El 24 de febrero de 2022 la vida de millones de personas cambió drásticamente. Fue el día en que arrancó el conflicto en Ucrania; un suceso que, todavía hoy en día, se considera la mayor emergencia humanitaria en Europa en décadas. La tragedia motivó una ola de solidaridad sin precedentes, y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja blandió rápidamente sus Principios para prestar asistencia, apoyo, consuelo y material para enfrentarse y ayudar en todo lo posible. 

Dos años después del inicio del conflicto escuece ver cómo la herida continúa abierta. Y es que, pese al tiempo transcurrido, en Ucrania la situación sigue siendo dura y difícil. Echar la vista atrás, sin embargo, también demuestra lo que se ha avanzado y realizado para tratar aliviar el sufrimiento humano y las consecuencias del conflicto. Hoy nos acordamos de todo lo vivido. Cada día cuenta, y no es poco. 

Cuando cae la primera bomba 

Desde Cruz Roja Española se actuó con rapidez en los primeros momentos del conflicto. Se elaboró, primero, un Plan de Contingencia que acabó convirtiéndose en un llamamiento y plan de acción. La coordinación con las administraciones públicas españolas fue fundamental desde el primer día: unir esfuerzos, sumar en la misma dirección. También, desde el Movimiento, se desplegaron los delegados y se enviaron fondos de emergencias de forma inmediata. En marzo de 2022, apenas unas semanas después del inicio del conflicto, se organizó en España el primer envío de artículos básicos de primera necesidad de Cruz Roja, que mandó, de esta manera, 12 toneladas de ayuda humanitaria a Ucrania.  

Al mismo tiempo, también en marzo, se publicó el Acuerdo del Consejo de Ministros por el que se ampliaba la protección temporal a personas afectadas por el conflicto de Ucrania que pudieron encontrar refugio en España, y se produjeron las primeras llegadas de personas refugiadas a los aeropuertos y estaciones de marcha, hecho que coincidió, a su vez, con la puesta en marcha de los CREADE (centros de recepción, atención y derivación para desplazados ucranianos) y la activación del servicio de restablecimiento de contacto familiar. 

"Tenía la mirada muy perdida, estaba muy asustada. No sabía lo que le iba a pasar"

Uno de los CREADE se dispuso en Alicante, donde reside Anastasia. Intérprete ucraniana de 26 años, llevaba en 2022 más de una década viviendo en España. Siempre había querido aportar su granito de arena, así que cuando vio el aluvión de gente que llegaba y sus dificultades con el idioma, no dudó en hacerse voluntaria. Preguntar a las familias cómo se encontraban y qué necesitaban fue su principal cometido, pero no se quedó solo ahí. Junto a su madre, también voluntaria de la Organización, ofrecieron su propia casa a una familia ucraniana, e hicieron de vínculo para buscar alojamiento a las personas que no tenían dónde ir. 

“El otro día me chocó algo. Llegó una chica de unos 25 o 26 años con dos niños pequeños. Tenía la mirada muy perdida, estaba muy asustada y desconfiada. No sabía lo que le iba a pasar”, explicaba Anastasia, conmocionada. Las emociones también se desataron durante esos primeros días. Fue lo que sucedió con un cumpleaños inesperado que tuvo lugar en la estación de Alicante. “De repente, vimos a la gente aplaudir y cantarle el cumpleaños [a una chica]. La vimos desenvolver un regalito y ponerse a llorar, muy emocionada. Luego nos contó que la gente que había conocido hacía apenas un par de días (en los refugios, en el propio tren…) había querido tener ese detalle con ella por su cumpleaños”, contaba Anastasia días después de ese suceso.  

Una crudeza extendida en el tiempo 

Pese a que el 31 de agosto de 2022 se puso fin a la declaración de emergencia, todavía quedaba mucho por hacer, y tras ese anuncio las acciones de Cruz Roja Española se centraron en dos líneas. Durante la fase de acogida temporal, la Organización cubrió las necesidades básicas de las personas ucranianas, que estuvieron alojadas en hoteles y centros gestionados por Cruz Roja Española. Se prestaron, además, servicios jurídicos, de traducción, de aprendizaje del idioma y apoyo psicológico… y se reforzaron las competencias y habilidades para la autonomía personal. Además, se realizaron gestiones relacionadas con la escolarización, el empadronamiento, la obtención de la tarjeta sanitaria y la búsqueda de vivienda. 

Después, en la fase de preparación para la autonomía, las personas que recibieron una resolución favorable a su Solicitud de Protección Internacional, tras encontrar una vivienda, iniciaron su itinerario de integración sociolaboral con Cruz Roja Española con especial énfasis en la búsqueda de empleo. Lo sabe muy bien Oleksandr Husakov, conocido por todos como Sasha.  

Su historia podría ser la de muchos otros. Salió de Ucrania y recorrió media Europa hasta llegar a Madrid. Después de recalar en uno de los dispositivos de acogida y alojamiento, durante los siguientes meses recibió talleres de información y orientación laboral para comenzar a trabajar lo antes posible en España. En cuestión de meses, se incorporaba a la plantilla de la empresa de productos veterinarios Vetnova de la mano del Plan de Empleo de Cruz Roja en la Comunidad de Madrid. Todo un “subidón” para Sasha, que en su momento ya relataba lo feliz que estaba y su firme intención de quedarse en nuestro país.  

Paso a paso 

El conflicto, meses después, seguía vigente. En diciembre de 2022 Cruz Roja Española inició la preparación para el envío de 8 vehículos de logística, y también prestó atención sociosanitaria, rescate y telecomunicaciones a las sociedades nacionales de Cruz Roja en Hungría y Polonia para mejorar la atención de las personas refugiadas ucranianas.  

Al mismo tiempo se puso en marcha, entre diciembre de 2022 y enero de 2023, el lema #NotATarget. Bajo ese marco y tras el ataque y bombardeo a la oficina de Jersón y el asesinato de un voluntario de Cruz Roja en Kherson, desde el Movimiento se condenaron los ataques al personal e infraestructura de las organizaciones que luchan por ayudar a la población civil afectada. También se pidió, hacia ellos, la máxima protección y respeto.  

Acabó 2022 y empezó el nuevo año. En enero de 2023, Cruz Roja Española apoyó la ejecución de la estrategia de gestión de voluntariado de la Cruz Roja Ucraniana, y contribuyó a mejorar los protocolos y digitalizar los mecanismos. 

El aprendizaje del español es clave para una buena integración

Por otro lado, desde la Organización se incidió en el aprendizaje del español por parte de las personas ucranianas residentes en nuestro país como pieza clave para una buena integración. Así, durante el 2023, en Cruz Roja Española se atendieron en el servicio de Aprendizaje del Idioma a 3.397 personas ucranianas. No hay que olvidar que el conocimiento de los idiomas oficiales facilita la comunicación con personas de la sociedad de acogida, el acceso a actividades de ocio y laborales, así como la creación de redes de apoyo. 

Antes de llegar a España Polina solo chapurreaba “buenos días”, “buenas tardes”, “buenas noches” y “hola”. Gracias a la ayuda de Cruz Roja, esta mujer que vive en la actualidad en Cádiz es capaz de expresarse a la perfección en nuestro idioma. Cuando lo dejas todo atrás se agradece (y mucho) escuchar tu lengua materna, pero tan pronto como sea posible conviene empezar a aprender más sobre el lugar que puede convertirse en tu nuevo hogar.