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Yoga, cine y arteterapia para integrar a personas sin hogar

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YOGA, CINE Y ARTETERAPIA PARA INTEGRAR A PERSONAS SIN HOGAR

Yoga, cine y arteterapia para integrar a personas sin hogar
Un proyecto de Cruz Roja en Girona busca empoderar y dignificar a las personas sin hogar mediante actividades de ocio. Con ello, se cumple un doble propósito: poner a su disposición recursos a los que pueden acceder, y acercarlas a la comunidad de la que tantas veces se sienten desvinculadas.

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integracion personas sin hogar parte 1

Hacer yoga, ir a nadar o visitar una exposición en un museo. No son planes que sorprendan a una buena parte de la población. Para otra, sin embargo, pueden suponer todo un mundo. Son, precisamente, algunas de las actividades que componen una iniciativa de Cruz Roja en Girona que busca empoderar y dignificar a personas sin hogar atendidas por la Organización. 

El germen de esta idea procede del propio seno de Cruz Roja y concretamente de las personas voluntarias de las UES (Unidad de Emergencia Social) en Girona, que propusieron en marzo de este año ponerse en la piel de las personas sin hogar para implicarlas más en las acciones realizadas. Para ello, se plantearon diversas cuestiones: ¿qué les gusta hacer? ¿Cómo se sienten? A continuación, llegó la idea de hacer actividades como las presentadas anteriormente. 

Aprovechando las cualidades y aficiones del voluntariado, el proyecto (que abarca hasta este mes de diciembre), ha acogido un conjunto de actividades de activación social y cultural que han sido recibidas con júbilo por parte de las personas atendidas. De media, han participado alrededor de 8 personas sin hogar. Paula Burdalo, psicóloga de formación y coordinadora del Proyecto Integral de Personas sin Hogar y de Voluntariado en Cruz Roja Girona, explica que “ veces parece que el proyecto está ya totalmente definido” y por eso voluntarios y voluntarias quisieron darle una vuelta y aportar (todavía más) su granito de arena.  

“Por ejemplo, contactamos con la piscina municipal de Girona y fueron muy receptivos. Nos dejaron ir cada martes de forma gratuita. Iban el grupo de personas sin hogar y tres personas voluntarias. Era un recurso al que no podían acceder porque no podían pagarse la entrada”, expone Paula Burdalo. Una voluntaria, profe de yoga, sugirió hacer un taller sobre esta disciplina de origen hindú. “Les ayudó a relajarse, les dio técnicas que podían aplicar cuando estuvieran con más agobio, explicó cómo se puede llegar a somatizar el estrés…”, evidencia la técnica de Cruz Roja. 

Y aquí no ha acabado la cosa. También ha habido una visita al Museo del Cine de la ciudad, otra al CaixaForum, un paquete de marcha nórdica concedido por el servicio de Agencia Salud Pública de Cataluña (“reservan un presupuesto para grupos vulnerables”), y un taller de arteterapia con arcilla.  

"La sociedad impone estos estigmas, pero ellos también se lo acaban creyendo"

El objetivo que se mantiene de fondo inalterable en todas las actividades es que las personas sin hogar se den cuenta de que pueden acceder a equipamientos culturales y deportivos de la ciudad. “Muchas veces ni saben que pueden hacerlo, pero en otras ocasiones creen que no pueden. Queremos favorecer ese empujón”, insiste Paula Burdalo, técnica de Cruz Roja. Después de todo, advierte, “hablamos del colectivo que está en el último grado de exclusión”. Un hombre, por ejemplo, se emocionó en la visita al Museo del Cine, ya que llevaba cerca de 25 años sin poder pisar una sala. Aunque ya se encuentra en proceso de regularizar su situación, la actividad le hizo mucha ilusión. “Se quedó muy agradecido”, explica Paula Burdalo.  

Y es que la situación de sinhogarismo provoca que muchas personas se sientan desvinculadas de los recursos existentes a pesar de tener derecho a ellos; algo que, a su vez, perjudica su integración. “Al final, se encuentran en una situación en la que se acaba creando un bucle. Queremos hacerles ver que sí tienen el mismo acceso que todos, que todos somos iguales”, señala Paula Burdalo. Los resultados, hasta el momento, así lo corroboran. Después de realizar estas actividades, “se sienten más empoderados, más escuchados. También es guay porque han hecho mucho grupo entre ellos, ya que no todos se conocían”, añade la técnica de Cruz Roja.  

Acercar a las personas sin hogar a la comunidad también contribuye a romper estigmas y prejuicios. “La sociedad impone estos estigmas, pero ellos también se lo acaban creyendo”, insiste Paula Burdalo, que agrega que gracias a este tipo de actividades las personas sin hogar pueden verse reforzadas y utilizar, así, las herramientas que tienen a su alcance. “Coger fuerzas para ir por ejemplo a la biblioteca, y que eso les ayude a buscar un trabajo”, indica.   Además, acercar a las personas a la comunidad provoca que conozcan más acciones y a la vez que empiecen  participar a la comunidad de forma autónoma.

El cultivar ciertos hábitos, además, ya es todo un avance. “A veces se han desvinculado tanto de ciertas cosas que recordar lo más básico, como levantarse pronto, o llegar puntual a una visita, ya marca la diferencia”, concluye. 

integracion personas sin hogar parte 2

Acompañar para acercar a la comunidad 

Integrar también es un verbo que se conjuga en Avilés (Asturias). El proyecto de Acompañamiento, Intervención y Promoción Social a Personas Sin Hogar de Cruz Roja, financiado por el Ayuntamiento de Avilés, se desarrolla a través de dos personas técnicas educadoras que trabajan estrechamente junto a los servicios municipales para atender y acompañar a personas que se encuentran sin hogar o están en riesgo severo de acabar en la calle. Ahora mismo, Cruz Roja en Avilés atiende a 60 personas al año; muchas de ellas con un acompañamiento extendido en el tiempo, y otras de forma más itinerante.  

Ángela es responsable de la asamblea de Cruz Roja en Avilés, y expresa lo importante que es acercar los recursos comunitarios y públicos que existen en el municipio a las personas sin hogar. “Hay que intentar romper el círculo de exclusión en el que se encuentran, siempre de forma respetuosa y respetando su determinación”, valora. Para ello, las personas educadoras “acuden donde se encuentran las personas sin hogar; ya sea en una calle, debajo de un puente, en un cajero, a las puertas de un supermercado…”, y se les brinda acompañamiento en las cuestiones que necesiten, desde acompañarlas a los Servicios Sociales hasta hacer una mediación con el albergue pasando por otros asuntos. 

Pero Cruz Roja no solo centra sus esfuerzos en este ámbito, sino que, a través de su actuación transversal e integral, abarca otros escenarios como el laboral. “Son varias las personas que se han incorporado a proyectos de empleo o de ocupación, donde se les ayuda a elaborar un currículum, hay talleres de motivación y movilización de competencias y capacidades…”, aclara Ángela. 

De la misma forma que Paula Burdalo, Ángela, desde Avilés, rompe una lanza en favor de las personas sin hogar y habla directamente de los prejuicios que siente la sociedad por el colectivo. “La mayoría nos sentimos muy alejados de esa realidad, pero detrás de estas personas hay historias que te hacen ver que ellas no tenían esto programado en su mapa de vida, pero por diversas circunstancias se han encontrado en esta situación”, defiende. 

En ese sentido, también es necesario sensibilizar y actuar lo antes posible. “A veces fallan los recursos que tienen que evitar que una persona pueda llegar a esta situación. Una vez ahí, es difícil retonarla; de hecho, puede cronificarse. Hay que evitar llegar al sinhogarismo, y hay recursos para evitarlo. Tenemos, por tanto, que seguir trabajando más en red”, alerta Ángela. 

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