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Luis García-Marquina: "El futuro va a ser de aquellos que sigan saboreando el esfuerzo"
LA MIRADA DE
LUIS GARCÍA-MARQUINA
“El futuro va a ser de aquellos que sigan saboreando el esfuerzo”
LUIS GARCÍA-MARQUINA
23/11/2021
ESCRIT PER:
ENTREVISTA PER:
Silvia Llorente
23/11/2021
ESCRIT PER:
ENTREVISTA PER:
Silvia Llorente
Deportista de élite y abogado

A los 23 años, un accidente dejó a Luis García-Marquina en una silla de ruedas. Apasionado de la moto, encontró en el ciclismo una manera de reencontrarse con su deporte preferido. Y desde 2014 ya van siete años de amor y dedicación. Deportista de élite, y también abogado a tiempo completo, obtuvo una de las prestigiosas medallas de bronce en los últimos Juegos Paralímpicos de Tokio, los primeros en los que ha participado. Y no solo eso: asegura que la espinita de conseguir el oro, “tarde o temprano”, también se la quitará. El suyo es un ejemplo de superación y sacrificio que recuerda que las mejores cosas de la vida se consiguen con esfuerzo. 

Has participado recientemente en una acción con Cruz Roja en Cuenca. ¿En qué ha consistido y por qué implicarse con una Organización como Cruz Roja?

Sí, es una carrera que se hace todos los años, y en esta edición la apadriné. Creo que yo (y todos) lo tenemos clarísimo: con los valores que representa Cruz Roja es lógico que uno tenga ganas de estar ligado a estas iniciativas. En este caso, me pareció interesante para, además, normalizar una modalidad deportiva dentro de la discapacidad. Era una carrera infantil donde corrían los chavales durante unos dos kilómetros, y yo acompañé al grupo delantero yendo con ellos. Haciendo acto de presencia para demostrar que hay otra forma de hacer deporte.

Te hiciste con la medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos de Tokio en la prueba de contrarreloj para bicicletas de mano de la clase H3. Supongo que afrontabas la competición con ganas después del parón de 2020, ¿cómo ha sido la experiencia y qué te llevas de ella?

Lo que me traigo es, sobre todo, la sensación de haber participado en los Juegos y haber sido capaz (que era lo que quería) de luchar por las medallas, que era lo que yo quería. Me traje el bronce, nos trajimos también un diploma por equipos y una gran satisfacción a nivel personal. El pensar que ha merecido la pena todo el sacrificio y el esfuerzo que hay detrás, no solo de 2021, sino de todos los años de entrenamiento, de todo el tiempo que le dedicas a esto y todas las horas que le robas a la familia para prepararte para ganar. Al final te vienes con esa sensación de las cosas bien hechas: de los deberes bien hechos. 

¿En qué consiste exactamente esta prueba? ¿Qué retos presentaba? 

Yo mido 1,91 y peso 70 kilos, y me enfrento a rivales que pesan normalmente 20 kilos menos que yo. Por tanto, las características personales no hacían que fuera un recorrido idóneo para lo que acostumbro. La opción de contrarreloj consiste en dar dos vueltas a un recorrido que se hace en un circuito. Ganaba el que más deprisa completara esas dos vueltas en el menor tiempo posible. Conseguí pasar tercero con menos de medio segundo de diferencia sobre el cuarto; y a 4 segundos del oro, es decir, bastante apretado, con lo que todo tuvo todavía más emoción. 

Pensaba (y sigo pensando) que tenía opciones de haber ganado el oro y esa espina tarde o temprano conseguiré quitármela. El problema es que estos juegos se han preparado de una forma muy peculiar por la incidencia de la COVID y demás. Yo llegué con una preparación óptima a la concentración previa a ese viaje a Fuji, pero al final la estancia en Mallorca, esa burbuja que se hizo por parte del equipo paralímpico para evitar el tema de contagios… mermó, al menos en mi caso, mis condiciones físicas para afrontar esas pruebas. Si a eso sumamos que llevaba tres meses compitiendo en calor y las carreras se desarrollaron con frío y mucha humedad, pues el cóctel fue el que fue… Al final, conseguí ganar ese bronce, pero como tengo la sensación de que puedo ganar el oro, haré todo lo posible para conseguirlo. Y si no es en estos juegos, que son los primeros en los que compito, trataré de llegar a los siguientes en París y disputar las medallas con esa confianza de saber que puedo optar a esa medalla de oro. 

"EL ESFUERZO Y EL SACRIFICIO SON UNA GARANTÍA DE ÉXITO"
FotoCita

¿Por qué el ciclismo?

Desde los 5 hasta los 23 años, momento en el que tuve el accidente, corría en moto. Y no pude dedicarme por mi edad a competir plenamente porque estaba en la universidad, pero era el hobby al que dedicaba el tiempo que tenía. Cuando tuve el accidente, no tenía la información de la disponemos hoy, y pensaba que prácticamente el único deporte del mundo adaptado era el baloncesto, que era la modalidad deportiva que se practicaba en el Hospital de Parapléjicos de Toledo. 

Estuve diez años compitiendo en baloncesto hasta que un día un amigo me dijo que existían este tipo de bicis adaptadas, fui a una carrera con una bici prestada por parte del hospital, y me di cuenta de que este deporte me gusta. Tenía que ver con ruedas, con velocidad, con cascos… lo que había hecho durante toda mi vida. Además, era un deporte individual, a lo que yo estaba acostumbrado. 

Desde ese primer momento supo que se me podía dar bien, lo disfrutaba muchísimo… y hasta aquí. Desde 2014 llevo ya siete años y cada vez disfruto más encima de la bici. Ese es el secreto: disfrutar entrenando y disfrutar compitiendo, que  es lo que te motiva para poder seguir a un ritmo que no es nada sencillo. Son 6 días a la semana entre 3 y 4 horas diarias, con una dieta, con un descanso… no es fácil. Hablamos de un deporte de élite y probablemente uno de los más exigentes que hay actualmente.

El deporte, y sobre todo el deporte de élite, exige mucha perseverancia. ¿Cómo lo haces, en tu caso, para mantener la motivación y la constancia?

Creo que quizá soy de los pocos deportistas de élite que, además, trabaja y dedica (como dedico) 8 horas al día a mi despacho de abogados, ejerzo como tal cada día; y creo que es un buen contrapeso. Utilizo la bicicleta como válvula de escape para el trabajo, y el trabajo como válvula de escape para la bici: esa balanza o equilibrio es lo que me permite disfrutar de mi trabajo y de mi profesión, y de mi vocación y de mi pasión, que es el deporte. 

Es muy duro el deporte de alto nivel, y no solo por los controles, sino por el descanso que tanto necesitas. Lo digo muchas veces: el problema no es entrenar, sino descansar para poder entrenar al día siguiente en las mismas condiciones. Ese es el gran reto que tengo cada día. Al final, es una forma y estilo de vida que si te sientes a gusto, si te sientes cómodo y ves que hay recompensa al esfuerzo, evidentemente merece la pena. Se ha convertido en mi modo de vida, en el mío y en el de mi familia, y estamos encantados.

Comentaste cuando ganaste que has logrado este triunfo gracias a tu familia y un amigo que te enseñó, en el Hospital de Parapléjicos de Toledo, a valorar el esfuerzo. ¿Qué es el esfuerzo para ti? 

El futuro, el mañana, va a ser de aquellos que sepan y sigan saboreando y valorando el esfuerzo. En esta vida, todo lo que se consigue que merece la pena está precedido de un esfuerzo; si no, no merece tanto la pena. Y sí, siempre digo que en el hospital me enseñaron eso porque hasta los 23 años había tenido cierta facilidad para hacer de todo, para estudiar, para hacer deporte, para conseguir las metas que me había propuesto en mi vida. Pero cuando tuve el accidente y me quedé en silla de ruedas y vi que tenía que ganar autonomía de esa forma, me di cuenta de que ya no valía con esa capacidad natural que tenía. Hacía falta un plus de esfuerzo.

Apliqué toda mi energía, mis ganas y mi esfuerzo en conseguir esa autonomía. Y la conseguí. Cuando vi que había sido capaz de superar ese trance (que no fue fácil), decidí aplicar esa fórmula a todos los ámbitos de la vida: a nivel familiar, profesional, deportivo… El esfuerzo y el sacrificio son una garantía de éxito, personal y social (como sociedad).

Creo que nos estamos equivocando, por ejemplo, en las carreras infantiles donde van los críos de 10-12 años a correr. Al que gana le dan la misma medalla que al que ha hecho el 90; creo que no es bueno, creo que tiene que haber una diferencia entre el mejor y el resto. Eso es precisamente, como seres humanos, como individuos, lo que nos hace mejorar, y no solo a nivel personal, sino a nivel social, también como país. 

Cada vez se habla más de salud mental. En los pasados Juegos Olímpicos, precisamente, deportistas de élite pusieron el tema sobre la mesa. ¿Cómo lidias tú con perder, con los fracasos…?

El comité paralímpico tiene entre sus profesionales auténticos cracks que te ayudan en todos los ámbitos, uno de ellos la salud mental, mediante psicológicos deportivos. Es fundamental tener la cabeza bien amueblada para poder afrontar todo esto. Recuerdo una primera entrevista con un psicólogo deportivo que me dijo: “Te voy a ayudar a afrontar la derrota”. Y le dije: “No hace falta. He perdido tantas veces en mi vida que lo tengo claro. Ahora lo que quiero es ganar” [ríe].

Dicho esto, creo que es muy importante, porque cada vez más deportistas necesitan ese apoyo psicológico. Cuando representas a tu país, tienes una exigencia, un plus, una responsabilidad que tienes que asumir y digerir a la hora de competir. Y no siempre es sencillo o fácil.

A mí me encanta la sensación de competir, de representar a mi país, no es algo que merme mis condiciones físicas, al revés: me estimula de manera fundamental y me siento a gusto manejando esa responsabilidad, pero sí creo que tenemos que hacer una valoración desde el punto de vista deportivo y desde las instituciones y desde los que tienen responsabilidades en este ámbito, de empezar a trabajar con la base. 

Porque yo estoy diciendo esto con 42 años, con una experiencia vital, después de haber vivido momentos duros… pero quizá tendríamos que poner ese enfoque en los chavales de 12 o 15 años que empiezan a despuntar, a competir, y que tienen la responsabilidad de ganar. Quizá hay que hacer un esfuerzo para focalizar y para guiar a esos futuros deportistas, a esos jóvenes deportistas que quizá no tienen la madurez personal para poder asimilar esa responsabilidad. Esa es una tarea que tenemos pendiente. 

"EL DEPORTE ES LA MEJOR MEDICINA QUE EXISTE AHORA MISMO EN EL MERCADO"
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¿Qué le dirías a la gente sobre la importancia de practicar deporte?

Creo que es la mejor medicina, la más barata, que existe ahora mismo en el mercado. Nadie que haya hecho, no solamente deporte alguna vez, sino actividad física, al terminar se ha encontrado bien. ¿Por qué? Porque hay un proceso fisiológico que tiene que ver con la famosa dopamina, que hace que te sientas bien: que te sientas mejor. El deporte ayuda en todos los ámbitos: cuando tienes enfermedades, cuando no; te sirve para desestresarse… Una vida saludable, una vida donde se implante la actividad física, es fundamental.

Por algo de forma histórica nos hemos encontrado siempre en los colegios asignaturas así; por eso creo que debería tener la importancia que merece la gimnasia. Ya en la antigüedad formaba parte de la realización del ser humano como individuo: Mens sana in corpore sano

La pandemia, o los confinamientos que hemos sufrido, nos ha enseñado a valorar esa actividad física. No es difícil recordar esos momentos  en los que nos dejaban salir a hacer deporte: veías a gente con bici, caminando, corriendo; gente quizá que no lo había hecho nunca, pero tenía esa necesidad, porque somos seres humanos que nos encontramos bien haciendo deporte y ejercicio. Una sociedad educada en el ámbito deportivo es una sociedad absolutamente sana.

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