Cruz Roja atiende a más de 10.600 personas en los incendios forestales de los últimos quince días - Ahora

• Aunque la situación no es tan grave como en las últimas semanas, el fuego sigue muy presente en varios puntos de la península. Las altas temperaturas que continúan registrándose en todo el país no ayudan en las labores de extinción. Cruz Roja ha movilizado desde mediados de julio hasta el 2 de agosto a 888 personas que han atendido a más de 10.600 personas en 27 incendios. 

Castilla- León sigue siendo una de las comunidades más afectadas por el fuego, pero las llamas también han calcinado bosques y montes en Canarias, Galicia, Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón, La Rioja, Navarra, Andalucía o Cataluña. Según las estimaciones del Sistema Europeo de Información de Incendios Forestales, el fuego ya ha arrasado más de 200.000 hectáreas, lo que convierte este año en el peor verano en la última década en lo que a incendios se refiere. 

Cruz Roja está preparada durante todo el año para hacer frente a las consecuencias que se derivan de los incendios, pero es durante el verano cuando los equipos están más activos. Desde mediados de julio, se han atendido a más 10.600 personas a través de 130 equipos de respuesta básica en emergencias. Cruz Roja se encarga en estos casos de los albergues que activan para las personas que han tenido que ser desalojadas, también de las evacuaciones de las personas más vulnerables, ofrecen atención psicosocial a las personas afectadas además de las labores logísticas para dar cobertura a los intervinientes encargados de la extinción de las llamas. 

Cruz Roja actúa siempre como entidad colaboradora dentro del Sistema Nacional de Protección Civil del que derivan los planes de emergencia, y cuya titularidad es de las comunidades y ciudades autónomas. Por lo tanto, en estos casos siempre actuamos a través de convenios establecidos con esas administraciones o bajo requerimiento de la administración competente.

En estos quince días se han organizado 30 albergues con capacidad para 2.733 personas, y se han repartido casi 11.000 raciones de comida en 52 puntos de distribución y entrega. El despliegue incluye también 215 vehículos logísticos y sanitarios. La actividad de la organización se está organizando desde 16 puntos de coordinación.

Últimos incendios en Extremadura, Castilla y León, Castilla La Mancha y Galicia

El incendio forestal de Villanueva de la Vera, en la comarca cacereña de La Vera, ha quedado controlado este domingo después de calcinar unas 250 hectáreas y se ha desactivado el nivel 1 de peligrosidad. El personal de logística de Cruz Roja ha distribuido  más de 200 raciones de avituallamiento al personal de los distintos servicios intervinientes. Los equipos también han trabajado incansablemente en el incendio forestal de Tenerife que ha dejado 2.700 hectáreas afectadas y que ya está controlado.  Allí se han entregado no solo raciones de comida caliente, café, infusiones, fruta y bebida fresca, sino también sonrisas, agradecimiento por su labor y mucho ánimo para seguir. En Castilla y León, la comunidad más afectada, a domingo 31 de julio quedaban tres fuegos activos y 16 controlados. En los últimos días 50 personas voluntarias participan en el apoyo a personas afectadas y equipos intervinientes en los incendios forestales en Ávila, Burgos y Zamora.En el despliegue también han intervenido equipos de Soria y Valladolid. Galicia es otra de las regiones que más está sufriendo los efectos del fuego.  Por su parte, en Castilla La Mancha, el fuego continúa afectando este domingo a varios puntos. Mientras que el incendio declarado en Sevilleja de la Jara, Toledo, ha sido estabilizado tras arrasar 350 hectáreas, en otras provincias como Guadalajara y Cuenca se han detectado nuevos focos, aunque se mantienen en bajos niveles de peligrosidad. En la localidad toledana, Cruz Roja desmontaba los albergues instalados para acoger a los vecinos evacuados. 

Ser ‘climáticamente inteligentes’

Europa se enfrenta a algunos de los peores fenómenos meteorológicos extremos registrados en el último año, incluidas inundaciones repentinas, sequías, olas de calor e incendios forestales como los vividos en España, que devastan la vida de muchas personas. Las olas de calor ya han aumentado en frecuencia e intensidad y seguirán haciéndolo en el futuro. 

Según el Informe Mundial Sobre Desastres de la Federación Internacional de la Cruz Roja, en los últimos 10 años el 85% de todos los desastres fueron causados por eventos climáticos extremos (inundaciones, tormentas y olas de calor), y más de 360.000 personas han muerto por ello, y se han visto afectadas más de 1.410 millones de personas. 

Crece el número de fenómenos meteorológicos extremos, como la frecuencia y la intensidad de las sequías, que seguirán aumentando particularmente en la región del Mediterráneo, que también se espera que sea cada vez más vulnerable y afectada por los incendios forestales.

Por este motivo, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja aboga porque todas las personas y comunidades estén mejor preparadas ante estos fenómenos provocados por el clima extremo, que no tienen que convertirse en un desastre o tragedia ya que la mayoría de las olas de calor se pronostican con días o semanas de anticipación, lo que brinda tiempo suficiente para actuar temprano e informar y proteger a las personas más vulnerables.

Para conseguirlo, toda la sociedad, gobiernos, y expertos en clima, deben ser ‘climáticamente inteligente’, lo que significa no solo escuchar lo que la ciencia nos dice sobre los próximos riesgos, sino también actuar en consecuencia. 

Cruz Roja, por ello, pide aumentar la inversión para la reducción del riesgo de desastres y desarrollo de resiliencia, para estar a la altura del nuevo nivel de amenaza y apoyar mejor los enfoques anticipatorios, como el financiamiento basado en pronósticos, para que muchas más personas puedan recibir asistencia antes de los impactos predecibles. La población debe ser advertida de amenazas y peligros con anticipación, y así puede actuar de manera oportuna, para que finalmente, se salven vidas.

Las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de toda Europa no solo responden a los desastres cuando ocurren, sino que también desempeñan un papel fundamental en la prevención de peligros, como inundaciones y olas de calor para que no se conviertan en desastres.