Ocho años de tecnología humanitaria para mejorar la vida de las personas - Ahora
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- Una edición más los Premios Cruz Roja de Tecnología Humanitaria afrontan el reto de entender las necesidades de la sociedad. Innovación y emprendimiento con fines humanitarios en unos galardones que se han convertido en todo un referente.
Tras siete años de trayectoria los Premios Cruz Roja de Tecnología Humanitaria ya se han convertido en toda una referencia en el campo de la innovación. Fue en 2016, cuando una primera edición abrió el camino a la creación de nuevas soluciones tecnológicas que suponen una ayuda en la vida de las personas más vulnerables. Carlos Capataz, director de Servicios Tecnológicos Digitales de Cruz Roja afirma que “cada año es un reto lleno de orgullo comprobar que existen personas que piensan que es posible hacer un mundo mejor”. En este sentido, asegura que el objetivo sigue siendo involucrar a la sociedad, principalmente a través de las personas jóvenes, para que sepan que “una pequeña idea puede hacer que la vida de otras personas menos afortunadas mejore de forma radical”.
Unos premios que, naturalmente han ido evolucionando desde su nacimiento, con unos proyectos altamente poderosos, especialmente los originados a raíz de la pandemia. Carlos Capataz recuerda concretamente dos iniciativas que recibieron menciones especiales, “por un lado, el proyecto COV-RED, de la Universidad de Oviedo, Magnadea, Consorcio de Aguas de Asturias y Empresa Municipal de Aguas de Gijón que a través de un sistema robotizado de detección automática y alerta temprana del SARS-CoV-2, instalado en redes de saneamiento, localizaba el origen del brote y por otro, COVIDWarriors una asociación sin ánimo de lucro formada por voluntarios profesionales, altos directivos y mecenas, de todos los ámbitos, unidos en la lucha contra la COVID-19 con 3 objetivos: sumar voluntariado; conectar y acelerar proyectos convirtiéndolos en realidades”.
“Nos encontramos ante una nueva generación de jóvenes súper inteligentes"
Unos galardones que nunca han perdido de vista el objetivo de promover el uso humanitario de la tecnología ya sea a partir de una idea o un prototipo. Unos trabajos que pueden presentarse en tres categorías; Impacto, Impulso y Cruz Roja, ante un jurado formado por profesionales de grandes entidades y empresas del mundo de las telecomunicaciones, la transformación digital y tecnología de la información.
Una nueva generación con mayor conciencia social
Es evidente que la conciencia social nada tiene que ver con la edad, pero lo que es innegable, si se analizan los proyectos presentados a lo largo de la historia de los Premios de Tecnología Humanitaria, es que sus responsables son personas muy jóvenes. “Con frecuencia se dice que los jóvenes de ahora no son como los de antes. Que deberían trabajar y/o estudiar, que solo piensan en divertirse, que son poco comprometidos… sin embargo, nos encontramos ante una nueva generación de jóvenes súper inteligentes, con gran sentido común y la generación con mayor conciencia social hasta la fecha” remarca Carlos Capataz.
¿Se puede prever el rumbo de la tecnología humanitaria?
Más allá de la fuerte presencia de la digitalización y la innovación en cada una de las propuestas, desde la Organización afirman que es difícil imaginar qué pasará en los próximos años ya que en cada edición se siguen sorprendiendo. “Sin ir más lejos, los premiados de la VII Edición, que conoceremos en el mes de febrero y que recibirán su reconocimiento en la entrega que se llevará a cabo en el 4YFN del Mobile Word Congress en Barcelona el jueves 2 de marzo, han vuelto a poner el listón muy alto con propuestas de gran calado social”.
Carlos Capataz hace hincapié en que cada una de estas propuestas aporta un granito de arena a la sociedad, que no siempre se ve, pero que cambie muchas vidas. “Nuestro reto para los próximos años sería que no solo mejoremos la sociedad gracias a una parte, sino que todas las empresas y entidades cuando piensen en desarrollar algo lo hagan pensando, también, en los colectivos más vulnerables”.
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