Pastores por un día - Ahora
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- Pastores por un día es el título de una actividad realizada por Cruz Roja Juventud en País Vasco que busca dar a conocer la cultura vasca a los niños y niñas. Para ello, la propuesta es pasar un día en plena naturaleza, viviendo como auténticos pastores.
Pastorear, preparar talo (una torta fina tradicional de la cocina vasca) o esquilar ovejas podrían ser actividades habituales hace un tiempo, pero no ahora, en pleno siglo XXI. O quizá sí. Acercar la cultura y el idioma vasco a los niños y las niñas es una de las motivaciones del taller Pastores por un día, una actividad enmarcada bajo proyecto Pineo de Cruz Roja Juventud que ha permitido a una cuarentena de niños y niñas conocer más sobre las raíces del territorio en el que viven y saber más sobre estas tradiciones.
A las faldas del monte Anboto, en Bizkaia, han podido vivir como auténticos pastores durante un día en el que ha habido mucha naturaleza (no podía ser de otra manera) y animales. Hanneke Heuseveldt, coordinadora de Cruz Roja Juventud en Bizkaia, explica que la experiencia ha sido muy enriquecedora, y que todo surgió de la idea de hacer un taller de ocio educativo que pudiera revalorizar la cultura y el pastoreo del País Vasco.
Una cuarentena de niños y niñas han vivido como pastores durante un día en Bizkaia
“Han estado en contacto con los animales, les han dado el biberón a los corderitos… Ha sido estupendo”, señala. Y eso que el día en el que realizaron la actividad, a finales de noviembre, el tiempo no acompañó. A pesar de la climatología salió todo “tan bien” que la idea es repetir en el futuro e incluso, quizá, generar un proyecto específico sustentado en esta actividad.
Los niños y niñas, todos en Primaria, y de edades diferentes (de primero hasta sexto curso, más o menos) vivieron el día con mucha intensidad. Incluso uno de los participantes, dice Hanneke, “no quería soltar a un corderito al que estuvo abrazando”. “Fue muy tierno todo”, añade.
De la experiencia, la coordinadora de Cruz Roja Juventud en Bizkaia tiene claro que los pequeños y pequeñas se han llevado algo consigo: “Me parece que ahora son más conscientes”, menciona. Recuperar las tradiciones, estrechar el contacto con la naturaleza y cuidar a los animales también encarnan los valores que representa Cruz Roja de respeto por el entorno. “Además de pasárselo muy bien, han aprendido muchísimo”, concluye Hanneke Heuseveldt.
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