Dejar las vacaciones para ayudar a evacuar a las personas afectadas por el incendio en Tenerife - Ahora
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- Diego Calavia, originario de Tudela (Navarra), disfrutaba de unos días de descanso en la isla de Tenerife junto a su familia cuando se desató el incendio que ya ha arrasado más de 15.000 hectáreas. Al ser testigo directo del desastre, este navarro de 34 años, técnico en emergencias sanitarias y voluntario de Cruz Roja en Navarra durante seis años, no dudó en aparcar sus vacaciones para unirse al contingente que trasladó a las personas afectadas que tuvieron que abandonar sus hogares a un lugar seguro.
No era la primera vez que Diego dedicaba su tiempo a ayudar a las personas que lo necesitaban en Canarias. Durante la erupción del volcán de La Palma, el navarro tampoco dudó en desplazarse hasta la isla para poner su conocimiento al servicio de las personas damnificadas. “Si hay que ayudar, se ayuda. Además tengo familia en Canarias”, afirmaba Diego al Diario de Navarra.
Después de más de una semana desde que se originara el fuego, el Gobierno de Canarias prevé dar por estabilizado el incendio de Tenerife este jueves 24 de agosto. Es el mayor incendio en los últimos 40 años en las islas. Se calcula que unas 15.000 hectáreas han quedado calcinadas. En la última semana miles de vecinos y vecinas han tenido que ser desalojados. Desde que se declarase el nivel 2 de emergencia el pasado martes 15, Cruz Roja ha movilizado todos sus recursos humanos y materiales para brindar el apoyo necesario en los montes de Arafo. Un total de 341 personas, entre voluntarios y personal de Cruz Roja, están participando activamente en la respuesta, contando con el apoyo de 33 vehículos, que incluyen ambulancias, vehículos de traslado, logística y vehículos 4x4.
Una de esas personas fue Diego Calavia que en cuanto tuvo constancia del incendio se puso en contacto con la asamblea de Cruz Roja en Pamplona, que a su vez realizó las gestiones oportunas con Cruz Roja en canarias para que el Técnico en Emergencias Sanitarias pudiera incorporarse al dispositivo como voluntario. El mismo 16 de agosto, Diego pasó a formar parte del contingente humanitario. Durante los siguientes días, el voluntario trasladó en ambulancia a personas con movilidad reducida o con problemas de salud desde sus domicilios hasta los albergues habilitados o centros sanitarios y se sumó a los equipos de apoyo logístico a las brigadas que se están encargando de la extinción del incendio.
“Impresiona verlo. Impresiona, por su gravedad y porque es muy complejo controlarlo. La respuesta por parte del 112 Canarias, de las Fuerzas de Seguridad del Estado, de bomberos, de la UME..., está siendo magnífica. La gente está echando horas para controlar un incendio que es complicado por la orografía del terreno, de difícil acceso. Los medios aéreos tienen dificultad para descargar agua por falta de visibilidad”, explicaba Diego al Diario de Navarra.
No le pesa haber tenido que paralizar sus vacaciones para echar una mano. “Si hay que ayudar, se ayuda”, concluye.
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