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La violencia que no se ve, pero existe

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LA VIOLENCIA QUE NO SE VE, PERO EXISTE

La violencia que no se ve, pero existe
La violencia psicológica es el centro de la campaña de Cruz Roja Juventud de este año con motivo del 25N, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Un tipo de violencia más sutil, pero igualmente importante que afecta especialmente a la juventud.

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parte 1 25n

Nora, uno de los personajes declaradamente feministas de la serie SKAM España (Movistar+), se ve envuelta en una relación tóxica. Nadie lo ve venir: ni siquiera ella. SKAM es una ficción adolescente de origen noruego que relata la vida, inquietudes, miedos y deseos de un grupo de jóvenes, y que trata temas tales como las relaciones románticas, la homosexualidad, la religión, el acoso sexual, el abuso o los problemas de identidad, entre otros. En la tercera entrega de la versión española (que adapta la serie original con algunas diferencias de guión) el foco recae en el personaje de Nora (Nicole Wallace) y su relación con Miquel (Álex Villazán). Una relación que dista mucho de ser sana.

Lo que comienza como algo inofensivo y tierno acaba tornándose en descarada toxicidad: él le va exigiendo cada vez más tiempo (ella reduciendo el que dedicaba a otras actividades); desconfía de ella continuamente (incluso le pide que bloquee a una expareja y no tenga ningún contacto con él); o empieza a acusarle de que la culpa de su situación la tienen las amigas de ella. Cuando Nora comienza a ser consciente de lo que pasa y se plantea separar sus caminos, él utiliza la extorsión sexual (unas fotos en las que aparece ella desnuda) para amenazarla y exigirle que no le deje. Pero, con el apoyo de su entorno más próximo, Nora decide plantarse y cortar con él.  

El control o la desconfianza son solo algunos de los síntomas de una relación tóxica 

Como ella, muchas adolescentes viven en sus propias carnes una violencia que no es física, pero existe: la violencia psicológica. Una situación especialmente relevante ante la proximidad del 25N, el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Para trasladar a la sociedad (y especialmente a la juventud) lo necesario que sigue siendo tomar conciencia de ello, desde Cruz Roja Juventud se ha creado la campaña ‘Dale voz al respeto’, un proyecto que gira en torno a la violencia psicológica, la más sutil de todas. 

“La violencia física quizá es más visible, pero la psicológica no tanto. Una mujer puede sufrir menosprecios, abusos de autoridad… y todo eso es violencia psicológica”, precisa Paula Rivarés, directora estatal de Cruz Roja Juventud.

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‘Dale voz al respeto’: sensibilizando a las mujeres más jóvenes 

‘Dale voz al respeto. La violencia psicológica existe’ es el nombre de la campaña de Cruz Roja Juventud para sensibilizar a la población en general y a las y los adolescentes en particular, sobre la violencia psicológica ejercida hacia las mujeres. “Es la primera vez que ponemos el foco en la violencia psicológica en una campaña con tanto peso como la del 25N”, explica Paula Rivarés, que cuenta que fue un informe del Ministerio de Igualdad y sus escalofriantes datos sobre la violencia hacia las mujeres en la adolescencia lo que les llevó a tomar esta determinación.   

‘Dale voz al respeto. La violencia psicológica existe’ es el nombre de la campaña de CRJ 

Para ello, la campaña utiliza un lenguaje dinámico y fresco que conecta con la juventud a la que se dirige la iniciativa. Por ejemplo, mediante términos tan populares en la actualidad como los ‘red’ o ‘green flags’. Una ‘red flags’ (o bandera roja) es un conjunto de signos que indican que algo no está bien; conductas que no se deberían permitir de ningún modo dentro de una relación, como el chantaje, la manipulación, etc. Discutir con la pareja, irse a casa, llamarle y que no responda o hacerlo con mal tono; o que se menosprecien los logros conseguidos o no se tomen en serio pueden ser algunas de estas actitudes. Una ‘green flag’, al contrario, engloba comportamientos positivos y sanos. 

Mediante diferentes actividades, la idea de Cruz Roja Juventud es que los y las participantes en la campaña puedan entender la diferencia entre unas y otras, así como también saber identificarlas en su día a día. “No hay ninguna provincia que no se haya adherido a esta campaña”, subraya Rivarés. El público al que va dirigido no solo serán niños, niñas o adolescentes, sino también población general. Las cifras serán otra de las principales herramientas que se utilizarán. 

“Haremos hincapié en los datos: en cómo la violencia psicológica parece que no se detecta. Queremos que la gente se conciencie sobre ello, y la fórmula para hacerlo es presentar las cifras, que es lo más objetivo posible”, recalca la directora estatal de CRJ. Y es que según el informe ‘La situación de la violencia contra las mujeres en la adolescencia en España’ (2019), elaborado por el Ministerio de Igualdad, la juventud incrementa el riesgo de todos los tipos de violencia. 

Así, un 2,5% de las jóvenes de entre 16 y 24 años que han tenido pareja en alguna ocasión han sufrido violencia física frente al 0,8% de las mujeres de 25 o más años. La situación se replica en otros estadios: las jóvenes que tienen entre 16 y 24 años han sufrido violencia sexual en un 3,7% frente al 1,1% de mujeres de 25 o más años; violencia psicológica de control en un 17,3% frente a un 5,9%; y violencia psicológica emocional en un 11,6% frente a un 5,0%. 

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La importancia de cuidar la autoestima 

Una de las patas más importantes de la campaña es la autoestima, puesto que esta tiene un impacto directo con tener una relación sana o, por el contrario, con aguantar ciertos comportamientos que no se deberían soportar. Para ello, el ámbito de actuación/sensibilización será en dos ámbitos: espacio abierto (calle) y centros escolares o centros de Cruz Roja. “Al final Cruz Roja Juventud trabaja los valores y todo lo que conlleva el crecimiento personal de una persona; entre ellas la empatía, que es una de las herramientas”, expresa Paula Rivarés, directora estatal de Cruz Roja Juventud. 

Bajo el nombre de ‘Los frutos de la autoestima’, la campaña facilitará que las personas sean conscientes de su nivel de autoestima para a continuación reforzarla si fuese necesario. Para ello deberán dibujar un árbol que ocupe toda la cartulina. Este árbol deberá tener raíces, tronco y copa. En las raíces, el o la participante escribirá las cualidades, habilidades y capacidades que cree tener; en el tronco, las cosas positivas que hace en su día a día; y, en la copa, los éxitos o triunfos que ha conseguido hasta el día de hoy.  

Debe ser un trabajo que realice la propia persona, aunque Cruz Roja Juventud estará a su lado para acompañarle y animarle a que descubra por ella misma cuáles son esas cualidades. Por último, se le dirá a la persona que cuelgue su árbol en algún sitio en el que lo pueda ver cada día para recordar sus fortalezas y habilidades. Al finalizar la actividad se le hará reflexionar a la persona sobre la relación existente entre autoestima y violencia psicológica: ¿es la baja autoestima un factor de riesgo para que se dé lugar a la violencia psicológica en una relación de pareja/amistad/familiar? 

Esta será solo una de las tantas actividades que se pondrán en marcha enmarcadas bajo la campaña. “Cada provincia preparará las suyas”, concreta Rivarés. Todas ellas, por supuesto, girarán en torno a la violencia psicológica y cómo detectarla.  

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Lo que dicen los datos sobre la violencia psicológica 

La campaña de Cruz Roja Juventud de este 2021 se sustenta sobre los datos que recoge el Ministerio de Igualdad en su informe ‘La situación de la violencia contra las mujeres en la adolescencia en España’ (2019). Un documento que incluye cifras tan impactantes como que la prevalencia de violencia física y/o sexual por parte de la pareja o expareja sufrida por las mujeres a lo largo de la vida es del 14,2%. 

La violencia psicológica de control, por otro lado, es especialmente frecuente entre las adolescentes, siendo del 20% en las mujeres de 16 a 17 años que han tenido pareja, para posteriormente ir disminuyendo conforme aumenta la edad: 16,9% para las mujeres de 18 a 24 años; 10,7% en la franja 25-29 años; 8,8% en la franja 30-34, etc. 

Además de lo anterior, también se observan otras diferencias relevantes entre las jóvenes de 16 a 24 años que han vivido violencia de género en su pareja y el resto de las mujeres que han sufrido dicha situación. Por ejemplo, en cuanto a las consecuencias psicológicas de la violencia de género, el 80,8% de las mujeres jóvenes que han sufrido violencia de la pareja actual o de parejas pasadas afirman que esta violencia les ha producido alguna consecuencia psicológica frente al 68,6% de las mujeres de 25 o más años que han sufrido esta violencia.  

Las jóvenes de 16 a 24 años acuden menos a la policía o a los juzgados tras la violencia 

Las diferencias son aún mayores cuando se observa lo que sucede con la violencia de la pareja actual: el 69,9% de las mujeres jóvenes que han sufrido violencia física, sexual, emocional o miedo (VFSEM) de su pareja actual afirman haber tenido consecuencias psicológicas derivadas de la violencia frente a 46,5% de las mujeres de 25 o más años. 

Por otro lado, las jóvenes de 16 a 24 años acuden menos a la policía o a los juzgados tras la violencia. Así, solo el 14,5% de las jóvenes reconoce haberlo hecho frente al 22,6% del resto de las mujeres. Además, también acuden menos a servicios de ayuda (médicos, psicológicos, sociales, asesoramiento legal…) para afrontar los efectos de la violencia. Los porcentajes son del 27,2% en las mujeres de 16 a 24 años y del 33,3% en las mujeres de 25 y más años.  

Por eso mismo, los proyectos de Cruz Roja Juventud no se quedan solo en el 25N. Paula Rivarés, directora estatal de CRJ, destaca que la sección juvenil de la Organización trabaja en muchos de sus proyectos con la prevención y sensibilización de la violencia de género. “La campaña es un input que se suma a todo lo que hacemos durante todo el año, a todo el ejercicio anual de nuestro trabajo con niños, niñas y jóvenes”, explica, y recuerda que también trabajan “todo el año en centros educativos, tanto de educación formal como no formal, mediante charlas y talleres sobre estos temas”. 

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