ESIE: cuidar de la infancia en situaciones de emergencia - Ahora
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- Los ESIE garantizan que se cumplan los derechos de la infancia en las emergencias, les informan y acompañan en todo momento. El dispositivo de recepción para la población afgana que ha desplegado Cruz Roja en Torrejón de Ardoz cuenta con estos equipos para atender a los niños, niñas y jóvenes que han tenido que abandonar su país.
Alrededor de un tercio de las personas que han llegado desde Afganistán a la base aérea de Torrejón de Ardoz en las últimas semanas eran menores de edad. Bebés, niños y niñas y adolescentes que han tenido que huir de su país dejando atrás todo lo que conocían: sus casas, sus escuelas, sus amigos y familiares, sus costumbres e incluso su idioma. Ante una emergencia o catástrofe, la infancia y los jóvenes son unos de los grupos más vulnerables. Ellos y ellas, muy especialmente, necesitan ayuda para reaccionar y protegerse. Además, necesitan apoyo y orientación para afrontar emocionalmente la situación.
Esta es la misión principal de los Equipos de Sensibilización e Información ante Emergencias (ESIE). Esta unidad se encarga de atender a los niños y los jóvenes en situaciones de emergencia. Los ESIE están compuestos por voluntarios y voluntarias de Cruz Roja Juventud formados específicamente para desarrollar estas tareas. “Al voluntariado que va a formar parte de estas unidades se les forma, por una parte, en las habilidades necesarias para saber afrontar estas situaciones y ofrecer acompañamiento psicológico; y por otra en el funcionamiento y estructura de estos equipos y de otros que también participan en este tipo de emergencias, como los Equipos de Respuesta Inmediata ante Emergencias (ERIE) Psicosociales”, explica Fernando Justa, responsable de los ESIE en Cruz Roja Juventud.
En Torrejón de Ardoz, los ESIE han sido un pilar importante en la recepción y acompañamiento de los menores. En el dispositivo especial organizado por Cruz Roja a petición de la Secretaria de Estado de Migraciones para apoyar a la recepción y acogida de las personas evacuadas de Kabul, los ESIE han habilitado un espacio especial de juego para los pequeños. Allí se esfuerzan “porque los niños sigan siendo niños y puedan distraerse”, señala el responsable de los ESIE. El juego es fundamental para canalizar las emociones. Es otro de los objetivos de estos Equipos, la de garantizar el derecho al juego en cualquier situación, por muy dura que sea. “Nuestra labor en el dispositivo es la de acompañarlos. Les acompañamos a comer o cuando los progenitores están ocupados con los trámite burocráticos”, añade Fernando Justa. “Quieren cariño. No es una situación hostil ni están apáticos. Necesitan que alguien les acompañe y les explique el proceso. A través de actividades lúdicas les explicamos las emociones que han vivido y ellos también nos cuentan sus emociones”, contaba Paula Rivarés, Directora Estatal de Cruz Roja Juventud al diario Público. “Hay niños que llegan asustados, llegan de noche, quieren estar con sus familias. No quieres hacer ningún tipo de actividad. Cuando ven que el espacio es seguro y empiezan a controlarlo sí que se acercan a hacer las actividades”, apunta Rivarés.
El dispositivo de recepción de personas refugiadas es solo una de las tantas situaciones a las que se enfrentan los ESIE. Los desalojos causados por incendios o inundaciones son otras emergencias habituales en la que trabajan. También en 2018 tuvieron un papel destacado en la llegada del Aquarius a territorios español. En el barco venían muchos niños y niñas, por lo que el trabajo que se hizo con la infancia fue fundamental.
¿Cómo se enfrenta la infancia a este tipo de situaciones? ¿Son más o menos resilientes que los adultos? “Las consecuencias de una catástrofes o una emergencia afectan de manera diferente. Los menores son menos conscientes. Tienen otras preocupaciones. A corto plazo, pueden sufrir más, pero los daños a largo plazo, a través del juego, se pueden canalizar para evitar las secuelas”, afirma Fernando Justa.
La activación de un ESIE
Cuando se produce una situación de emergencia o una catástrofe, existen dos formas para que un ESIE se ponga en marcha. La primera es cuando hablamos de una emergencia nacional. Desde el Centro de Coordinación se hace una petición a los ESIE para que se activen. Desde oficina central de CRJ se ve con qué recursos se cuentan y se solicita a las provincias que se desplieguen. Si la emergencia es local o autonómica, el protocolo funciona a la inversa. Desde el territorio se pide a los ESIE que actúen y, si es necesario, se solicita refuerzos de equipos a otros territorios. Fue el caso de la DANA de 2019 en Murcia. Cuando llegan al lugar de la emergencia, siempre se trata de habilitar un espacio, una carpa específica que sirve de punto encuentro para el equipo y donde se organizan las actividades lúdicas. Pero lo ESIE se adaptan a la situación. Muchas veces ayudan a montar albergues y a ayudar en su labor a los ERIE. Los Equipos de Sensibilización e Información ante Emergencias tienen carácter autonómico y están formados por entre 25 y 30 personas. En la actualidad, cuenta con ESIE en Madrid, Cantabria, La Rioja, Cataluña, Murcia, Castilla La Mancha y Extremadura.
Los ESIE también se encargan de proveer de información sencilla y accesible sobre lo que está pasando a los niños, las niñas y la juventud. Porque ellos también tienen derecho a conocer lo que sucede a su alrededor. También se encargan, durante la emergencia, de trasladar información a la sociedad, hacerla asequible y evitar bulos. Por ejemplo, durante el temporal Filomena, los ESIE publicaban y difundían información relevante sobre cómo actuar ante el hielo. Además, de esa información, los ESIE realizan una importante labor de sensibilización durante todo el año. Normalmente a través de charlas y actividades en centros escolares donde explican desde cómo actuar ante un terremoto, qué es una emergencia o cómo suceden los movimientos migratorios. Una labor fundamental para que los y las menores estén preparados y sepan cómo actuar ante cualquier emergencia.
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