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Elisabeth Justicia: “El personaje de Dominga nace por unas ganas de reivindicación”
LA MIRADA DE
Elisabeth Justicia
“El personaje de Dominga nace por unas ganas de reivindicación”
Elisabeth Justicia
13/02/2024
ESCRITO POR:
ENTREVISTA POR:
Silvia Llorente

Imparcialidad

13/02/2024
ESCRITO POR:
ENTREVISTA POR:
Silvia Llorente

Imparcialidad

Ilustradora y diseñadora

Dominga es la abuela más tierna, gamberra y viral del mundo digital. Una señora (con todas sus letras) que no se corta ni un pelo y que, con su ingenio y filosofía vital, reflexiona sobre la soledad no deseada, los miedos o el inexorable paso del tiempo. Detrás de su trazo, su figura y sus mensajes se encuentra la ilustradora y diseñadora Elisabeth Justicia, que no duda en señalar a su propia abuela como inspiración directa de Dominga. Las personas mayores tienen mucho que decir y a las pruebas nos remitimos.  

¿Cómo nace el personaje de Dominga y por qué decidiste escoger a una persona mayor como protagonista de unas viñetas digitales, especialmente teniendo en cuenta que las redes sociales son un territorio muy de jóvenes? 

El personaje de Dominga nace por unas ganas de reivindicación, de transmitir ideas y de expresión artística mediante el dibujo; buscando también una expresión gráfica rápida en ejecución y consumo, dado el medio donde se iba a publicar. Normalmente he trabajado siempre un tipo de ilustración más elaborada (en cuanto a técnica y coloreado, enfocada a la ilustración editorial) y, en esta ocasión, me apetecía un estilo más ligero y cuyo mensaje fuese más protagonista que sus trazos. En un principio, era simplemente un trabajo personal donde poder expresarme sin ningún tipo de pretensión ni objetivo futuro de llegar a tantas personas como he conseguido actualmente. ¡Esta ha sido una gran sorpresa! 

La idea de que la protagonista fuese una mujer mayor se debe a mi gran referente en la vida: mi abuela. 

¿Por qué crees que la gente conecta tanto con Dominga? ¿Quizá su tono gamberro y directo descoloca viniendo de una persona mayor? 

Creo que lo que ocurre, en realidad, es que dejas de ver que quien habla es una mujer mayor y es simplemente una persona que expresa de forma clara y directa aquello que le ocurre. Y, de repente, te das cuenta de que a ti te pasa exactamente igual (o parecido!). Eso te acerca a esa generación de la que crees que eres tan diferente… porque realmente no lo eres. 

Dominga reflexiona sobre la soledad; la elegida, pero también la no deseada. ¿Hasta qué punto crees que esa soledad no deseada es un tema central en la vida de las personas mayores? 

Las personas mayores se enfrentan constantemente a los cambios de vida que promueve la sociedad actual. Los ritmos son diferentes y tienen que estar adaptándose constantemente: una vida más rápida, más estrés, más distancias, despoblamiento rural, tener lejos a sus seres queridos, depender de la tecnología para estar conectados con ellos, los avances tecnológicos que, en este caso, pueden crear una gran brecha en cuanto a sus gestiones y autonomía... Esto puede generar frustración y un alejamiento de ese mundo. Dejan de estar conectados, se enfrentan a la viudedad, a la partida de sus hijos y nietos a la gran ciudad, a esperar una llamada o que se acuerden de ellos. Un estilo de vida muy diferente y muy repentino. Al final son factores que influyen en ese aumento de la soledad no deseada y ese sentimiento impuesto contra el que es difícil luchar dadas algunas realidades. 

"EXISTE UNA EXIGENCIA DOBLE POR SER MUJER Y MAYOR"
FotoCita

Ser mayor arrastra muchos prejuicios, ¿a qué crees que se debe?  

Pienso que el constructo social en el que vivimos ha fomentado fuertemente un edadismo que salpica cada vez más a los medios, a la publicidad, a las nuevas generaciones... Y al final esto acaba condicionando y encasillando a las personas mayores en un estado de salud concreto, comportamiento y manera de vestir. 

Ser mayor y, además, mujer, conlleva todavía más estereotipos, ¿se sufre una doble discriminación en este sentido? 

¡Sin duda! Creo que en términos de igualdad aún tenemos mucho camino por recorrer y metas que conseguir y, si nos centramos en la mujer mayor, muchísimo más. Como comentaba, la sociedad actual tiene en los medios y la publicidad (por ejemplo) un enfoque muy concreto de lo que es la belleza y de cómo debe ser, sobre el comportamiento de la mujer mayor, su responsabilidad como abuelas cuidadoras, por poner algunos ejemplos. Existe una exigencia doble por ser mujer y mayor. 

¿Cómo crees que deberíamos relacionarnos con las personas mayores para dejar atrás esos clichés? 

Creo que deberíamos promover una escucha activa hacia una generación que ha luchado y conseguido unos cambios en la sociedad que disfrutamos ahora nosotros. Disfrutamos de un bienestar que ellos promovieron y eso deberíamos ponerlo en valor siempre. Además, con esa escucha activa podríamos llegar a empatizar con estas personas mayores de las que podemos aprender tantísimo. Y, de esta forma, nos daríamos cuenta de que no somos tan diferentes. Creo que coincidimos muchísimo en miedos, preocupaciones, objetivos, en la idea de felicidad y en las ganas de seguir haciendo miles de cosas. 

Pese a que todos y todas vamos a envejecer, nos suele aterrar ese momento (y la publicidad contribuye, todavía más, a potenciar ese miedo), ¿a qué crees que se debe eso?, ¿cómo te enfrentas tú al paso del tiempo? 

Quizá se debe a que estamos construyendo una sociedad de consumo rápido y enfocada plenamente a la juventud, al desarrollo y triunfo laboral y al ámbito del poder. Nos hacen creer que sólo en una etapa de nuestra vida podremos conseguir todo esto y es dónde y cómo nos sentiremos plenos. Esto provoca una doble presión: tenemos que conseguirlo antes de que sea tarde y, si no lo hacemos, luego ya no nos quedará nada y habremos fracasado. Después ya no habrá tiempo ni energía porque habrá enfermedad, desgana, estaremos fuera de la moda y entraremos en una etapa de invisibilidad. Una recta final que parece cero atractiva. ¿Cómo me enfrento yo? ¡En una lucha constante contra todos estos prejuicios y estilo de vida casi impuesta! 

¿Crees que la ilustración tiene el poder de transformar conciencias y cambiar las cosas?  

Pienso que la cultura tiene un gran peso en eso de transformar conciencias, cambiar cosas y provocar un “pararte a pensar”. La ilustración forma parte de este ámbito y creo que todas las personas que se dediquen (nos dediquemos) a este mundo deberíamos adquirir una responsabilidad social por provocar el cambio. Es nuestra herramienta y deberíamos usarla responsablemente para intentar mejorar un poquito el mundo en el que vivimos. Porque de esa forma, todos podremos ser un poco más felices. 

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