Nadie está a salvo hasta que todo el mundo esté a salvo - Ahora
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Para los virus no existen las fronteras. Con más de 131 millones de casos de coronavirus detectados en el mundo y más de 2,8 millones de muertes a consecuencia del virus, esta crisis sanitaria ha puesto de relieve la importancia de trabajar en equipo y de manera global: Nadie estará a salvo hasta que todo el mundo lo esté.
El mundo patas arriba
La pandemia de la COVID-19 no es solamente una crisis sanitaria, es una crisis social, económica y humanitaria. Este virus ha impactado en la vida, la salud y los medios de vida de comunidades de todo el mundo desestabilizando familias, agravando las desigualdades y poniendo en peligro el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por Naciones Unidas.
Desde su aparición, su evolución ha sido diferente en función del continente y de cada uno de los países que lo conforman. La transmisión en América ha sido alta y sostenida en el tiempo desde el comienzo de la pandemia; en Europa se han observado tres olas diferenciadas; África tuvo un pico claro con transmisión moderada sostenida mientras que en las últimas semanas ha tenido un crecimiento del número de casos de más del 30%; y, en el Sudeste Asiático ha habido un único pico sostenido del que en las últimas semanas no se observa un aumento en la transmisión.
La llegada de las vacunas ha supuesto un soplo de esperanza. Sin embargo, la evolución en el proceso de inmunización a nivel global está siendo muy desigual.
Un problema global
En una pandemia la salud es lo primero, pero no lo único a lo que se debe prestar atención. Enfermedades como la del coronavirus, además de generar una crisis de salud y de afectar a la economía y los medios de vida, aceleran las desigualdades ya existentes en el planeta. De ahí, que sea fundamental dar una respuesta global, para que todas las comunidades y personas -especialmente las más vulnerables- puedan hacer frente a esta situación de la mejor forma posible. Según los datos actuales, la pandemia de la COVID-19 podría empujar a la extrema pobreza a 150 millones de personas en todo el mundo.
Esta respuesta común y solidaria, que requiere la ayuda de los gobiernos, las empresas, las organizaciones y los ciudadanos y ciudadanas, ha llevado desde el inicio de la pandemia a que el voluntariado y el personal de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja estén en la primera línea de acción. El objetivo: llegar a las personas y comunidades en mayor riesgo y apoyando los sistemas sociales y de salud a través de una respuesta “local global” a una escala sin precedentes para apoyar, movilizar y coordinar la asistencia además de intercambiar conocimientos, experiencias, herramientas y proporcionar apoyo financiero.
La pandemia de la COVID-19 podría empujar a la extrema pobreza a 150 millones de personas en todo el mundo
Tres pilares básicos frente a la COVID-19
El Tercer Informe de Situación de COVID-19 y Cooperación Internacional que recoge los datos de la respuesta de Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en todas las regiones así como información actualizada de la cooperación de Cruz Roja Española, centra sus prioridades en tres pilares: la salud y el agua, incluyendo el saneamiento y la promoción de la higiene; el impacto socioeconómico; y, el fortalecimiento de capacidades.
Salud
El primero de estos objetivos se centra en controlar la pandemia reduciendo los riesgos de transmisión y manteniendo el acceso a los servicios esenciales de salud. Para ello se han realizado diferentes labores que han ayudado a mejorar la vida de millones de personas: Gracias a estas medidas se ha dado apoyo a más de millón y medio de personas en aislamiento, se han realizado 4,3 millones de test, 554.107 servicios de ambulancia y 3.338 enterramientos comunitarios. Además, se han mejorado 5.178 centros con agua y saneamiento y 2.204 centros que gestionan casos de infectados por la COVID-19.
Impacto socioeconómico
A medida que las consecuencias negativas se hacen más evidentes en los medios de vida, la seguridad alimentaria, la desnutrición o la desigualdad, las actividades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja buscan incidir más en ellas.
En este periodo, los esfuerzos se han dirigido al apoyo de la cobertura de las necesidades básicas como la alimentación o la higiene, la protección social o el apoyo a la recuperación, protección y seguridad económica de los hogares. En la siguiente imagen se puede comprobar las diferentes tareas que se han realizado enfocadas a diferentes aspectos y el número de personas a los que han llegado.
Fortalecimiento de capacidades
Dentro de esta prioridad, se han incluido diferentes acciones dirigidas a fortalecer las organizaciones locales, consideradas relevantes en las comunidades que están en primera línea de respuesta ante esta crisis global.
Estas medidas se centran en dar apoyo a los voluntarios y voluntarias que colaboran con una cobertura de seguro que ha llegado a 603.840 personas así como acceso a 1,3 millones de equipos de protección personal. Además, se ha creado un servicio de asistencia en línea temático, centrado en temas como Continuidad de operaciones, Salud, Medios de Vida, Transferencias en efectivo o Apoyo Psicosocial, y un compendio de recursos técnicos disponible virtualmente y actualizado constantemente, en donde se incluyen recursos para orientar las acciones disponibles en distintos idiomas.
A todo esto se le suma, SOKONI, un espacio de intercambio de experiencias creado por la Federación Internacional de Cruz Roja (IFRC), en el que el voluntariado y el personal laboral pueden interactuar a través de foros de discusión moderados, espacios para interactuar y acceso a recursos técnicos.
Todo esto se ha hecho posible gracias a los 1.334 millones de euros provenientes de fondo privados (ciudadanos y ciudadanas, empresas o fundaciones), gubernamentales, movimientos (IFRC, CICR, etcétera), multilaterales (agencias de Naciones Unidas, Unión Europea, etc.), porque la colaboración y la cooperación es la única manera de afrontar una pandemia con consecuencias tan profundas y severas.
A partir de aquí, la Cooperación Internacional de Cruz Roja Española seguirá centrando sus apoyos en mantener las acciones de cooperación internacional activas, en apoyar la respuesta local de la Cruz Roja y la Media Luna Roja con el apoyo técnico y financiero en los 27 países en donde estamos presentes, y en facilitar la cooperación técnica, compartiendo experiencias, conocimientos y herramientas.
irits dadin. Partekatu.