El voluntariado se vuelca con la catástrofe en Valencia - Ahora
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- Desde que el día 29 de octubre se desatase una de las mayores catástrofes climáticas en España, la sociedad se ha volcado con las personas afectadas. En Cruz Roja hemos visto cómo se multiplicaban las peticiones para hacer voluntariado y ayudar a las poblaciones arrasadas.
Los días después del desastre, miles de personas acudieron por sus propios medios a las poblaciones afectadas para echar una mano en lo que fuese necesario. Ese voluntariado espontáneo se organizó a través de los puntos que la Generalidad Valenciana estableció. Mientras, Cruz Roja ya estaba dando respuesta con voluntariado propio. De hecho, los equipos de Emergencia ya estaban prealertados el mismo día 29 antes de que se produjeran las inundaciones y preparados ante lo que pudiera ocurrir. A muchos de esos equipos, el agua les sorprendió cuando se preparaban para la emergencia. Fue el caso de Vicente Calatrava, responsable de Emergencias de Cruz Roja en la provincia de Valencia que, junto a otro compañero personal laboral y otros cinco voluntarios de los Equipos de Respuesta Inmediata ante Emergencias (ERIE) acudieron al centro logístico de Cruz Roja ubicado en Picanya, un almacén donde se guarda todo el material de emergencias en la provincia. Este almacén fue uno de los inmuebles de Cruz Roja más afectados por el agua y el lodo. No fue el único, 18 sedes han quedado afectadas, de las cuales 4 están completamente arrasadas e inutilizables mientras que 12 vehículos de la Organización se han perdido.
La coordinación entre las asambleas o puntos de presencia afectados con los que no lo han sido ha resultado imprescindible para continuar atendiendo a la población y activando al voluntariado de la zona. Concretamente, a través de dos tipos de personal voluntario:
- Personas que ya formaban parte de Cruz Roja o bien que acuden con predisposición a ayudar en las zonas cercanas a las afectadas, es decir, voluntariado local.
- Personas que forman parte de los equipos especializados en emergencias de Cruz Roja, que acuden bajo la coordinación del área de conocimiento de Socorros y Emergencias a las zonas afectadas en función de las necesidades del operativo.
Más de 7.000 personas contactaron con Cruz Roja ofreciéndose para hacer voluntariado en los primeros 15 días
En el primer supuesto, Cruz Roja ha articulado un grupo de trabajo coordinado en todo el territorio nacional para atender las miles de solicitudes que están llegando desde que se produjo la DANA. Se están filiando a estas personas de manera organizada y siempre respondiendo a la evolución de la emergencia. Este paso resulta fundamental en una situación de emergencia, ya que es primordial que todas las personas voluntarias estén correctamente incorporadas a Cruz Roja, posean la información necesaria para su intervención, dispongan de los equipos de protección y seguridad adecuados, etc. En los primeros días de la intervención, se formaron grupos de unas 50 o 60 personas voluntarias que acudían en autobuses a las zonas afectadas, lo cual aumentaba la efectividad en la respuesta. Y es que, uno de los principales hándicaps que se han dado ha sido la dificultad para llegar a esas zonas.
Más de 7.000 personas contactaron con Cruz Roja ofreciéndose para hacer voluntariado en los primeros 15 días. Es una cifra abrumadora si la comparamos con el mismo periodo del año anterior, en el que fueron 3.600 solicitudes las registradas. La cifra es el doble en el mismo periodo de tiempo. Si nos referimos al ámbito de la Comunidad Valenciana, la cifra es 5 veces más, mientras que, si nos centramos solo en la provincia de Valencia, ese número se multiplica por 10. Han sido 1.400 las solicitudes registradas frente a las 198 del mismo periodo del año en los primeros 15 días desde que sucedió esta catástrofe. Son números que demuestran la solidaridad de una ciudadanía que, ante la peor emergencia vivida en España en las últimas décadas, no ha dudado en ofrecerse para ayudar para paliar las consecuencias de la DANA.
En el caso de personas que ya pertenecían a los equipos de Emergencia, se puso en marcha una célula de coordinación a nivel nacional para movilizar al personal voluntario de los equipos de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIES), las Unidades de respuesta básica en emergencias (ERBES), las unidades especializadas en el cuidado de la infancia en situaciones de emergencias (ESIES), etc. Se trata de personal voluntario especializado, con una formación específica y adaptada a este contexto.
Adicionalmente, está colaborando voluntariado desde toda España en actividades a distancia, no en terreno. Nos referimos a actividades como preparación de materiales de prevención, reuniones previas a la intervención, debriefings post intervención en terreno, seguimiento de las personas voluntarias que están acudiendo a Valencia, etc.
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