Da respuesta a niños y niñas, entre 0 y 6 años, que necesitan, de forma urgente, un entorno familiar que pueda atenderlos adecuadamente. Se trata de un recurso esencialmente transitorio, con una duración que no debería superar los 6 meses. Mientras el niño o niña está con la familia acogedora, un equipo especializado valora que opción de futuro es la más adecuada para dar respuesta a su situación: la reintegración del niño/a en su propia familia – nuclear o extensa-, el acogimiento simple o permanente, o la adopción.

La modalidad de acogimiento de urgencia y diagnóstico se caracteriza:

• Por la necesidad de dar una respuesta inmediata a una situación de emergencia y asumir de manera rápida cada una de las propuestas de acogimiento.

• Por la edad de los niños y niñas, de 0 a 6 años, que requiere una atención y dedicación especiales, por parte de la familia de acogida.

• Por la escasa información inicial, debido el carácter de urgencia.

• Por el número de acogimientos que realiza cada familia, hecho que permite una cierta “especialización”.

• Por el acompañamiento de la niña/o hacia su nueva realidad familiar y la despedida.

• Por la necesidad de una especial disponibilidad para atender todas las especificaciones que requiere esta modalidad de acogimiento.

“Carlos y Marina, de 50 y 43 años, viven con sus hijos, de 12 y 9 años. Y desde hace unos días, también con Joel, que tiene seis semanas. Lo cuidarán durante unos cuantos meses, mientras se decide si puede volver con sus padres. Saben que si esta opción no fuera posible le buscaran una familia alternativa.”

Da respuesta a niños y niñas, entre 0 y 17 años, que necesitan vivir en un entorno familiar cuando se prevé que  la separación de su núcleo familiar será transitoria. Habitualmente, si se puede prever que la reintegración al propio núcleo es viable, en los primeros dos años, se habla de acogimiento simple.

En este acogimiento, la relación del niño/a con la propia familia se puede ir incrementando a medida que la familia de origen puede ir asumiendo las funciones parentales y garantizando unas condiciones adecuadas y saludables para el niño o niña.

"Pau y Jose tienen acogida a Clara, de 9 años, desde hace dos años. Hace unas semanas que Clara ve más a menudo a sus padres y está previsto que vuelva con ellos en unos meses".

Da respuesta a niños y niñas, entre 0 y 17 años, que necesitan vivir en un entorno familiar, quizás hasta la mayoría de edad, si no es posible antes su reintegración familiar. 

En este acogimiento, la relación del niño/a con la propia familia se mantiene y puede variar en el tiempo.     

"Ahora hace 5 años que Sara acogió a Abdel, que este curso hará 2º de ESO. Abdel quiere seguir estudiando y ser veterinario, sabe que Sara le dará apoyo y le ayudará. Quinzenalmente Abdel ve a sus padres."

El acogimiento especializado o en UCAE está orientado a aquellos niños/as o adolescentes que, debido a sus circunstancias y/o características especiales, tienen dificultades para acceder al acogimiento y, por tanto, de vivir en familia. Las personas y familias que se ofrecen para el acogimiento en UCAE, deben ser previamente seleccionadas y cualificadas por su titulación, formación y experiencia para atender las necesidades especiales de estos niños/as. Los niños/as y adolescentes que necesitan contar con un acogimiento especializado pueden presentar características relacionadas con diversidad funcional, necesidades educativas especiales u otras dificultades y pueden ser grupos de hermanos mayores o de más de dos niños/as.

La Unidad Convivencial de Acción Educativa puede estar integrada por un mínimo de dos niños/as o adolescentes acogidos, y hasta un máximo de cuatro niños/as. En el caso de atender a un único niño, este debe tener reconocido un grado de discapacidad del 65%.

"Pau, que es educador social, y la Lola, su pareja, tiene acogidos desde hace tres años a Marina y a Raúl, dos hermanos de 13 y 16 años. Está previsto, que de aquí a dos meses, Aina, que tiene 9 años y un trastorno de desarrollo, también viva con ellos."

Esta clase de acogimiento también se conoce como Programa de Familias Colaboradoras y está destinado a niños y niñas que viven en los Centros Residenciales y que necesitan complementar su proceso educativo con un modelo de relación afectiva diferente al que les puede ofrecer el centro, como puede ser una familia.

Básicamente, se dirige a niños y niñas -a partir de 9 años- y adolescentes que para cualquier circunstancia no puedan acceder al acogimiento familiar o esta opción no pueda ser contemplada y no se prevé a corto plazo el retorno con su familia de origen.

El objetivo principal es ofrecer a estos niños, niñas y adolescentes un marco referencial de vida en un núcleo familiar en periodos de fin de semana y vacaciones, donde la colaboración, la ayuda y el respecto hagan posibles experiencias que permitan el conocimiento del que se supone una relación familias, y que ayuden a incrementas su autoestima y seguridad personal a la vez que amplíe su red relacional.

"Lidia vive desde hace cinco años en un Centro Residencial. Cada dos semana ve a sus padres. Hace un año, pero, que Lidia también tiene contacto con una familia los fines de semana y quince días en verano. El contacto con esta familia permite a Lidia disfrutar de actividades de libre, como ir de excursión por la montaña o de unas vacaciones en el mar, en un entorno familiar."