Este proyecto tiene como objetivo central transformar el comportamiento individual y colectivo hacia prácticas más sostenibles. A través de la educación ambiental, se busca crear conciencia sobre la importancia de proteger el medio ambiente, incidiendo en la adopción de hábitos que favorezcan la sostenibilidad. El impacto esperado pasa por cambios duraderos en los comportamientos cotidianos de las personas, como un mayor reciclaje, reducción del consumo de energía y agua, y una mayor sensibilidad hacia la biodiversidad y los ecosistemas. 

Actividades clave: 

• Talleres de sensibilización: Se llevan a cabo en comunidades y escuelas para enseñar prácticas como la reducción del uso de plásticos, el ahorro de agua y energía, y la correcta gestión de residuos. 

• Campañas de concienciación: Estas campañas pueden incluir desde la distribución de materiales informativos hasta eventos públicos que promuevan el cuidado del medio ambiente. 

• Proyectos participativos: Involucrar a la comunidad en acciones como la reforestación, la creación de huertos urbanos o la limpieza de áreas naturales, fomentando una cultura de responsabilidad compartida.