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Cruz Roja Española, trabajando para prevenir toda forma de violencia en Centroamérica y África

REPORTAJES

CRUZ ROJA ESPAÑOLA, TRABAJANDO PARA PREVENIR TODA FORMA DE VIOLENCIA EN CENTROAMÉRICA Y ÁFRICA

Cruz Roja Española, trabajando para prevenir toda forma de violencia en Centroamérica y África
La violencia contra las mujeres no entiende de latitudes ni fronteras. Un problema global que afecta a millones de niñas y mujeres en todo el mundo, y que todavía tiene una incidencia mayor entre las mujeres en situación de vulnerabilidad. Cruz Roja Española trabaja en Honduras, El Salvador, Mali, Mozambique y República Democrática del Congo para tratar de prevenir esta lacra y que las mujeres que han sido víctimas puedan rehacer sus vidas lejos de cualquier agresión.

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parte 1 prevenir toda forma de violencia

Una mujer es asesinada por razones de género cada dos horas en la región de Latinoamérica y Caribe, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). A muchos kilómetros de allí, en África oriental y meridional, el 42% de las mujeres sufre violencia física o sexual a lo largo de su vida. Esto es casi la mitad de población femenina. Dos regiones muy alejadas entre sí en los que Cruz Roja Española está presente con su principal mandato: prevenir y aliviar el sufrimiento humano. Para ello, trabajamos para proteger la vida de las personas, actuar para eliminar toda forma de violencia y aumentar la implicación social contra la violencia de género y ante todas las formas de violencia en todos los tramos de edad. 

Este grave vulneración de derechos no es exclusivo de estas dos regiones, ya que las estimaciones mundiales publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que alrededor de una de cada tres mujeres en el mundo han sufrido violencia física y/o sexual por parte de su pareja o violencia sexual por terceros en algún momento de su vida. La mayor parte de las veces el agresor es la propia pareja. 

Desde Cruz Roja Española se trabaja sobre tres ejes fundamentales, para eliminar cualquier tipo de violencia.  

  • Sobre las personas, realizando acciones  encaminadas a la prestación de servicios de atención, prevención y mitigación de la violencia, incluyendo la  violencia de género la discriminación y exclusión social, así como la seguridad física y el bienestar psicológico de las personas.
  • Sobre la comunidad, mediante acciones para que las comunidades se conviertan en lugares más fuertes y resilientes , donde las personas puedan llevar una vida segura y saludable. El objetivo: promover sociedades diversas e inclusivas.
  • Sobre las Cruces Rojas de los países con los que cooperamos, fortaleciendo sus capacidades para que puedan garantizar que las personas afectadas por actos de violencia o en riesgo de violencia, discriminación y exlusión, puedan acceder y disfrutar de sus derechos.

parte 2 violencia contra la mujer en centroamerica

La violencia contra la mujer en Centroamérica

Según el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe, en estas regiones se encuentran 14 de los 25 países con mayor número de feminicidios en el mundo. Dos de esos países con las tasas más altas de asesinatos a mujeres en 2022 fueron Honduras y El Salvador.  Honduras, además, presentó en 2023 una tasa un 30% mayor de asesinatos que la del año anterior.  Unos datos que dan cuenta de la magnitud de la violencia basada en género, que no siempre es física, la violencia psicológica y por supuesto la violencia sexual también forman parte de esta violación de los derechos humanos de las mujeres.

“En Centroamérica promovemos y apoyamos servicios de salud mental para sobrevivientes de todo tipo de violencia, incluida la violencia de género;  trabajamos para garantizar la atención médica;  facilitamos servicios de alojamiento, alimentación e higiene a personas con necesidades de protección; también facilitamos la referencia a servicios clave como asistencia legal y protección, y apoyamos en actividades generadoras de ingresos, empleo o autoempleo. Estas son parte de las acciones  de atención y protección integral que desde hace décadas estamos brindado en Cruz Roja Española en los países de América Latina y Caribe donde desarrollamos nuestra actividad internacional, desde una perspectiva integral”, explica Isabel Sidro, responsable de la cooperación de Cruz Roja Española en América. El objetivo, con estas acciones, es proteger a las mujeres y en general a todas las personas que han padecido situaciones de violencia, pero también están dirigidas a mujeres y personas que pueden estar expuestas a ese riesgo.

Existen otro tipo de acciones que se impulsan desde Cruz Roja Española que tienen que ver con el fortalecimiento de capacidades. “Trabajamos con instituciones públicas y con las organizaciones de la sociedad civil para fortalecer las capacidades del personal técnico que trabaja en estas entidades para que brinden los servicios de manera más óptima y más eficaz”, añade Isabel Sidro. Además, desde Cruz Roja Española desarrollamos acciones para empoderar a mujeres y niñas “para que conozcan sus derechos como personas y mujeres y puedan identificar situaciones de violencia, porque en muchos de estos países la violencia de género está tan interiorizada en la cultura que en ocasiones, las mujeres y las niñas pueden no detectar situaciones de abuso y violencia” señala Sidro.

Los proyectos puestos en marcha por Cruz Roja Española en estos países están financiados por la Cooperación Española a través de la Agencia Española de Cooperación (AECID) y la Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO).

parte 3 violencia contra la mujer en africa


La violencia contra la mujer en África 
 

Este tipo de actuaciones a las que se refiere Isabel Sidro también se desarrollan en Mali, Mozambique o la República Democrática del Congo. Y es que en gran parte de África Oriental y Meridional existe una alta prevalencia de violencia de género y prácticas nocivas entre adolescentes y mujeres jóvenes. De las niñas de 20 a 24 años, el 31% se casaron antes de los 18 años (2020). Las prácticas nocivas, incluidas la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil, continúan persistiendo en la región con importantes consecuencias para la capacidad de acción y la autonomía corporal.

“Lo primero que hacemos es poner en marcha medidas de prevención de la violencia de género, los hacemos a través de trabajo comunitario, con acciones de sensibilización, muchas dirigidas a   jóvenes, también con proyectos en los que se implican a los hombres y las nuevas masculinidades”, afirma Pablo Estévez, responsable de Cruz Roja Española para África.  Respecto a ese bloque del que hablaba Isabel Sidro de atención y protección integral a las mujeres que han sido víctimas, Cruz Roja Española está llevando a cabo en Mali el proyecto “Acceso a protección y atención integral de mujeres migrantes, desplazadas y de acogida víctimas de violencia de género en Kayes”.   Un proyecto centrado en garantizar la protección de los derechos de las mujeres y niñas migrantes desplazadas y de las comunidades de acogida, que en un contexto de crisis humanitaria, son las principales víctimas de violencia, especialmente aquella basada en el género.  

Ramiro Chico Hernández es uno de los cuatro delegados que Cruz Roja Española tiene desplazados en Mali. “Con la puesta en marcha de este proyecto, la Cruz Roja busca brindar un apoyo integral que incluya el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, a asistencia psicológica, así como el desarrollo socioeconómico que permita cubrir sus necesidades básicas y mejorar sus capacidades de generación de ingresos, aspectos clave vinculados a la promoción de derechos. Asimismo, el proyecto reforzará los mecanismos de protección existentes en la región, así como las capacidades comunitarias para enfrentar la discriminación y la violencia basada en género”, explica. Esta actuación tiene previsto llegar a 3.800 mujeres, pero no solo se trabaja con las propias mujeres, sino que con el objetivo de promover cambios a largo plazo, el proyecto realiza además acciones de sensibilización comunitaria y formación de actores clave. 

“En este punto es importante todo lo que es la coordinación entre actores. Es muy importante que sea el agente estatal que identifique el caso de violencia el que establezca un sistema de refencia de esa persona, es decir, si llega una denuncia a la policía, que sea la policía quien derive a servicios sociales. Todo ese mecanismo tiene que estar muy engranado”, añade Pablo Estévez. 

El proyecto tiene una dotación de 850.000 euros, financiados en gran parte por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), además de por Cruz Roja Española.

En Mozambique, Cruz Roja Española también promueve intervenciones orientadas a la reducción de la violencia de género mediante acciones que promuevan la igualdad y el empoderamiento socioeconómico con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y varias administraciones públicas en Cataluña. 

Eva Gracia Córdoba es una de las dos delegadas de desarrollo comunitario de Cruz Roja Española en Mozambique. “A través de estas intervenciones se promueve una mayor sensibilización en los barrios de la ciudad de Maputo contra la violencia de género, facilitando el acceso a los centros de atención integrada para víctimas. Simultáneamente, se ha acompañado a mujeres que sufren violencia apoyándolas con terapia psicológica, formación profesional y planificación económica. Gracias a estas acciones vinculadas con el empoderamiento socioeconómico y elevación de la autoestima, la mayoría de las participantes del proyecto comenzaron una nueva vida alejadas de sus agresores”, explica. 

En el corazón de África se encuentra la República Democrática del Congo (RDC), un país en el que la violencia sexual ha tenido un peso significativo a lo largo de los más de 20 años de conflicto. En este país, las víctimas de violaciones a menudo sufren el rechazo de sus comunidades y hasta de sus propias familias. Tienen tanto temor de ser castigadas, que no le cuentan a nadie lo que les ocurrió y no piden ayuda, como apuntan desde el Comité Internacional de Cruz Roja (CICR). Esta situación puede tener graves consecuencias psicológicas, sociales y médicas tanto para las víctimas como para la comunidad en su conjunto. 

En la RDC, Cruz Roja Española lleva a cabo un proyecto a tres años dotado con un 1.500.000 euros, financiados en su mayoría por la Comisión Europea: “Refuerzo de la democracia y consolidación de la paz en RDC a través de la participación de las Organizaciones de la Sociedad Civil al proceso de reconstrucción socioeconómico y la autonomía de las mujeres”. Una intervención que busca mejorar la gestión de mercados locales y fortalecer cooperativas de mujeres y agricultores. El proyecto se centra en prácticas agrícolas sostenibles, capacitación en técnicas modernas, con especial atención a la perspectiva de género y la prevención de la violencia de género. Busca aumentar los ingresos agrícolas, especialmente para mujeres, y diversificar actividades para incrementar los ingresos netos de cooperativas en un 30%.  

“El proyecto tiene como objetivo principal facilitar la participación activa de mujeres productoras en la toma de decisiones y gestión de recursos a través de la creación de cooperativas agrícolas. Se destaca que el 75% de los puestos de liderazgo en estas cooperativas son ocupados por mujeres, indicando un avance significativo hacia la igualdad de género en la toma de decisiones”, señala Joanna Itzel Becerra Ibarra, Jefa de Delegación de Cruz Roja Española en RDC. “Además, se imparten capacitaciones en derechos humanos y económicos para empoderar a las mujeres, permitiéndoles defender sus derechos y participar en la formulación de políticas locales. La promoción de valores cooperativos ha generado un cambio de mentalidad en la comunidad, reconociendo a las mujeres como líderes y agentes de cambio. El proyecto, en su segundo año de implementación y con una duración hasta abril de 2025, está contribuyendo de manera significativa a mejorar la calidad de vida de las mujeres en la provincia de Kasai en la República Democrática del Congo, fortaleciendo la democracia y promoviendo la igualdad de género y el desarrollo sostenible en la región”, añade una de las tres delegadas con que cuenta el proyecto.  

Este proyecto forma parte de ese último bloque de reinserción socioeconómica de las mujeres dotándolas de una actividad económica que les garantice la independencia y la autonomía, señala Pablo Estévez.  Todos estos proyectos contribuyen a las metas del ODS 5 de Igualdad de género que buscan poner fin a todas las formas de discriminación de violencia contra mujeres y niñas o eliminar todas las prácticas nocivas contra ellas como el matrimonio infantil o la mutilación genital, entre muchas otras. Porque la igualdad de género no solo es un derecho humano fundamental, sino que es uno de los fundamentos esenciales para construir un mundo pacífico, próspero y sostenible.

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