¿Qué hacer en caso de nevadas? - Ahora
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- El invierno se traduce en la llegada del frío y este, a su vez, en la posibilidad de que se produzcan pequeñas nevadas o hielo en las carreteras. Por ello, conviene saber cómo enfrentarse a estas situaciones, especialmente en aquellos lugares donde es menos habitual encontrarse con este tipo de temporal.
El invierno y el frío traen consigo muchas veces fenómenos meteorológicos adversos que pueden afectar a las infraestructuras y la población (la borrasca Filomena es solo un ejemplo de ello). Según la Agencia Estatal Meteorológica (AEMET), los fenómenos meteorológicos adversos se consideran “todo evento atmosférico capaz de producir, directa o indirectamente, daños a las personas o daños materiales de consideración” o “en sentido menos restringido, cualquier fenómeno susceptible de alterar la actividad humana de forma significativa en un ámbito espacial determinado”.
Pueden darse varios de estos fenómenos, aunque desde la Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior (Gobierno de España) son tres los que destacan: las olas de frío (cuando la temperatura ambiental alcanza valores mínimos extremos, que enfrían el aire y se produce la nieve); las ventiscas/heladas (una helada se considera la “congelación directa del suelo”); y las nevadas (es decir, “la precipitación en forma de estrellas hexagonales de hielo cristalizado que se sueldan entre sí formando los copos”).
El sistema de avisos de la AEMET (y de acuerdo con criterios europeos) consta de cuatro niveles según determinados umbrales establecidos en relación al concepto de “poco o muy poco frecuente” y de adversidad (riesgo para la población), que dependen de cada territorio y de las temperaturas mínimas, la intensidad de nevada o la nieve acumulada que registren. A ello hay que sumar los niveles de riesgo y medidas a seguir del Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de Fenómenos Meteorológicos Adversos, que comprende riesgo amarillo, naranja o rojo en función de la gravedad de la situación.
La píldora formativa Qué hacer en caso de nevadas de Cruz Roja aporta claves para estar preparado/a ante la llegada del frío y esas posibles nevadas o tormentas y minimizar los riesgos. A continuación, destacamos algunos de los aspectos más importantes.
Antes de la nevada: la preparación es clave
Las olas de frío, acompañadas en ocasiones de fuertes nevadas, pueden ser motivo de accidentes y suponer un riesgo para la salud de las personas. Cabe tener en cuenta, además, que el frío no afecta a todas las personas por igual, y las más vulnerables (como personas mayores, con enfermedades crónicas, con bajo peso, niños y niñas, o mujeres embarazadas, entre otras) son las que más suelen sufrir las inclemencias del tiempo. La consecuencia más grave de la exposición al frío es la hipotermia o pérdida de calor, cuyos síntomas son una disminución considerable de la temperatura corporal por debajo de los 37 grados, temblor/tiritona, dolor en los músculos, rigidez y calambres, o confusión, dificultad de concentración y alteración de la memoria, entre otros.
Entre las recomendaciones generales ante este tipo de situación, destacan:
- No tomes medicamentos sin receta médica (algunos medicamentos precipitan los problemas derivados de la exposición al frío).
- Bebe líquidos aunque no tengas sed, sobre todo agua.
- Toma una alimentación variada y consume diariamente fruta.
- Bebe líquidos calientes y azucarados, y evita el consumo de alcohol (es un vasodilatador y produce una “falsa” sensación de calor).
- Cuando las condiciones sean adversas, viaja solo si es necesario y hazlo con el depósito lleno, lleva cadenas y la batería del móvil cargada.
En el hogar, por otro lado, también se pueden aplicar algunos consejos básicos:
- Procura estar en habitaciones donde haya algún foco de calor o te puedas abrigar.
- Utiliza las medidas tradicionales que tengas a tu alcance (mantas, estufas, radiadores…) para abrigarte.
- Ten a mano, en casa, velas, linternas con pilas de repuesto, estufa y cocina de camping.
- Asegúrate del correcto mantenimiento de la estancia, es decir, cierra las ventanas y baja las persianas (para evitar que las corrientes de aire o agua entren) y ventila la casa para renovar el aire.
- En caso de que uses braseros de carbón (que en realidad están desaconsejados) o fuego, recuerda dejar entrar el aire de vez en cuando para no correr el riesgo de asfixia. Aléjalos de cualquier elemento inflamable para evitar riesgo de incendio, y, si sospechas que puedan no funcionar bien, no los uses. Recuerda también apagar las estufas eléctricas y de gas durante la noche.
Por otro lado, si te encuentras en el exterior en medio de una ola frío:
- Procura buscar refugio en un lugar cerrado. Si tienes que permanecer en el exterior, procura resguardarte del frío y de la humedad.
- Evita la entrada de aire extremadamente frío en los pulmones protegiéndote rostro y cabeza. Ten en cuenta que es preferible llevar varias prendas ligeras superpuestas que una sola de tejido grueso. En cualquier caso, si tienes que hacer actividades en el exterior durante las horas de más frío (es decir, una vez ha oscurecido), no olvides abrigarte, no lleves prendas apretadas o mojadas, bebe líquidos calientes y azucarados, no tomes bebidas alcohólicas y permanece en movimiento.
- Intenta no transitar por las zonas de umbría para evitar pisar sobre zonas heladas.
Y si tienes que realizar algún viaje en coche, busca información sobre los riesgos de climatología en las zonas por las que vayas a pasar, prepara el vehículo (revisa frenos, neumáticos y sistema de alumbrado, no olvides reponer el líquido anticongelante, lleva cadenas, ropa de abrigo, radio, teléfono móvil, etc.) y, en última instancia, si las condiciones meteorológicas son adversas, considera aplazar el viaje.
Durante de la nevada: protegerse resulta crucial
Informarse es vital durante una nevada. Por ello, ten en cuenta las siguientes indicaciones:
- Estés donde estés, mantente informado/a de los avisos de tormenta, su evolución…
- Sigue canales y medios de comunicación oficiales.
- Mantente alejado/a de los bulos que circulan por redes sociales y no los hagas circular a tus contactos.
A ello hay que añadir los riesgos que implica estar en el coche durante una ventisca (aire frío, fuerte viento y nieve), ya que se reduce de forma considerable la visibilidad. En estos casos:
- Permanece dentro de tu automóvil y no trates de caminar hacia un lugar seguro.
- Ata un trozo de tela de colores llamativos (preferiblemente rojo) a la antena para que el equipo de rescate lo vea.
- Enciende el motor y usa la calefacción durante aproximadamente 10 minutos por hora y mantén el tubo de escape sin obstrucciones para que los gases no retornen al interior del automóvil.
- Deja la luz de interior encendida cuando el motor esté en marcha para que puedan verte.
- Mientras estés sentado/a, mantén en movimiento tus brazos y piernas para hacer circular la sangre y conservar el calor del cuerpo.
- Mantén ligeramente abierta una de las ventanas del lado opuesto a la dirección del viento para dejar entrar oxígeno.
En caso de que estés circulando, no lo hagas en punto muerto y ve a baja velocidad. Tampoco des giros ni frenes bruscamente; en su lugar, acelera poco a poco y aumenta la distancia de seguridad con el vehículo que tienes delante. Si entras en zona de hielo o nieve dura, coloca las cadenas, conduce con suavidad y marchas cortas, evita frenar bruscamente, y aumenta la distancia de seguridad (más de lo habitual) respecto al resto de vehículos.
Y después de la nevada, ¿qué?
Que haya pasado el temporal no quiere decir que debamos desentendernos de todo. Tendremos que seguir tomando las medidas pertinentes, ya sea para paliar las consecuencias o para minimizar los riesgos si se vuelve a producir.
A modo de resumen, ten en cuenta:
- Evita coger el coche si no es estrictamente necesario. Si es que sí, recuerda llevar: neumáticos de invierno o cadenas, depósito completamente lleno, móvil con la batería cargada y cargador, alimentos y agua, y ropa de abrigo.
- Si te quedas atrapado/a en el coche, ten presente que lo mejor es quedarse dentro y avisar a emergencias (112), y que se recomienda poner la calefacción y abrir un poquito una ventana para que circule el aire.
- Llena la bañera de agua para que, si se congelan las tuberías, tengas agua disponible durante el día. Disponer de agua, en general, es uno de los principales consejos (llenar recipientes, comprar botellas…).
- No salgas a la calle si no es estrictamente necesario. En tal caso: ve abrigado/a con diferentes capas y con calzado adecuado, lleva un bastón, y camina por el centro de la calzada y evita ir por debajo de cornisas, balcones o árboles.
Respecto a quitar la nieve, tanto del coche, como del hogar, se recomienda:
- Quita la nieve cuanto antes usando alcohol o una rasqueta. En ninguno de los casos se recomienda usar agua caliente.
- Quitar la nieve de los accesos con una pala y echando un poco de sal.
- Quitar la nieve de balcones, cornisas, etc. para evitar desprendimientos y que caigan a la calle.
Tampoco te olvides, por último, de revisar las condiciones de tu seguro del hogar y del automóvil para saber si cubre las reparaciones de los posibles daños producidos por el temporal.
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