Una obra de teatro creada por usuarios y usuarias, personal trabajador y voluntariado que explica la historia de quien huye sin querer partir. En el Día Mundial de las Personas Refugiadas, Cruz Roja ha salido a las calles de Palma con una performance teatral que explica la historia de las personas solicitantes de asilo en las Islas Baleares.

Día 20 de junio se conmemora el Día Internacional de las Personas Refugiadas, personas que abandonan su país de origen a causa de un conflicto, persecuciones y otras circunstancias en el marco de la violencia generalizada o personal. En Palma, voluntariado, personal trabajador y usuarios y usuarias del área de Refugiados han llevado a cabo una obra teatral basada en el libro El Mundo de Ayer, del escritor y también refugiado Stefan Zweig.

La historia de quien huye sin querer partir

Con esta performance teatral, se ha querido mostrar una mirada humana y respetuosa sobre el desplazamiento forzado, conectando historias del pasado con las vivencias actuales de personas refugiadas. A través del teatro y gracias a la contribución de la Escuela de Teatro de ESADIB, se ha buscado generar empatía y visibilizar la situación de millones de personas de todo el mundo, que también llegan a territorio español.

En 2024, el Programa de Protección Internacional de Cruz Roja en las Islas Baleares ha atendido a 631 personas de más de 30 nacionalidades, siente las más numerosas Colombia, Ucrania y Venezuela, junto con otras como Marruecos, Rusia o el Perú. El programa ofrece un sistema integral de acogida, asesoramiento jurídico, atención psicológica, aprendizaje del idioma y orientación sociolaboral. Estas cifras reflejan la diversidad, la resiliencia y el potencial de quien llega buscando un nuevo comienzo.

Michelle Capó, del programa de Refugiados, explica que “nuestra intención es visibilizar la situación de las personas solicitantes de asilo. Queremos recordar que se trata de una situación que se repite a lo largo de la historia. Todas estas personas huyen de manera forzada de su país de origen”.

“Tuve que salir de mi zona de confort, no porque quisiera” 

Samuel, refugiado de 26 años y participante de la obra teatral, ha dicho frases en la performance que conoce demasiado bien. “Desde que llegamos a Mallorca, hemos acudido a varios programas de protección y ayuda, a varias organizaciones. Una vez llegados a la Cruz Roja, nos ingresaron en el programa de acogida y protección. Hemos recibido asistencia psicológica, legal y médica. Nos han ayudado en esta situación tan difícil que estamos viviendo”, explica.

Elizabeth, de 49 años, también persona refugiada participando de la obra teatral, explica que “en mi país no hay equidad en la justicia. Cuando no tienes voz y quieres hacer alguna denuncia, todo es muy difícil y te pueden perseguir. Por eso, tienes que huir. Yo soy una desplazada, tuve que salir de mi zona de confort, no para que quisiera sino porque tuve que hacerlo, por mi integridad física”.