Más allá del teléfono: llamadas que unen vidas - Ahora

• Durante la pandemia, Cruz Roja movilizó todos los recursos disponibles y los canalizó a través del Plan Cruz Roja RESPONDE. ¿El objetivo? Ayudar y llegar donde hiciera falta. Desde la Organización también se acompañó telefónicamente a las personas que, en pleno confinamiento, apenas tenían contacto con el exterior. Muchas de ellas solo se conocían por teléfono, pero hace unas semanas, algunas pudieron hablar cara a cara. Es la historia de Aurora y Sabine. 

Aurora y Sabine por fin se conocen en persona. La primera, beneficiaria de Cruz Roja de 83 años, ha recibido las llamadas de Sabine durante toda la pandemia. La voluntaria procuraba de esta forma saber cómo se encontraba y acompañarla de forma telefónica bajo las acciones del Plan Cruz Roja RESPONDE. Ahora que la situación sanitaria lo ha permitido, ambas han podido verse cara a cara en la Asamblea Comarcal de Cruz Roja en Baixo Miño (Pontevedra). 

“Ha sido un encuentro muy bonito”, confirma Sabine. Voluntaria de Cruz Roja desde 2015, y vinculada desde entonces a proyectos con personas mayores, no duda en señalar lo mucho que se aprende de ellas. También admite que durante las primeras semanas las conversaciones por teléfono eran más breves, pero poco a poco fueron haciéndose más largas y distendidas. 

“Ha sido un encuentro muy bonito” afirma Sabine

“Anotaba todo tipo de información: cuántos nietos y nietas tienen, qué les gusta hacer…”, cuenta Sabine. Gracias a eso, las llamadas no solo se centraban en verificar el estado de salud de las personas mayores, sino en hablar de multitud de temas. “También dejo que se quejen un poco de sus males, pero enseguida pasamos a otra cosa”, señala, enérgica, Sabine. A día de hoy, sigue llamando a muchas de estas personas mayores, actividad que compagina con las visitas presenciales. 

Aurora do Campo, socia de Cruz de 83 años, también valora positivamente la experiencia. “Le tengo muy buena fe a Cruz Roja”, declara. Cuenta, además, que estuvo trabajando de auxiliar de enfermería en la Organización, algo que recuerda con cariño. De Cruz Roja, además, recibe también ejercicios de estimulación cognitiva. “Así la cabeza no se oxida”, declara. 

Aurora y Sabine se conocieron a través del teléfono  

Para Sabine, este tipo de acciones de Cruz Roja son esenciales para combatir la soledad no deseada. “A ti no te cuesta nada (solo tiempo) y para ellos y ellas es una bocanada de aire fresco”, explica. “Animo a la gente que se aburre en su vida, o no sepa qué hacer, que lo haga. Hay muchas cosas que se pueden hacer con una simple llamadita”, concluye la voluntaria.