudades enteras han sido completamente destruidas, lo que ha provocado desplazamientos masivos. Según la ONU, el 90% de la población de Siria vive por debajo del umbral de la pobreza y el 70% se enfrenta a una grave escasez de alimentos. En los últimos años, debido a la recesión económica, la inestabilidad y los desastres provocados por el cambio climático, estas cifras no han mejorado. En 2021, Siria se enfrentó, además, a la peor sequía en más de 50 años.
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