La actualidad de Cruz Roja

Selector de idioma

El poder de la comunidad - Ahora

Aplicaciones anidadas

El poder de la comunidad

REPORTAJES

EL PODER DE LA COMUNIDAD

El poder de la comunidad
Un proyecto piloto de Cruz Roja explora nuevas formas de participación ciudadana a través del voluntariado. Sus resultados en dos municipios canarios demuestran cómo vecinos y vecinas pueden afrontar problemas y proponer soluciones para mejorar su entorno de forma exitosa.

Voluntariado

Contenidos

Cruz Roja

ESCRITO POR:
ENTREVISTA POR:
Cruz Roja

Banner Compártelo Reportaje Pequeño

parte 1 balance proyecto piloto

Sacar las sillas y colocarlas frente a la puerta de casa para, al caer la tarde, comenzar a conversar con vecinos y vecinas. Esta escena típica, clásica, de los pueblos se ha ido perdiendo con el paso del tiempo. Recuperar esta estampa (y otras similares) es el objetivo de un proyecto piloto de Cruz Roja que busca demostrar el inmenso poder de la comunidad en las zonas rurales. Y no es poco.

El proyecto piloto que pertenece al proyecto 'Voluntariado dinamizador del desarrollo comunitario en ámbito rural' se ha puesto en marcha durante el año 2023 en seis pueblos de España y, por el momento, sus resultados demuestran que ha sido un completo éxito. Las conclusiones alcanzadas en la provincia de Santa Cruz de Tenerife (Arure, en Valle Gran Rey - La Gomera; y Puntallana, en La Palma), y presentadas el diciembre pasado, así lo evidencian.

Y es que, según dice un proverbio africano, “para educar a un niño hace falta una tribu entera”. Esa tribu, extrapolando esta premisa, puede aportar sus capacidades y habilidades para crear una comunidad más resiliente y fuerte. Porque cambiar nuestro entorno (o mejorarlo) depende en gran parte de lo que hagamos como sociedad y de los lazos que tejamos entre todos y todas. 

 

 

parte 2 balance piloto pueblos

Una nueva forma de entender(se)

María Zoraida, vecina de Arure, es una de las participantes del proyecto. “Para mí esta experiencia ha supuesto todo; un renacer personal, de comunidad; compartir, conocer gente nueva, retomar viejas amistades…”, expone. “Es importante para el ser humano, el sentirte útil y en algún lugar, así que ha supuesto para mí confianza en el mundo, en las personas”, añade.  

Amaya, de Puntallana (el otro municipio canario que ha participado en la iniciativa), se expresa en términos parecidos y pone el foco, todavía más, en esa comunidad capaz de hacer todo lo que se proponga: “Este proyecto está pensado para que participe el pueblo, que sea el pueblo quien tome las decisiones”. 

Para ello, la iniciativa ha invitado a las personas del pueblo a reunirse, sentarse y conversar a través de diferentes sesiones. Exponer los problemas en voz alta, buscar soluciones entre todos y todas. Curiosamente, a veces la forma de resolver  una dificultad la tiene la persona de al lado, a quien no le hemos preguntado ni hemos considerado. 

Es la propia comunidad la que resuelve sus necesidades

Es la propia comunidad, por tanto, la que resuelve sus necesidades, propone actividades y soluciona problemas que les afectan directamente con sus propios recursos y sin necesidad de esperar a las instituciones. De hecho, desde Cruz Roja se recalca que el éxito del proyecto residirá en que “eche raíces” y dentro de 10 años sigan existiendo esos grupos de personas que hagan de motor y sean dinamizadoras de su localidad, y continúen hacia delante. 

“En este proyecto lo que pretendemos es potenciar la escucha y colaboración entre asociaciones y personas del ámbito rural, impulsar el desarrollo comunitario de estas zonas a través del voluntariado”, resume Raúl Felipe, responsable técnico de este proyecto nacional de Cruz Roja. Un proyecto emocionante que, eso sí, desconocían si funcionaría: “No sabíamos si alguien vendría y al final nos quedamos sin sillas”, confiesa. 

 

 

parte 3 balance piloto pueblos

Todo el mundo suma

El diciembre pasado se presentaron las primeras conclusiones del proyecto tras la experiencia en Arure, en Valle Gran Rey - La Gomera, y Puntallana, en La Palma. Los resultados, considerados como “excelentes”, muestran el resurgir del espíritu de la comunidad y cómo se ha logrado empoderar y crear vínculos entre sus habitantes, convirtiéndolos no en sujetos receptores, sino en protagonistas plenos de sus vidas y sus municipios. 

En esta primera valoración de la iniciativa, además, se ha puesto de manifiesto la relación directa entre apoyo social que han percibido las personas participantes y su autopercepción de mejora de calidad de vida y bienestar. La ciudadanía de las dos poblaciones ha podido “volver a encontrarse”: volver a hablar, a compartir, a ayudar y a ayudarse. 

La ciudadanía de las dos poblaciones ha podido “volver a encontrarse”

Esto es importante para Ana Méndez, trabajadora social del Ayuntamiento de Arure: “Todo el mundo manifestaba las ganas y el compromiso de trabajar de manera desinteresada, como colectivo, sin individualidades”. A sus palabras se suma Raquel Hernández, trabajadora social del Ayuntamiento de Puntallana: “Es como si estuviésemos plantando un arbolito y que la raíz hubiese crecido por debajo del fondo del mar”. Por otra parte, Josué Gutiérrez, profesor de sociología de la Universidad de La Laguna, que ha participado en la observación de las dinámicas grupales y en la evaluación de la percepción de las personas participantes en el proyecto, destaca que en “solamente en seis meses ya lo que se ha conseguido en un entorno como Arure es muy importante”.

Y es que no solo vecinos y vecinas de las localidades han alcanzado un mayor entendimiento: entre ambos municipios también se han realizado jornadas de convivencia y participación ciudadana para facilitar estos vínculos. Recuperar el espíritu vecinal en las zonas despobladas sólo necesitaba un impulso. Y ese impulso ha generado toda una ola imparable. 

parte 4 balance piloto pueblos

El papel de Cruz Roja: acompañar, no liderar

Esta iniciativa se enmarca dentro de un proyecto piloto de dinamización de voluntariado no tradicional dinamizador del desarrollo comunitario y participación ciudadana en el ámbito rural a través de un modelo no tradicional de voluntariado, subvencionado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 dentro de la partida del IRPF estatal para ‘Otros fines de interés social’. 

En este sentido, el papel de Cruz Roja ha pasado por ayudar a que el proyecto camine para, después, dejarlo andar solo. Este espíritu también se ha plasmado en el voluntariado, que no ha liderado el proyecto, sino que ha ayudado a construir relaciones estables con el entorno, dinamizando y fomentando el trabajo en red y la participación equilibrada e igualitaria de todas las personas y agentes sociales que forman parte de él.

Banner Compártelo Reportaje

Banner Home

LEE LO QUE TE INTERESA
Suscríbete a nuestra newsletter y descubre un millón de pequeñas historias