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Salvar vidas en plena ola de calor
SOCORROS
Salvar vidas en plena ola de calor
13/09/2022
ESCRITO POR:
ENTREVISTA POR:
Cruz Roja
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Cruz Roja
  • Este año, en las playas de Guardamar del Segura, en Alicante, los paros cardiorrespiratorios han sido habituales sobre la arena. Las altas temperaturas y las olas de calor han hecho que los equipos de Cruz Roja hayan tenido que enfrentarse a esta situación numerosas veces.  

El de 2022 ha sido uno de los veranos más asfixiantes y abrasadores en décadas. Los incendios que han asolado España (según EFFIS, hay más de 298.000 hectáreas arrasadas en nuestro país) no han sido los únicos que han puesto el cambio climático en la palestra pública: también muchas de las personas que han visitado las playas han visto cómo las olas de calor han causado estragos en su salud

En Cruz Roja en Alicante, sin ir más lejos, lo corroboran. “Este año no hemos tenido temporales ni malos días en el mar, pero ha hecho mucho calor”, advierte José Luis Hernández Oliva, responsable de playas de Cruz Roja en Guardamar del Segura, en Alicante. Además de actuar en el agua (la de esta localidad tiene 11 kilómetros de longitud y está abierta al mar), donde calculan que, como el año pasado, se habrán producido en torno a unos 250 rescates, la arena se ha convertido también en el terreno donde la Organización ha intervenido más. 

 

"La patología que más hemos tenido son paradas cardiorrespiratorias (PCR)"

 

“La patología que más hemos tenido son paradas cardiorrespiratorias (PCR). Analizándolo, el patrón se repite: varones, de entre 60 y 80 años, con patologías cardiacas previas, y siempre en una franja horaria de 11h a 14h, cuando arrecia más el calor”, expresa Hernández Oliva. Este verano, Cruz Roja ha atendido en Guardamar del Segura 8 paradas cardiacas, 7 de las cuales han sido recuperadas. Para explicar esta casuística, el responsable de playas de Cruz Roja en Guardamar del Segura apela a la “falta de conciencia”. “Si estás desde las 10h hasta las 15h, en plena ola de calor, aunque estés bajo de la sombrilla, estás a 40 grados. Las personas mayores, además, no se hidratan lo suficiente y no son tan propensos a protegerse del sol”. El perfil es reincidente, y por ello José Luis Hernández Oliva subraya las recomendaciones que ya conocemos: ir a la playa a primera hora, cuando todavía hay mejor temperatura, en lugar de bajar en las horas centrales del día, cuando más calor y gente hay en las playas. 

 

Las palabras de gratitud, claves para el equipo 

La Humanidad, uno de los principios fundamentales de Cruz Roja, se plasma en el buen hacer de la Organización, y también en todas las pequeñas actuaciones. Los equipos de playas en Guardamar del Segura son un pleno reflejo de ello y, cuando alguna situación se tuerce, quedan “tocados y afectados”. Así lo manifiesta José Luis Hernández Oliva: “Cuando fallece un menor o cuando, después de hacer una RCP durante 40 minutos, la persona no se recupera… es duro”. 

 

 

Por eso, precisamente, las muestras de agradecimiento suponen un revulsivo para seguir adelante. “Es el punch que muchas veces necesitamos. Cuando viene alguien a decirnos que, de no ser por nosotros, su padre no lo habría contado”, dice Hernández Oliva, que apunta así que las muestras de gratificación y las palabras de gratitud “ayudan mucho”. 

 

"Cuando viene alguien a decirnos que, de no ser por nosotros, su padre no lo habría contado”

 

Clara es voluntaria de Cruz Roja en las playas de Guardamar del Segura desde hace cinco años. Ella, concretamente, ha estado presente en varias de las paradas cardiorrespiratorias vividas este verano, y recuerda una en especial: “Fue un hombre, que tras salir del agua y sentarse en la silla, entró en parada cardiorrespiratoria. El hijo estaba realizándole el boca a boca cuando llegué yo y empecé con las compresiones”, cuenta, todavía emocionada.  

 

 

Después, y junto al resto de compañeros y compañeras de Cruz Roja, emplearon el desfibrilador semiautomático (DESA). “Y finalmente respiró”, expresa Clara. “Estuvimos hablando con él con total normalidad, aunque es cierto que estaba un poco debilitado y lo único que quería era cerrar los ojos y que le dejáramos en paz”, reconoce. “Fue muy bonito poder salvar una vida. Ya no es el agradecimiento de la familia, que también, sino de todas las personas que están alrededor y nos ven, nos felicitan y nos dan las gracias por la labor que hacemos. Es muy gratificante, muchas personas incluso nos dicen que es como su segundo cumpleaños, porque vuelven a vivir”, añade. 

 

"Fue muy bonito poder salvar una vida"

 

La parte negativa es cuando, pese a la ayuda prestada, no se puede hacer nada, tal y como menciona José Luis Hernández Oliva. “Cuando la persona fallece es duro”, confiesa también Clara, que vuelve la vista atrás para recordar que este verano murió ahogado un niño. “A veces hacemos todo lo posible por salvar a una persona, pero, por desgracia, no podemos”, alude. 

 

 

Jose Antonio es otro de los voluntarios que ha participado en estas actuaciones. “A pesar de que en el curso de socorrismo y primeros auxilios te forman, nunca te imaginas que pueda suceder. Pasas de estar patrullando con tu compañero por la playa a practicar una RCP”, comenta. “Son momentos difíciles, puesto que los familiares también se ponen muy nerviosos, y hay gran tensión. Sin embargo, gracias a la capacidad del equipo de respuesta hace que nunca estés solo, y eso nos da seguridad para poder afrontar este tipo de situaciones”, reflexiona. En cualquier caso, no duda al concluir que  “me quedo con los mensajes de felicitación por la rapidez con la que actuamos; imprescindible para salvar la vida de una persona hasta que llegan los servicios sanitarios”. 



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