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Sembrando para proteger el futuro de la humanidad

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SEMBRANDO PARA PROTEGER EL FUTURO DE LA HUMANIDAD

Sembrando para proteger el futuro de la humanidad
Todo (absolutamente todo) lo que hacemos tiene consecuencias sobre el planeta. Es nuestra “huella de carbono”, es decir, el impacto que generamos sobre nuestro entorno por la actividad que realizamos. Pero no todo está perdido, puesto que esta repercusión se puede mitigar. Un ejemplo de ello son las acciones que se llevan a cabo bajo la Estrategia CO(mpensa)2 de Cruz Roja, donde la reforestación de espacios y entornos naturales es una de las principales líneas de actuación. Una labor encaminada a proteger el mañana de todas las personas.

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parte 1 reforestaciones

Fompedraza es una localidad situada en la provincia de Valladolid, en Castilla y León. Un paisaje salpicado de color cuya economía se centra en la producción de cereales, especialmente de la cebada, y en la ganadería ovina. Iglesias, edificios góticos y casas construidas en piedra componen un pueblo pequeño , pero con mucho encanto. A partir de ahora, Fompedraza suma un nuevo atractivo a su ya de por sí inspirador entorno: los aproximadamente más de 2.500 árboles de distintas variedades autóctonas que Cruz Roja ha plantado dentro de la tercera fase de su Estrategia +CO(mpensa)2 el pasado mes de noviembre.

La Estrategia +CO(mpensa)2 es un plan nacional de implantación territorial de la Organización que persigue un objetivo: compensar las emisiones de dióxido de carbono y los gases efecto invernadero generados por la propia actividad de la Organización. Como parte del compromiso social de Cruz Roja, la compensación también se encaja bajo las medidas de respuesta humanitaria, puesto que, cabe recordar, los efectos del cambio climático son especialmente devastadores para las personas que cuentan con menos recursos.

Partiendo del análisis de las necesidades e impacto del cambio climático, la respuesta de Cruz Roja surge desde el cálculo de las emisiones de gases de efecto invernadero. Posteriormente, se realiza un plan de reducción de su huella de carbono con una revisión de todos sus procedimientos para hacerlos más sostenibles, y por último, se compensa dicha huella a través de proyectos de absorción como la reforestación de espacios y entornos naturales. ¿Cómo? Mediante el aprovechamiento de la capacidad fotosintética de las plantas para absorber el CO2 de la atmósfera, haciendo que se reduzca así la concentración de esos gases en el aire. 

Plantar árboles, en resumidas cuentas, para contribuir al cuidado y futura vida de nuestro planeta, en un compromiso que comparte todo el movimiento internacional de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, y que Cruz Roja Española está aplicando de forma pionera. Y no solo eso, puesto que plantar árboles no es solo cuidar de nuestro entorno, sino que es, también y sobre todo, proteger a la humanidad. 

Una de las iniciativas puestas en marcha por el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en este sentido es la Carta del Clima. Esta iniciativa para combatir el cambio climático tiene como objetivo dar impulso y orientación a la acción colectiva para abordar la crisis climática y ambiental, y pone el foco también en aquellos que sentirán su impacto con más fuerza, es decir, en las personas vulnerables.

parte 2 reforestaciones

Plantando, que es gerundio

Pedro Recio, referente autonómico del área de conocimiento de Medio Ambiente de Cruz Roja en Castilla y León, es una de las personas que ha participado en la reforestación en Fompedraza, en la que se han plantado árboles autóctonos de la provincia de Valladolid tales como el pino piñonero, el quejigo, el espino albar y la encina. “El principal objetivo es compensar la huella de carbono que emite nuestra Organización en nuestro día a día, a través de nuestras actividades, tanto del personal voluntario como el laboral, para conseguir la neutralidad climática en el año 2030”, corrobora Recio, pincelando así uno de los retos más importantes de Cruz Roja para las próximas décadas. 

En La Rioja también se han llevado a cabo reforestaciones a finales del mes de noviembre. El resultado: 6,95 hectáreas reforestadas con más de 8.300 árboles en varias parcelas municipales de El Valle de Ocón. En la actividad, han participado más de 80 personas voluntarias, que han ayudado a plantar pinos, encinas y quejigos en esta zona, una de las más singulares y especiales de La Rioja. Gabriel Alcañiz, referente de Medio Ambiente de Cruz Roja en La Rioja, destaca en este sentido la importancia que tiene el conjunto de acciones llevadas a cabo en todos los territorios para generar y registrar ante el MITECO (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) la absorción de CO2. Este 2021, asegura, es clave para la Organización.

María José García, voluntaria del Plan de Medio Ambiente de Cruz Roja en La Rioja, solo tiene 17 años, pero, a pesar de su juventud, ya ha interiorizado todo lo que significa esta estrategia de Cruz Roja. De la reforestación, dice, se queda con compartir y enseñar a los más pequeños y pequeñas a cuidar el medioambiente, además de fomentar y promover la lucha contra el cambio climático. “Todo esto se puedo llevar a cabo gracias a muchas personas, desde los coordinadores y coordinadoras, voluntariado, colaboradores, y participantes. Considero que este proyecto puede ser un gran comienzo para avanzar hacia una mejora real del medio ambiente y contra el cambio climático que influirá al resto de generaciones”, sostiene.

Este 2021 se está tratando de compensar lo que se emitió en 2020

La Estrategia +CO(mpensa)2 no solo mira hacia el futuro, sino también hacia el pasado. Por eso mismo, este 2021 se está tratando de compensar lo que se emitió en 2020. Sara Casas, responsable de Medio Ambiente de Cruz Roja, explica que en 2019 la Organización emitió unas 15.000 toneladas de CO2, algo que se traduce en que este año 2021 se haya comprometido a compensar entre 100 y 300 hectáreas, una horquilla amplia que depende de los terrenos, las propias especies o la climatología. Pero, más allá de eso, que resulta vital, también la labor de Cruz Roja es ayudar a los entornos rurales formando a las personas que vivan en esos espacios “para que puedan capacitarse y colaborar, por ejemplo, en nuevos empleos verdes”. Y es solo una de las muchas acciones en marcha.

En el viaje que supone tomar conciencia de la salud del planeta, tampoco se puede descuidar el horizonte de futuro, donde uno de los principales propósitos es reducir. Sara Casas explica, así, que de las 20.000 toneladas de CO2 que producía la Organización en 2018 se pasó, en 2020, a 11.920 toneladas. Una reducción de en torno a un 40% que por parte de la Organización califican de “esfuerzo indudable”. Ello no solo ha implicado la sustitución de la flota de vehículos por otros más sostenibles, o la incorporación de las energías renovables, sino también la cada vez mayor conciencia por los materiales que se emplean. 

Todo ello se construye bajo el lema ‘No estamos plantando, estamos sembrando para el futuro’ y, consecuentemente, ‘estamos protegiendo a la población’. Y es que las reforestaciones hacen mucho por el futuro de la humanidad y el planeta, ya que permiten recuperar la biodiversidad; fomentan el empleo verde en zonas despobladas; recuperan espacios tradicionales; promueven la salud para las personas que viven alrededor; generan conocimiento ligado a las experiencias locales; crean agentes de cambio en la lucha contra el cambio climático o ayudan a fijar población la España despoblada, entre otros temas. No es un asunto menor.

parte 3 reforestaciones

Hacer que las zonas rurales (re)vivan 

Reforestar no significa hacer un agujero, plantar un árbol y olvidarse después del asunto. La reforestación exitosa es aquella viable, para lo que Cruz Roja cuenta con colaboradores especializados que permiten que lo plantado pueda vivir y convertirse en exuberantes árboles que el día de mañana perduren. Por ejemplo, en el caso de La Rioja, se ha hecho un estudio orográfico y bioclimático de las diferentes zonas de actuación en el Valle de Ocón para que el diseño de la plantación sea lo más adecuado posible. Por ese mismo motivo, la especie principal (60%) que se ha plantado es el pino piñonero, que permitirá crear un bosque protector del suelo que a largo plazo será capaz de sustentar un bosque de frondosas. 

Para ello, son cruciales los acuerdos con los ayuntamientos. Por ejemplo, en La Rioja, y para el seguimiento de las acciones, se ha constituido una comisión mixta con representantes del Ayuntamiento y Cruz Roja, donde se tratarán todas las cuestiones relativas a esta acción. De hecho, es el Ayuntamiento el que cede el uso del suelo durante el tiempo necesario para llevar a cabo las labores de plantación y mantenimiento de la masa forestal, así como la cesión en exclusividad de los derechos sobre las absorciones de carbono generadas en la superficie de la actuación durante los próximos 30 años. 

Un proceso que arranca antes de la propia reforestación. De hecho, fue el pasado mes de septiembre cuando se iniciaron las labores de preparación del terreno con maquinaria especializada. También se preparó el terreno para reforestar porque, como indican desde Cruz Roja en La Rioja, esto es fundamental para “conseguir el éxito de la formación de la futura masa forestal”. “Además de facilitar las labores de plantación y de oxigenación de la tierra, rompe la capa más dura del suelo, facilita el enraizado del árbol y mejora tanto la capacidad de retención como la velocidad de infiltración del agua”, agregan. 

Con todo ello, el objetivo no es solo absorber el CO2 mediante la reforestación, sino transformar por completo los entornos rurales bajo la voluntad de proteger a la humanidad y al planeta. Recio, referente autonómico del área de conocimiento de Medio Ambiente de Cruz Roja en Castilla y León, confirma la importancia de esta actividad que, en efecto, favorece el empleo verde y contribuye a la dinamización del medio rural. 

El reto es que la gente pueda volver a sus pueblos

“Primero, ayuda al empleo en sectores agroforestales que están sobre todo muy implantados en nuestro medio rural, especialmente en Castilla y León, donde hay una población muy envejecida, y mucha de la cual vive en pueblos. También tenemos que atender a esta población y llegar a ella”, recalca. El otro reto es que la gente pueda volver a los pueblos, a “sus pueblos”, y “tenga oportunidades, ya sea laborales, o de desarrollar acción voluntaria”. En Castilla y León, agrega Recio, hace falta asentar población “adulta y joven”. Y lanza un llamamiento: “Lo necesitamos”. 

parte 4 reforestaciones

Todo lo lejos que se pueda llegar

Y que el trasiego de gente y las manos hundidas en la tierra no confundan a nadie: las reforestaciones son una pata importante dentro de la Estrategia +CO(mpensa)2, pero, como se ha visto, no la única. Recio señala que «además de la reforestación, también hay una inversión dedicada a desarrollar talleres con familias en situación de vulnerabilidad para erradicar la pobreza energética y entregar kits de ahorro energético». De hecho, esta es otra de las patas de la Estrategia +CO(mpensa)2 a nivel nacional: la inversión del ahorro económico producido por la reducción de las emisiones en proyectos de lucha contra la pobreza energética.

Sara Casas, responsable de Medio Ambiente de Cruz Roja, respalda sus palabras y enmarca el contexto de esta acción. “También queremos mejorar el uso de la energía en los hogares que atendemos bajo un proyecto de pobreza energética que llevamos años desarrollando en el territorio nacional”. “La fórmula que aplicamos es que por cada tonelada de CO2 que emitimos, que ha sido medida, invertimos una cantidad económica en una familia. Con esa cantidad económica desarrollamos actuaciones de rehabilitación y eficiencia energética en los hogares de estas familias. Hemos constatado que todo esto produce un descenso en sus emisiones en una media de 200 kg. de CO2 por familia de forma anual. Y atendemos en torno a 2.000 familias al año”, apunta. 

Los planes de Cruz Roja con el medio ambiente son, de esta forma, transversales. Cruz Roja también está tras multitud de campañas de sensibilización (un simple ejemplo es esta, sobre un tema de tan rabiosa actualidad como el desechar las mascarillas) y de forma habitual realiza limpieza y clasificación de residuos en mares o ríos (ya sea invierno, o verano, puesto que la conciencia por nuestro entorno es atemporal) e incluso vigilancia de parques naturales. Todo, por la humanidad y, por supuesto, el planeta.

parte 5 reforestaciones

Una actividad donde cada mano cuenta

Quizá el compromiso no se lleve en el ADN, pero puede ser generacional. Y es que los niños y las niñas aprenden imitando. Por eso mismo, cualquier acción de protección del medio ambiente será más que inspiradora. El ejemplo de ello se personifica en Jesús Juanes, presidente provincial de Cruz Roja en Salamanca, que no dudó en llevarse a su familia consigo para la reforestación de Fompedraza en Valladolid. 

Involucrar a la familia supone el primer estadio en la sensibilización y en la concienciación de toda la población para que el medio ambiente sea parte de nuestra vida y un objetivo fundamental para el futuro”, expresa el presidente provincial de Cruz Roja en Salamanca.

Los efectos positivos, además, se cuentan a montones. Jesús se acuerda de sus dos nietas pequeñas, que también participaron en la reforestación, para esbozar todo lo bueno que puede reportar una acción de este tipo: “Lo primero es hacer algo en unión de toda la familia. También que las niñas empiecen a aprender, desde pequeñas, los valores que deberían imperar en el resto de su vida. Quizá dentro de 20 años vuelvan por estos lugares, por estos pinares, y puedan incluso merendar bajo los árboles que ellas mismas han plantado”. 

Y es que la comunidad es crucial para este proceso. Belén Viloria, directora de Marca y Comunicación de Cruz Roja, cuenta que las personas que se han aproximado a la reforestación de Fompedraza proceden de muchos ámbitos distintos. Las familias de los pueblos colindantes, o con niños y niñas, como en el caso de Jesús Juanes, suponen un ejemplo de toma de contacto con la naturaleza. “En el caso de la infancia, también se une una mezcla de educación con una labor importantísima en un día que comparten con la familia”, corrobora. Pero no solo la población autóctona es protagonista de las reforestaciones. “Hay personas beneficiarias de Cruz Roja que van por agradecimiento. En la que hemos hecho en Fompedraza hay gente de Venezuela, Siria o Croacia”, pone como ejemplo Viloria. 

María Jesús, voluntaria de Cruz Roja en Castilla y León, procede de otros programas de la Organización, y se ha incorporado recientemente al de Medio Ambiente. “Siempre me ha interesado todo lo relacionado con la naturaleza, y dada la situación ambiental de ahora, me pareció una opción interesante para poder formar parte de ella y aportar lo que esté en mi mano”, explica. Califica la experiencia en la plantación de “maravillosa”. “Lo que más me ha llamado la atención es ver a tanta gente trabajando hacia un mismo fin: mejorar las condiciones ambientales, trabajar por el planeta”, concluye. 

La Estrategia +CO(mpensa)2 incluye distintas acciones y, eso sí, un propósito transversal: sembrar para el futuro para proteger lo que más importa. Sigamos sembrando.

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